Quique-Oltra: cuando una amistad consolidada se convierte en un nuevo modelo de gestión en el banquillo
El madrileño quiere que su actual segundo se sitúe en el mismo plano que él, ayudándole a crecer en el día a día para controlar todos los aspectos del equipo.

"Empezó de entrenador antes que yo, fue la persona con la que me reuní cuando iba a empezar mi andadura hace 20 años, que me acogió, me dio su casa, información y vuelo para luego expandirme. Con el paso de los años siguió la amistad, el respeto, la admiración, y ya años atrás hablábamos que nos teníamos que unir. Sevilla lo merece, tener un tándem acorde, y que sea un staff con el que llevo varios años y hemos conseguido cosas importantes. Esperamos que así sea también". Con estas palabras, Quique Sánchez Flores respondía a un periodista que le preguntaba sobre la incorporación de José Luis Oltra a su cuerpo técnico durante su presentación.
¿Pero de dónde viene esa relación? Después de estar en la cantera del Real Madrid, tras su paso por Sevilla donde juega su padre, Quique decide probar en el Pegaso. Con tan sólo 16 años debuta en Tercera división, lo que provoca el interés de algunos clubes aunque dos años después, se marcha al Valencia. Fue en su etapa en la capital del Turia donde hace amistad con un canterano cuatro años más joven que él, llamado José Luis Oltra. Pronto se inicia un vínculo que se va manteniendo en el tiempo.
Es Oltra el que, siendo uno de los primeros jugadores en activo en sacarse el título de entrenador, decidió apartarse del terreno de juego para ubicarse en los banquillos con tan sólo 30 años. "Dejé el fútbol como jugador porque creía que mi carrera ya había llegado a su límite y sólo podía estirarla, pero sin disfrutar", ha comentado en alguna ocasión. Con sólo 34 años, ya se encuentra entrenando al Castellón a cuya afición hace soñar con el ascenso a Segunda. Es en esa etapa cuando Quique Sánchez Flores deja el fútbol y comienza a trabajar en la cantera del Real Madrid.
Las consultas son constantes, incluso Oltra le invita a viajar a Castellón para estar más cerca del día a día. Le cede análisis que él ha realizado e incluso comparten información del día a día de ambos. Nunca hubo la opción de unirse en los banquillos. Ambos querían ser primeros espadas y la carrera de Oltra ya empezaba a llevarlo a proyectos más ambiciosos pero siempre hubo ese deseo. El tiempo, las experiencias y el recorrido de ambos han hecho posible este dueto que espera sacar a relucir el potencial de la plantilla del Sevilla.
Los motivos de su unión
Quique Sánchez Flores llegó al Sevilla después de analizar durante dos semanas de manera intensa a la plantilla. Dos semanas es lo que tuvo, desde que le llegó en runrún de su candidatura al banquillo de Nervión, ya que él esperaba que si se producía algún movimiento, sería precisamente tras el partido ante el Atlético de Madrid. Casi sin tiempo para entrenar, cuando tuvo todo cerrado, empezó a llamar a aquellos que quería que conformaran su cuerpo técnico. Fue el mismo domingo por la noche y uno de ellos fue José Luis Oltra, que acababa de terminar su aventura en Chipre como entrenador del AEK Larnaca.
En Oltra, Quique no quiere en esta ocasión un segundo al uso. Quiere que mantenga su mentalidad de primer entrenador implantando un nuevo modelo de gestión en el banquillo y fuera de él. Con personalidades muy distintas, existiría cierta similitud con lo que hasta la pasada temporada realizaban Eddie Howe y Jason Tindall en el Newcastle. Incluso esa curiosa forma de actuar en el área técnica de Las Urracas ha generado cierta polémica en tierras británicas, provocando incluso que el propio Howe hablara del protagonismo de su segundo: "Hemos trabajado de forma natural y no había ningún plan para trabajar de la manera en que lo hacemos. Simplemente evolucionó de forma natural. Siempre hemos tenido esa forma de que cuando se desarrolla el juego quiero ayudar a los jugadores estando cerca de ellos. Naturalmente, él se une y hay ciertos aspectos del juego en los que le pido que se concentre. Ahora sólo uno de nosotros puede hacerlo. Es algo que tendremos que navegar y creo que veremos algo de rotación por nuestra parte".
Sin el protagonismo que ha alcanzado Tindall, el plan es trabajar codo con codo, que durante el partido hablen de las diferentes situaciones que sucedan, tomando decisiones de manera conjunta y desde un plano idéntico al del primer entrenador. Por lo tanto, en cuanto desaparezca la timidez propia de los inicios, a nadie le sorprenderá ver a José Luis Oltra de pie sobre el área técnica, dando instrucciones como un entrenador más. En Nervión sólo quieren victorias que le hagan salir del pozo. De momento, en su estreno, han salvado la final de Los Cármenes.