Rafa Benítez y Luis Campos gozan de la total confianza del Celta
El mal inicio de temporada del equipo no altera a los dirigentes.

El Celta no ha empezado especialmente bien una de las temporadas que se presumían más ilusionantes. En el año de su centenario, el equipo vigués acumula cinco puntos en las primeras ocho jornadas del campeonato, con una única victoria conseguida ante el Almería en los últimos minutos de la jornada 4. En la actualidad ocupa puestos de descenso y las sensaciones no son las mejores tras dejarse empatar (una vez) y ganar (dos veces) en los últimos tres partidos cuando se había puesto por delante. Y muchas de las críticas giran en torno a Rafa Benítez.
El entrenador madrileño llegó a Vigo como el fichaje de relumbrón del club en verano. Avalado por su trayectoria, el Celta le firmó un contrato de tres años con la idea de crear un proyecto a medio y largo plazo. Además, se comprometió con él a realizar una fuerte inversión para darle jugadores de nivel con los que llevar a cabo su idea futbolística. Pero de momento le está costando.
En estas primeras ocho jornadas, el conjunto celeste ha alternado grandes actuaciones (Barcelona, Madrid, Mallorca) con otras mucho más discretas (Alavés, Osasuna, Las Palmas). Además, está encontrándose con muchos problemas a la hora de guardar el marcador en los últimos minutos. En los últimos cuatro compromisos ha perdido nueve puntos a partir del minuto 70, un agujero que le ha llevado al antepenúltimo lugar.
Una de las decisiones que más se le echan en cara a Benítez es la gestión de los cambios. Hasta el momento, llevada 32 sustituciones realizadas de las 40 que ha tenido a su disposición, aunque tan solo una decena llegaron antes del minuto 70 y hasta 17 de las mismas llegaron cuando el cronómetro ya había rebasado el minuto 80 de partido. El último duelo es el más claro ejemplo. Cuando Las Palmas empata el choque en el minuto 84, el equipo canario ya había hecho los cinco cambios y el Celta apenas llevaba uno.
Con todo, en el club mantienen la prudencia y la calma. Son conscientes del problema que tiene en los últimos tramos de los encuentros, pero creen que al equipo le está faltando suerte, tanto propia como ajena. En A Sede defienden a capa y espada la labor de su entrenador, al que no tienen dudas en seguir catalogando de "top". Además, creen que los errores arbitrales se están cebando con ellos, algo de lo que se quejó el propio míster, y que en condiciones normales el equipo estaría en mitad de tabla cuando todavía está en fase de construcción.
A pesar de los malos resultados, el puesto de Benítez al frente del equipo está tan seguro como cuando fichó a finales de junio. En Vigo quieren que sea su técnico por muchos años y por eso recientemente le dieron más galones dentro del club, liderando junto a Luis Campos el área deportiva del Celta. Porque el asesor deportivo portugués es otro de los responsables que está recibiendo mucha críticas tras el mercado de fichajes, pero su posición en la entidad es muy robusta.
Al luso se le achaca que tras dos mercados de verano, el equipo no ha dado un paso al frente y que no se han invertido en fichajes los 40 millones recibidos por Gabri Veiga. En el Celta, en cambio, defienden las incorporaciones conseguidas "en un mercado muy difícil" y se espera, si la temporada transcurre con normalidad, poder seguir contando con Campos más allá del 30 de junio.
Uno y otro mantienen permanente contacto, sobre todo telemático, para abordar las necesidades y deficiencias del equipo. Ambos saben que durante el mes de enero puede haber salidas y entradas y no quieren que el mercado les pille de sorpresa. Mientras tanto, el club cierra filas en torno a sus figuras. Ahora mismo, la confianza en Benítez y Campos no ha disminuido ni un ápice.