Raphinha sigue con LaLiga en la cabeza

Raphinha fue la imagen del Barça. De su innegociable vitalidad nacieron las mejores jugadas del equipo, pero faltó algo de aplomo para cerrar un partido redondo. Los de Xavi, que vio el partido en la grada, hicieron los deberes. Vencieron a una UD Las Palmas que se quedó con un jugador menos antes de la media hora de juego. Los blaugrana acecharon el muro amarillo hasta que Raphinha, que ya había tenido buenas ocasiones anteriormente, lo derribó. Fue un encuentro trabajado en el que Cubarsí acabó sacando agua del área.

El Barça vive en el extraño limbo de no dejar de soñar en LaLiga y no querer dejar de ilusionarse ante el altísimo reto que serán los cuartos de Champions ante el Paris Saint-Germain. Esta versión blaugrana se acerca algo más a la que campeonó el año pasado: ya van cinco porterías a cero seguidas en Liga y arriba terminan encontrando la llave del gol. Además, Xavi recuperó a Ferran Torres. Aun sin ser capaces de cerrar la puerta del partido a los de Pimienta, los blaugrana sumaron tres puntos y elevaron su nivel competitivo.

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Desde que despertara ante el Getafe y Xavi le encontrara acomodo en la izquierda, su rendimiento no ha dejado de crecer. Era un partido propicio para el brasileño. Las Palmas mantuvo la línea altísima, un caramelo para que especialistas como Raphinha o Fermín amenazaran al espacio. En una de estas jugadas, Sergi Roberto proyectó al extremo y el ex del Leeds forzó la roja de Álvaro Valles. Unos minutos, el VAR le había anulado un gol por un fuera de juego extraño.

Las actuaciones de Raphinha nunca son del todo redondas, siempre quedan algo manchadas por un 'pero'. Al borde del descanso, le quedó el balón cerca del punto de penal para cambiar el marcador y lo mandó fuera. En la segunda mitad, gol para abrir la lata. Rasgó la defensa canaria con un desmarque que alimentó Joao Félix con una genialidad. Quizá el talento no le da para ser un futbolista absolutamente determinante, pero sigue decantando partidos para el Barça. Pocos entienden el juego tan bien como él a la hora de moverse.

Con Raphinha naciendo desde la izquierda y Fermín a su derecha, Xavi volvió a dejar a Joao Félix en el banquillo. El portugués, que ha logrado mantener un alto rendimiento de forma regular durante su cesión, dejó otra de sus muestras de calidad. Y es que nadie puede dudar de que el talento de Joao decide partidos. A los segundos de entrar, centro preciosista a la cabeza de Raphinha. Logró lo que ningún compañero había logrado hasta el momento.

A falta de un cuarto de hora, falló un segundo palo con Aarón totalmente vencido. Joao fue cara y cruz. Para sentarse en la mesa de los mejores del mundo, su reto está en ser este Joao, el de la asistencia, cada tres días.

Se marchó de forma precipitada del Barcelona, después de que Laporta optara por Sergi Barjuan para el banquillo del Barça Atlètic. Eligió seguir creciendo en Las Palmas, a quien devolvió a LaLiga. En la ida contra los de Xavi, Pimi hizo caer al Barça en la trampa en múltiples ocasiones: haciendo caer a sus puntas en fuera de juego constantemente. Mordieron el anzuelo hasta que el talento culer decantó la balanza. Repitió la fórmula en Montjuïc y un error de cálculo de Valles le llevó a ver la roja.

Hasta la inferioridad, Las Palmas dejó una muestra de lo que viene siendo este curso. Un equipo valiente y con las ideas claras, aunque algo de falto de gol. Arriba, Pimi apostó por dos viejos conocidos: Sandro y Munir, que debutaron con el Barça el año de la última Champions del Barça. Los canarios trataron de congelar el partido tras la expulsión de Valles, hasta que Raphinha tumbó el muro y les obligó a volver a a atacar.

Regresaba Iñigo Martínez a la titularidad, tras haberse quedado en Barcelona durante el parón. El cuerpo técnico comentaba antes del partido que Araujo, al que se le presumía una ligera sobrecarga sufrida con Uruguay, estaba "bien", para jugar. Aun así, Xavi apostó por Cubarsí e Iñigo. El vasco quiso ser motor, activar los ataques verticales del Barça. Trazó diagonales hacia un Lamine Yamal algo apagado, aunque conectaron poco. Le regaló, eso sí, una asistencia a Lewandowski que este desperdició con un mal control.

En defensa, Iñigo estuvo valiente a la hora de anticipar. Fue, junto a Cubarsí, el cortafuegos en defensa cuando los visitantes dejaron descolgado a Sandro en el segundo tiempo. Ante la voluntad del vasco de tener más protagonismo, cumplió ante Las Palmas. Fue la quinta portería a cero consecutiva en Liga para el Barça, es la primera vez que los de Xavi lo consiguen este curso.

- Ficha técnica:

1 - Barcelona: Ter Stegen; Kounde, Cubarsí, Iñigo Martínez, Cancelo; Sergi Roberto (Romeu, min.81), Gündogan, Fermín (Joao Félix, min.56); Lamine Yamal (Ferran, min.71), Raphinha y Lewandowski (Vitor Roque, min.81).

0 - Las Palmas: Álvaro Valles; Álex Suárez, Coco, Mika Mármol, Sergi Cardona (Marc Cardona, min.78); Marvin, Javi Muñoz (Campaña, min.71), Loiodice (Moleiro, min.71), Kirian, Munir (Aarón, min.28); y Sandro (Benito, min.78).

Gol: 1-0: Raphinha, min.59.

Árbitro: Busquets Ferrer (Comité balear). Mostró tarjeta amarilla a Sergi Cardona (min.14), Gündogan (min.51), Sergi Roberto (min.63), Íñigo Martínez (min.64), Lewandowski (min.81) y Cancelo (min.88) y expulsó con roja directa a Álvaro Valles (min.24).