Desclasificando el largo culebrón con Sergi Canós: el avión a Bruselas que nunca tomó, el día que la operación estuvo rota...
El Valencia abona al final algo más de 250.000 euros y bonus.
El fichaje de Sergi Canós por el Valencia ha sido un culebrón que ha acaparado las portadas durante el verano en la prensa valenciana. Son muchos los capítulos que ha vivido tanto el futbolista de Nules como la propia directiva che, algunos de ellos ya conocidos como la revisión médica que nunca se produjo una semana antes de cerrar su fichaje, pero otros no tan públicos y que ponen más en valor la figura del jugador.
Empezando por el principio, para el futbolista fue una sorpresa que a finales de junio se diera a conocer que su fichaje por el Valencia estaba "casi hecho". Sergi había recibido la llamada de los che un par de semanas antes, pero siempre bajo dos condiciones: que saliera libre del Brentford y que esperara a que hubiera más salidas, dos situaciones que aún tardarían en producirse.
Pero desde finales de junio su vida ya no fue igual. Canós apenas ha podido salir a la calle en todo el verano porque en Nules, su pueblo natal donde le conoce hasta el afilador, todo eran preguntas sobre si iba a fichar ya por el Valencia. De hecho, un buen amigo suyo colocó una bandera del Valencia justo enfrente de su casa por aquellas fechas, bandera que hoy por hoy todavía no ha sido retirada.
Pasaron los días y en vistas de que el Valencia no podía sacar jugadores (seguían en plantilla Cavani y Yunus Musah), Canós se plantó en Brentford con la ya famosa camiseta de 'Please Help Me', todo para que los ingleses le dejaran salir gratis. Lo que no sabía por aquel entonces es que, aunque hubiera sido gratis, Lim no habría autorizado su fichaje.
Looking forward to play football….. ⚽️🙏🏼 pic.twitter.com/06q8cs3T1g
— Sergi Canós Tenés (@sergicanos) July 8, 2023
Pasaron los días y las dudas empezaron a llegar. Las ofertas empezaban a acumularse y Sergi, que ha pasado un verano malo porque estaba como loco por volver a sentirse futbolista, estaba inquieto. El Nottingham Forest ofreció un gran contrato a Canós por 4 años en el que le garantizaba ser importante. Pero fue el Anderlecht el club que apretó más. Más de lo que nadie ha sabido hasta ahora.
Sergi rechazó una primera oferta a principios de julio de los belgas, pero en la tercera semana del mismo mes, estos le mejoraron condiciones salariales (más que en Brentford) y rol (el entrenador del club habló personalmente con él y le aseguró galones). Tal fue la cercanía a firmar por ellos, que el 27 de julio en Valencia había un vuelo a Bruselas reservado por el Anderlecht a nombre de Sergi Canós. El jugador iba a subirse a ese avión porque hacía semanas que no tenía noticias del Valencia. Sin embargo esa misma mañana del 27 de julio una llamada de Miguel Corona en la que le garantizaba que la salida de Cavani estaba muy cerca, bastó para que Sergi 'plantara' al Anderlecht... ¡Cuando le estaban esperando en el aeropuerto de Bruselas!
Los días en los que la operación estuvo más rota que hecha
No fue nada fácil para Sergi decir 'no' al Anderlecht. Ya no solo por tema salario o rol, sino porque el empeño que pusieron y el hecho de abortar el movimiento con el avión ya reservado provocaron como es lógico decepción y molestia en el club belga. Pero Sergi demostró que se moría de ganas por jugar en el Valencia CF y encaró la última semana de julio/primera de agosto con la seguridad de que la salida de Cavani estaba cercana y que podría firmar por el Valencia.
Dos días después de su no vuelo a Bruselas, Cavani se marchó del Valencia y también Yunus fue vendido al Milán por 20M. La felicidad invadió a Canós. Su paso al club de su vida estaba cerca... O eso pensaba. La propia directiva de Valencia estaba confiada en que podría fichar a Sergi. De hecho el día de antes de la presentación del equipo desde el club no pusieron problemas a que Canós viajara a Valencia a pasar la revisión médica justo el lunes siguiente. La felicidad era total... Pero todo (casi) se rompió.
Porque el lunes en el que estaba previsto que el fichaje de Sergi se cerrara, Peter Lim 'tumbó' su llegada. Ese 'no' de Lim no solo fue rompedor para Canós, también para la directiva che que confiaba en que se pudiera cerrar el movimiento y así se lo había garantizado a Canós. Las siguientes 24 horas fueron casi definitivas: en el propio club asumían que debían hacer una salida más, pero entendían que Canós se hartara y se marchara.
La semana clave y 4 días normales
Llegamos a la última semana del culebrón. Tras todo lo acontecido, en el Valencia le pidieron a Sergi una semana más para poder dar alguna salida. Canós decidió no descartar la opción che, pero sí comenzó a valorar otras opciones porque no se fiaba de Lim. De hecho, una de las razones por las que Sergi aguantó tanto tiempo fue porque sintió en todo momento la cercanía de Javier Solís y Miguel Corona, si bien lo que le llevaba a querer abandonar era la volatilidad de Lim en sus opiniones.
Apareció durante esa semana el Alavés, club que garantizaba la titularidad a Sergi y le ofrecía la posibilidad de relanzar su carrera y poder salir con ciertas facilidades un año después a un club superior si así se lo ganaba. La insistencia de los de Vitoria fue total, hasta el punto de que Luis García Plaza habló con él. Mientras se producía todo eso, en el Valencia salió Uros Racic y el martes 15 de agosto Lim dio el ok a su llegada. El miércoles 16 el Valencia mandó la oferta al Brentford y el sábado 19 de agosto todo se cerró. ¿Qué pasó entonces en esos 4 días?
Realmente, nada. El entorno valencianista se mordía las uñas y no entendía que tras el visto bueno de Lim se tardaran más días en cerrar la operación, pero es que desde que el máximo accionista autorizó el movimiento, había mucha faena que hacer. Hacia el Brentford, el Valencia incluyó una serie de bonus por rendimiento para aumentar la oferta, además de que terminó pagando finalmente más de 250.000€ y alrededor del 20% de su futura venta. Hacia Sergi, el acuerdo llevaba encarrilado desde mediados de julio (salario y años), pero como es lógico había que negociar diferentes cláusulas y aspectos que en apenas 3 días se resolvieron.
Pese a que fueron 'solo' 4 días, al tercero el acuerdo estaba tan encarrilado que Sergi estuvo a punto de viajar a Valencia. El jugador estuvo muy cerca de ir a Mestalla en el duelo ante Las Palmas, hasta el punto de que tuvo un palco reservado que finalmente quedó vacío. ¿Por qué? Porque club y jugador decidieron que, aunque estaba todo muy encarrilado, era mejor no llamar demasiado la atención hasta que la firma estuviera estampada. No fuera a ser que el Brentford cambiara condiciones a última hora y alargara un culebrón que ha desgastado a club y jugador, pero que ha terminado con final feliz.