Qué habrá visto Modric... para decir lo que ha dicho
Luka Modric es de dar pocas entrevistas. Nunca se siente tan cómodo como cuando habla con Robert Matteoni, su biógrafo y referencia en el periodismo deportivo croata desde los años 90. Es como sentarse ante el confesionario, porque Robert, si hay que apretar, aprieta. Ahí los regates son más complicados. Se comprueba en su última conversación para Sportske Novosti, donde el 10 trata de explicar su plan para seguir con Croacia y también de entender su presente en el Madrid.
Modric, que hoy cumple 38 años, no nació para ser suplente. De hecho, asegura no recordar haber encadenado tres banquillazos consecutivos como los que ha experimentado en el inicio de curso. Le mosquea al croata la sospecha de no sentirse en igualdad de condiciones respecto a sus compañeros y rivales por un puesto. Como si alguien susurrara al entrenador. Como si el entrenador asintiera a los susurros.
Luka ha sido claro en sus palabras. "Mi única condición para quedarme era que me trataran como un jugador competitivo, como lo he sido hasta ahora, y no que me mantuvieran en la plantilla basándose en méritos pasados. Cuando me dijeron que nada cambiaría en mi estatus, firmé". Recordar aquello ahora no es casual. Es un aviso. Como resaltar que no hay ningún problema físico. "Hace dos meses jugué 120 minutos con la selección en dos partidos seguidos".
En el Madrid conocen perfectamente a Modric, el único Balón de Oro que sobrevive en el equipo. Luka no renovó para ser el jugador 14º de la plantilla. Si alguien pensó que se quedaría un año más para ser un jugador de fondo de armario, se equivocó. Competitivo como ninguno, si dio el sí a continuar fue porque se veía al nivel que se exige en el Madrid, es decir, top mundial. Y si Luka siente que está en esas cotas y no juega, Ancelotti tiene un problema. "Repito, no me quedé por quedarme, sino que quiero jugar y disfrutar del fútbol, como cada día desde que llegué a este fantástico club".
De hecho Modric confesó a sus más íntimos que no le gustó el ruido generado en prensa a final de temporada con Arabia Saudí. Como si alguien le estuviera empujando en esa dirección. Un runrún que veremos si con el tiempo cristaliza en alguna declaración al respecto o se lo guarda para él. En aquellos días se trataba de convencer a Ceballos de su continuidad y se cerraba el fichaje de Bellingham, a la vez que Kroos también había renovado.
Luka tiene razón. Lleva muchas temporadas vividas como para detectar según qué cosas. Algo habrá visto y sentido como para recordar la condición con la que firmó su renovación. El aviso está mandado desde donde más cómodo se siente para sincerarse. A ver si alguien le devuelve la pared.