Cuando el Real Madrid descubrió a Iñaki Williams: "Era una bala... Nos miramos y dijimos '¿pero este quién es?'"

Prácticamente nueve años han pasado desde que el Real Madrid 'conoció' a Iñaki Williams. Lo hizo el 29 de junio de 2013, en la final de la Copa del Rey Juvenil 12/13 que se disputó en Vera (Almería). El conjunto blanco ganó de manera holgada gracias a los goles de RDT, Benavente por partida doble y Sergio Carrallo (0-4). Pero, pese a la derrota, el delantero del Athletic brilló. Y no pasó desapercibido para sus compañeros. Tampoco para los rivales. "Nos miramos y dijimos '¿quién es este?', porque es un jugador que llama la atención", coinciden canteranos merengues.

Iñaki Williams compartió parcela ofensiva con Jurgi Oteo y Yanis Rahmani. Los cuatro mostraron su artillería en las rondas previas, superando a rivales de entidad como el FC Barcelona (global de 7-3) o el Atlético de Madrid (global de 5-2). "Lo hicieron muy bien. Ganaron 5-0 al Barça y, en la ida, 4-2 al Atleti si no me falla la memoria. Tenían muy buenos jugadores", apostilla Alberto Lozano, que aterrizó en La Fábrica con 14 años y ahora es director deportivo del San Sebastián de los Reyes.

En la primera media hora de la final, antes de que el Real Madrid anotase el 0-1, Iñaki Williams fue uno de los más destacados. "Era una bala. Jugó como referencia y nos sorprendió bastante por lo rápido que era", recuerda Óscar Arroyo, canterano blanco que ahora milita en el Barbastro. "Era un portento físico", agrega Lozano. Lució como 9, demostrando su punta de velocidad y trazando desmarques en una posición que ya de sobra conoce. La diana de RDT en el minuto 28 neutralizó al equipo bilbaíno. Y también al ghanés.

En aquel Athletic, además, también había otros nombres que ahora resuenan en LaLiga EA Sports. Remiro, portero de la Real Sociedad, fue el encargado de estar bajo palos. En el eje de la zaga, el nombre de Yeray empezó a coger fuerza en Bilbao y, una línea por delante, en el centro del campo, Unai López no pudo demostrar su creatividad, completamente superado por el vendaval ofensivo blanco.

El 0-4 del Real Madrid también dejó varios nombres propios. RDT, que en aquel momento ya era un habitual en el C e incluso en el Castilla, 'bajó' al Juvenil A: "Marcó la diferencia. Estaba en dinámica del C y lo alternaba con el Castilla, pero en los partidos importantes bajaba". El delantero anotó el 0-1 que abrió la lata. Después, Cristian Benavente, jugador "muy especial" para sus compañeros, fue el autor del 0-2 y 0-3. Sergio Carrallo, ya retirado del fútbol, puso la guinda con el último tanto de la final.

Otro de los nombres propios de la final fue el de Marcos Llorente. El futbolista del Atlético de Madrid, con ficha en el Juvenil B, se estrenó con el equipo que dirigía Ramis en la final de la Copa del Rey disputada en Vera, donde había "muchos aficionados en las gradas" y hacía "un calor increíble".

Gontzal Suances, técnico del Juvenil A del Athletic, apostó por Remiro en portería; Jon Agirrezabala, Yeray Álvarez, Urtzi Iriondo y Ander Santamaría en defensa; Unai López, Iker de Eguino, Asier Etxaburu y Yanis Rahmani en el centro del campo; y por Jurgi Oteo e Iñaki Williams en ataque. Después, entraron Gorka Iturraspe, Imanol Corral, Maeky Lubrano e Iker Revuelta.

Ramis, por su parte, alineó a Alfonso Herrero bajo palos; Óscar Arroyo, Jaime Sánchez, Iván Sáez y Diego Caballo en defensa; Lucas Torró, Gonzalo Melero y Benavente en la sala de máquinas, con Alberto Lozano, Isma Cerro y RDT arriba. Ingresaron en la segunda mitad Rafa Páez, Cristian Cedrés, Sergio Carrallo y Marcos Llorente.