REAL MADRID

Al Real Madrid no le cuadran los números

Sólo Bellingham salva un ataque pobre en cifras. Vinicius y Rodrygo siguen sin carburar mientras que Joselu mantiene el tipo.

Rodrygo se lamenta de una ocasión fallada contra el Rayo./Getty
Rodrygo se lamenta de una ocasión fallada contra el Rayo. Getty
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Al Real Madrid no le salen las cuentas. Los goles no llegan y las estimaciones anotadoras planteadas a principio de temporada empiezan a convertirse en una quimera. Sin Benzema, el equipo no sólo ha perdido un faro ofensivo, sino también gran parte de la eficacia goleadora que había caracterizado al conjunto de Ancelotti en los últimos años. No generaba demasiado, pero sí contaba con un acierto sobresaliente. Este año, la dinámica es muy diferente.

Contra el Rayo se volvió a ver un asedio blanco. Dispararon un total de 22 veces a la portería de Dimitrievski, cinco de ellas entre los tres palos. Pero nada. En esta montaña rusa que vive con el gol, le tocó cruz. Porque como en el casino, la banca siempre acaba ganando, y parece que a este equipo no le va a durar la suerte o Bellingham toda la temporada.

Lo mostrado por Jude en los primeros meses de competición roza el milagro. Ni los más optimistas en el club esperaban un rendimiento ofensivo de esta magnitud. 13 goles en 14 partidos que lo alzan como líder indiscutible del equipo, al que ha mantenido a flote durante semanas. Pero el inglés no llegó con el objetivo de convertirse en el máximo artillero del equipo. Él, encantado con su nuevo rol, aporta todos los goles posibles, pero se antoja difícil que alcance esa progresión de 46 si acaba el año con 50 partidos -la media que acostumbra a jugar un futbolista blanco por temporada-.

Ancelotti: "Nos ha faltado acierto".

Ancelotti no espera ni mucho menos esas cifras. De hecho, dejó claro en rueda de prensa que Vinicius y Rodrygo marcarían más goles que Bellingham. Esta afirmación se puede volver en su contra y también, en la de los propios jugadores, de los que se esperaba un paso adelante en sus números tras la salida de Karim. Vinicius, con sólo tres goles, y Rodrygo, con uno, apenas han aportado. Su proyección les dejaría con 14 y siete tantos respectivamente al finalizar la competición.

Datos muy lejos de los 23 que marcó el de Sao Gonçalo el curso pasado y los 19 del de Osasco. Junto a Benzema conformaban un trío temible que no siempre jugó junto pero que se trasladaban la responsabilidad goleadora sin que les pesase. Entre los tres anotaron 73 en las 2022-23. Sin contar con Asensio, también atacante y que marcó 12 antes de marcharse al PSG. En esta, con la trampa de contar a Bellingham como sustituto del francés y jugando todos un total de 50 encuentros, llegarían a 67. Jude maquillaría los números si mantiene su racha unos cuantos meses más. 

Eso sí, Joselu, recién llegado del Espanyol, sí suma. Lejos del nivel de los últimos secundarios del ataque de Ancelotti, el ex del Espanyol cuenta y aprovecha sus minutos. Suma ya cinco y si sigue así terminaría con 18, muy útiles en la lucha por los títulos teniendo en cuenta que hablamos de un suplente.

Joselu, durante el Real Madrid-Rayo Vallecano. Reuters
Joselu, durante el Real Madrid-Rayo Vallecano. Reuters

Valverde pone en riesgo el carnet de Ancelotti

Otro futbolista incapaz de aportar de cara a puerta este curso es Fede Valverde, que podría poner en peligro el carnet de su entrenador si no alcanza los dichosos diez goles que debería meter con el cañón que atesora en su pierna derecha. Acabó con 12 la 2022-23, pero en esta apenas lleva uno. Jugador muy llegador y con un gran disparo, se le ha encasquillado el arma y no acaba de encontrar el camino al gol de forma recurrente, como si consiguió el ejercicio pasado.

El aporte del resto no salva la papeleta. Brahim apenas cuenta, Arda ni siquiera ha debutado, Modric y Kroos están para otras labores, y algún que otro rematador en la defensa puede echar una mano, pero no solucionar un problema. Con todo ello, Ancelotti se ve obligado a darle una vuelta a su ataque. A abrir nuevas vías con las que facturar más allá de la magia de Bellingham. El Real Madrid necesita al resto de sus soldados para su ataque porque si no aparecen, la guerra por LaLiga, la Champions y la Copa está perdida.