REAL MADRID - SEVILLA FC

La guerra fría en el palco del Santiago Bernabéu entre Real Madrid y Sevilla

La denuncia por los vídeos de la televisión del club blanco contra los árbitros elevó la tensión entre los clubes: mismo protocolo pero ambiente gélido.

José María del Nido Carrasco junto a Florentino Pérez./EFE
José María del Nido Carrasco junto a Florentino Pérez. EFE
Samuel Silva

Samuel Silva

No era una visita más al Santiago Bernabéu para los dirigentes del Sevilla. Si hace unos meses decidieron plantarse ante el Barcelona por el caso Negreira, lo que los llevó a seguir el partido desde la grada, esta vez la protesta se dirigió contra el Real Madrid, tras denunciar ante el Comité de Competición los vídeos que la televisión oficial del Real Madrid dedica a los árbitros. Con todo, ambos clubes mantuvieron el protocolo habitual de antes de los partidos, aunque, lógicamente, el ambiente entre los dirigentes fue frío y distante. No le gusta al conjunto blanco este posicionamiento en contra de otros clubes, aunque el Sevilla entendió que era de justicia mostrar su disconformidad con el otro gigante del fútbol español.

Tampoco pasan las relaciones del Sevilla y el Real Madrid por el mejor momento. Ya con José Castro en la presidencia se han vivido escenas de tensión, que han continuado ahora con José María Del Nido Carrasco. La entidad de Nervión se encuentra entre las más beligerantes contra las posturas de Florentino Pérez, ya sean por la Superliga, las demandas contra LaLiga o esos otros asuntos relacionados con el reglamento televisivo, una cuestión que no es del agrado del presidente madridista.

No existió comida oficial entre clubes, pero eso es algo habitual con el Real Madrid, que no las realiza con todos los equipos. Sí ofreció el conjunto blanco una recepción a los representantes sevillistas en el propio estadio una hora y media antes del partido. De parte del Sevilla, además el presidente, Del Nido Carrasco, asistieron los vicepresidentes José Castro, Fernando Carrión y Gabriel Ramos. A la misma también acudió Florentino Pérez, que hizo acto de presencia cuando ya estaban todos los presentes. Con un ambiente cordial y educado se celebró ese encuentro durante unos 45 minutos y que abandonaron antes tanto el presidente sevillista, que suele bajar al vestuario antes de los partidos para estar con el equipo, como el propio Florentino.

Posteriormente, ambos presidentes volvieron a coincidir en el palco. Del Nido Carrasco, como manda el protocolo, se sentó junto a Florentino Pérez, a su lado izquierdo y junto al vicepresidente, José Castro; el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes de España, Félix Bolaños, se sentó a la derecha del dirigente madridista, en un palco que volvió a rebosar de personalidades. Florentino y Del Nido comentaron alguna acción del partido, pero sin entablar otras conversaciones durante esos casi 100 minutos en los que estuvieron sentados juntos. El trato fue correcto, aunque algunos consejeros sí sintieron esa tensión más elevada de lo habitual tras el comunicado del Sevilla del día anterior.

De fondo también subyacían los conflictos del Real Madrid con la mayor parte de equipos de Primera. Las ideas de Florentino, tanto para asuntos televisivos como sobre todo con la Superliga, se entienden perjudiciales para equipos como el hispalense, de ahí que Castro antes y Del Nido Carrasco ahora hayan respaldado siempre los comunicados que han partido desde la patronal del fútbol, con su presidente, Javier Tebas, a la cabeza.

Una protesta que viene de lejos

Si el Sevilla dio el paso el sábado de denunciar los vídeos de la televisión del Real Madrid contra los árbitros, no era la primera vez que mostraba su disconformidad con este tipo de actuaciones. De hecho, en la primera vuelta, en la visita madridista al Ramón Sánchez-Pizjuán, el entonces vicepresidente José María del Nido Carrasco ya expresó su malestar. "A un club como el Real Madrid no le pegan ese tipo de conductas para presionar", expuso en Movistar antes del encuentro. "Pediría al Real Madrid que reflexionara, por un lado, en dejar de realizar ese tipo de acciones que no son buenas para la competición, y que deje de estar enfrente de los clubes en todas las decisiones que se toman intentando potenciar el crecimiento de LaLiga y de los clubes que la conformamos", añadió Del Nido con un discurso que, visto lo visto meses después, tampoco sirvió para acercar posturas.