SEVILLA FC - FC BARCELONA

Los recuerdos del Sevilla que superó al mejor Barcelona de la historia: "No escuchabas a tu compañero a cinco metros, pero no perdían la compostura ni la pelota"

Lolo Ortiz, protagonista de aquella eliminatoria de Copa de 2010, recuerda las sensaciones de un "ambiente infernal". "Era una pasada verlos jugar"

El Sevilla celebra la Copa del Rey de 2010, en el Camp Nou./SFC
El Sevilla celebra la Copa del Rey de 2010, en el Camp Nou. SFC
José Manuel Rodríguez

José Manuel Rodríguez

El Sevilla se cita esta noche en el Sánchez-Pizjuán contra el Barcelona, quince años después de una de las mayores heroicidades que se recuerdan por el barrio de Nervión. Fue en 2010, ante, posiblemente, el mejor equipo de la historia (o, al menos, el que mejor jugaba): el Barcelona de Pep Guardiola. Messi, Dani Alves, Iniesta, Xavi... y un largo etcétera de futbolistas que se presentaron en la casa de los hispalenses para arrebatarles el sueño de la Copa. Pero no lo consiguieron.

Esta noche será bien distinto. Un Barcelona que va cogiendo una forma e idea bastante curiosa, sí, pero ante un Sevilla totalmente cambiado. Queda poco en Nervión de aquellas noches gloriosas... y el recuerdo es lo único que hace soñar a una afición que da infinitas veces más de lo que recibe. Lolo Ortiz, protagonista de aquella eliminatoria de Copa del Rey, atiende a Relevo con total sinceridad: "Fue el típico partido en el que solo miras el reloj".

"El Barcelona nos encerró en nuestra área y nosotros defendimos como pudimos, y gracias al partido de Palop y a que ellos no estuvieron acertados en los metros finales, conseguimos el premio de pasar de ronda", recuerda emocionado. "Sabíamos que era el mejor Barcelona de la historia, el de Guardiola que venía de ganar el sextete. Tenía jugadores muy determinantes, como Messi o Dani Alves".

El 1-2 de la ida, con goles de Diego Capel y Álvaro Negredo para los nervionenses, se convirtió en un tesoro para un equipo que sabía ante lo que estaba: "El partido de vuelta fue intentar aguantar, cogerlos a la contra. Con el paso de los minutos nos hicimos bastante fuertes. Palop hizo un partido soberbio. Lo que más recuerdo es el ruido de la afición, chiflando cada vez que el Barcelona tenía la pelota que era la mayoría del tiempo. Y apenas se escuchaba al compañero a cinco metros, era un ambiente infernal para ellos. Y aún así no perdían la pelota".

Justamente con eso, con el ambiente infernal, se ha quedado Lolo para siempre. Pero, sobre todo, con cómo reaccionó el Barcelona ante los chiflidos: "Lo que nos impresionaba era eso, que con el ambiente que había, que no escuchabas al compañero a cinco metros, cómo esos jugadores no perdían la pelota ni la compostura. Veías la calidad que tenían. En un ambiente así, lo normal sería que te quemara la pelota y la pierdas, y ellos la mimaban, la cuidaban y la regateaban. Era una pasada verlos jugar. Lo sufrimos, pero tuvimos la recompensa que queríamos".

El gran héroe fue Andrés Palop. 'El Santo' del Sevilla se vistió por enésima vez de héroe y sacó lo que no había escrito. Una colección de paradas para toda la vida, con una soberbia ante un remate de Ibrahimovic que desesperó hasta el mismísmo Guardiola. Un bombardeo de juego ofensivo que "cuando tienes el resultado a favor se hace mucho más ameno. He vivido situaciones en el Camp Nou que en el minuto 20 vas 4-0, y ahí sí que te desesperas. Pero en este partido nos conformábamos con seguir con vida, con ver pasar los minutos. La afición nos estaba empujando muchísimo. Hubo momentos donde prácticamente el Barcelona nos desbordada, pero con la ayuda de la afición… fue el mejor ambiente que he vivido. Van pasando los minutos, vas viendo las paradas de Andrés… y el detonante fue perder 0-1 pero pasar de ronda", recuerda Lolo.

El canterano sevillista, además, le tocó salir desde el banquillo, algo siempre complicado... aunque en choques así muchísimo más: "Son partidos con mucho ritmo. Tienes que estar preparado y darlo todo cuando salgas. Teníamos claro cuál era la misión. Nos hicimos fuertes, con las líneas juntitas. Sabíamos que era un partido que podía marcar la temporada para nosotros y así fue. Fue un partido de los que sueña uno jugar".

Cuando sonó el silbato del árbitro, Nervión estalló. El Sevilla pasó a cuartos de final de una Copa del Rey que acabaría levantando. Un momento único. "Cuando llega la final, al final te juegas un título. Ha sido el único de mi carrera. Ves cómo lo vive la familia y el sevillismo… son momentos únicos. Por suerte en la historia reciente del Sevilla hemos tenido muchos así, pero para un canterano era muy especial".

Esta noche, Lolo Ortiz será un sevillista más atento a un partido "siempre complicado". El Barcelona vuelve al Sánchez-Pizjuán con la sensación de poder hacer algo grande. Una generación "con jugadores jóvenes y con mucha hambre". "Quizá no tan determinantes como lo era Messi en su día, pero con Lamine, Pedri, Gavi... es un equipazo".

Pero eso sí, pese a los momentos bajos por lo que pasa el club nervionense, Lolo lo tiene claro: "En el Sánchez-Pizjuán todo puede pasar. Ojalá el Sevilla sea capaz de competirlo. Si el partido está en ese momento que puede ir para un lado o para otro, la labor del sevillismo puede ser clave". Nervión rugirá. Y esperará que su equipo responda. La dificultad, máxima. El recuerdo de lo que un día fue, el mayor apoyo.