Así fue el reencuentro de Sergio Ramos con el Real Madrid: salvó un gol cantado y agarró de las mejillas a Rüdiger
En el 42', tras varios jugadas picados, el jugador del Sevilla se lanzó a por él sujetándole la cara con las dos manos.

Sergio Ramos vivió su primer reencuentro con el Real Madrid vistiendo la camiseta del Sevilla . El central fue de los mejores de su equipo en el primer tiempo, evitando varias jugadas de mucho peligro. Entre ellas, un gol cantado en el minuto 35'. Un centro chut de Kroos rematado por Alaba se dirigía a portería sin que Nyland pudiese impedirlo. Cuando todo apuntaba a primer gol blanco, apareció el capitán para, con la rodilla, sacar la pelota por encima del larguero.
El principio de una bonita amistad. #LALIGAEASPORTS#LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/UZXlIsU8Zg
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) October 21, 2023
Para una ocasión tan especial, tuvo de compañero de baile a Antonio Rüdiger. El fuerte carácter de Ramos chocó con la locura del alemán. Se emparejaron en los balones parados y, aunque la cosa no pasó a mayores, se vivieron piques y momentos de tensión entre ambos. Primero, con una jugada en el área sevillista, que ha acabado con un sonrisa irónica de ambos mientras se sujetaban. Se cocinaba el lío.
En la siguiente acción, esta en el área blanca, volvían a encontrarse después de que el local le propinase un codazo a Bellingham. Rüdiger se fue a por él, para recriminarle la acción. Mientras Ramos le agarraba de las mejillas, el defensor del Madrid le sujetaba por la espalda. El resto de compañeros mediaron para separarlos.
Limaron asperezas en una de las primeras acciones de la segunda parte. Tras una falta sobre Navas, se volvían a ver después del descanso. Con respeto y buen rollo, se abrazaron en el área del Real Madrid, como si no hubiese pasado nada entre ellos.
El momento de más tensión no lo protagonizó ninguno de los dos. Llegó en el tramo final, con un balón que Vinicius pedía primero a Ramos y luego a Nyland. El portero, que no se lo daba, recibía un pequeño empujón del brasileño y se tiraba al suelo. A partir de ahí, una tangana que duró bastantes segundos. Los jugadores del Sevilla se enzarzaban con Vinicius, Camavinga respondía con agresividad, y algunos de los veteranos trataban de separar. Acabó con una amarilla para el jugador del Madrid y otra para Sow.
No todo fue agresividad y tensión. Ramos saludó y charló con muchos de sus excompañeros antes y durante el encuentro. Ese respeto se vio desde el saludo inicial. En el mismo se abrazó con Carvajal, Kroos, Rodrygo, Vinicius y Alaba, aunque con este último no llegó a coincidir. De hecho, fue quien ocupó su lugar cuando terminó su contrato.
Tras el encuentro, saludo a prácticamente todos los futbolistas del Real Madrid. Se dio un fuerte abrazo con Ancelotti, con el que intercambio palabras durante unos segundo. Igual con Carvajal. También saludó y abrazó a Rüdiger después de la batalla que tuvieron sobre el terreno de juego. Un partido especial, entre los dos equipos de su vida, que acabó con respeto y mucho cariño.