El regreso de Raúl, el delantero que busca su sitio en Osasuna tras no convencer a Pellegrini
El joven vuelve a encontrarse con el Betis, el club con el que brilló en su filial antes de ser traspasado el pasado verano.

80 días después de abandonar el Betis, Raúl García de Haro se reencuentra con su exequipo. Llegará al Benito Villamarín como delantero de Osasuna, el club que apostó fuerte por su contratación el pasado verano, después de que Manuel Pellegrini diera el visto bueno a su salida. Los dirigentes béticos aceptaron la propuesta del club rojillo, que también convenció al futbolista para imponerse al Alavés, que peleó hasta el último momento por su fichaje. Pero tras su brillante paso por el Mirandés, Raúl todavía busca su sitio en Osasuna, donde el excelente rendimiento de Budimir le está poniendo las cosas difíciles en estos primeros meses.
"Estamos tranquilos, su actitud en los entrenamientos y en el día a día es muy positiva. Seguro que cuando entre el primer gol llegarán los demás", cuentan desde el entorno de Osasuna, un club que manejó excelentes informes del delantero, tanto de su etapa en el Mirandés, con el que fue segundo máximo artillero de Segunda, como de su estancia en el Betis Deportivo, donde también había mostrado sus cualidades de goleador. "Siempre destacó por su remate, pero también es un futbolista que se maneja bien fuera del área. Además, ha ido aumentando su masa muscular y eso lo ayuda contra los defensas", aseguran en el club verdiblanco los técnicos que trabajaron con el joven en la cantera.
Pero a Pellegrini nunca le entró por el ojo el delantero. Si su estreno con el primer equipo llegó de la mano de Rubi, con el chileno apenas participó en dos partidos antes de que la pasada campaña saliera cedido al Mirandés. Su presencia en la última pretemporada tampoco cambió la opinión del técnico, que finalmente dio luz verde a su traspaso atendiendo a las necesidades económicas de la entidad. Ahí aparecieron el Alavés y Osasuna para pelear por su fichaje y el conjunto rojillo, más asentado en Primera, se llevó el gato al agua.
Ahora le toca a Raúl convencer a Jagoba Arrasate, un técnico que valora su potencial y también esa apuesta de futuro que ha hecho la entidad rojilla. Hasta el momento, el delantero ha entrado más como revulsivo -sólo tres partidos de titular-, aunque en la pasada jornada estuvo cerca de estrenarse como goleador. Tras anotar y empezar a celebrar el que sería su primer tanto con Osasuna, el VAR acabó anulándolo y después erró una ocasión en el tiempo de prolongación, que acabó en una ovación de la grada para reconocer su esfuerzo.
"No me considero un delantero de área. Creo que puedo dar más cosas fuera, que me puedo asociar bien, que puedo ganar disputas. En el área, pienso que me muevo bien y tengo intuición. Mi juego no se basa solo en estar ahí", señaló el delantero hace unas semanas antes del partido contra el Granada para resaltar todo lo que puede aportar a su equipo y quitarse esa etiqueta de ariete. "Un delantero necesita tener continuidad para coger confianza, pero se va encontrando mejor y cada vez más adaptado a las defensas de Primera", sentencian desde Pamplona, donde la confianza en Raúl sigue siendo alta.
El duelo ante el Betis será especial para el joven. Tras llegar en edad juvenil, fichado desde el Almería, su crecimiento en la cantera fue exponencial hasta asentarse como goleador en el Betis Deportivo. Ahora llegará al Benito Villamarín, ese estadio en el que apenas pudo jugar, como rival y seguro que muchos focos pendientes de su actuación... si Arrasate y Budimir se lo permiten.