CARLOS MARCHENA

"Mi relación con Monchi se tuerce cuando me engañan y venden al Benfica; el Sevilla es mi casa y el sevillismo se demuestra con actos"

El exfutbolista y entrenador repasa en esta segunda entrega su paso por el Pizjuán, el 'Caso Vinicius', el interés del Real Madrid y Milan...

Carlos Marchena, en un momento de la entrevista con Relevo en el Hotel NH Collection de Sevilla. /ÁLEX CORRAL
Carlos Marchena, en un momento de la entrevista con Relevo en el Hotel NH Collection de Sevilla. ÁLEX CORRAL
Alfredo Matilla
Álex Corral

Alfredo Matilla y Álex Corral

Una vez que Carlos Marchena expuso las razones de su salida del Valencia en la primera parte de la entrevista publicada ayer, la conversación va y viene en esta segunda entrega entre su pasado como futbolista, su presente como entrenador y su futuro como formador. Entre medias le da para hacer autocrítica, para aclarar relaciones de antaño que siguen teniendo vigencia en la actualidad, para analizar algunos temas candentes que ha vivido en primera persona, como el Caso Vinicius, y para desvelar algún que otro capítulo de su vida bastante desconocido.

La pena es no haber podido grabar la comida posterior en Res Brothers, una mina sevillana de exquisita carne con la que se saltó por un día su cuidada línea. El que fuera ayudante de Baraja habla con el corazón en la mano, sin recovecos, mirando a los ojos, con sentido del humor y con ganas de escuchar: "Aquí aprendemos los unos de los otros". Más que un profesional de élite parece un compañero de clase.

En la primera parte de esta charla repasamos los motivos por los que no has renovado con el Valencia. Yo quería saber si tú te equivocaste en algo en esos cuatros meses tan duros hasta lograr la salvación o en qué tienes que mejorar.

Acertar más. Nos hemos equivocado en muchas cosas. Siempre se puede mejorar. Hay que intentar acertar más y ser valiente. Creo que lo hemos sido, pero hay que ser más valientes y que no te pesen las cosas.

¿Cuál era tu función principal a la hora de preparar un partido, más allá del día a día? 

Siempre he estado más pendiente de la defensa. El sistema defensivo me ha preocupado y le he dado más importancia. Me siento más cómodo con la gente aportando en el sistema defensivo. Luego, intenté ayudar a los jugadores a acertar. Y ahí es como todo: te tienes que equivocar, porque siempre no aciertas. Pero lo bueno es reconocerlo con los propios jugadores.

¿Hubo algún día que hayas llegado al vestuario y hayas dicho 'míster, lo que ha pasado hoy es culpa mía'?

Sí.

¿En qué situación?

No lo voy a decir porque mataría al jugador.

'Respect'. Sólo dime una cosa: ¿Fue por la planificación de un partido o por la apuesta en un jugador determinado? 

Por decir, 'yo he apostado por este jugador y me he equivocado'. Pero no te voy a decir el día porque mataría al jugador y no viene a cuento.

Por cierto, hablando de equivocaciones y por ir cerrando el apartado del Valencia para abrir otros nuevos. ¿Cómo viviste desde el banquillo el capítulo con Vinicius en Mestalla y quién tenía razón de todo lo que se dijo después de aquella escena diera la vuelta al mundo? 

Pues mira, es un episodio comprometido, pero creo que hay que hablar claro. Yo voy a hablar de lo que viví... Desde un principio, veía a Vinicius hacer gestos. Gestos con la mano, pero como hoy los jugadores hacen tantos gestos, pues... Los hacía con la mano, salen en las fotos. No les di importancia. Y luego fui viendo que el gesto era algo así como a Segunda, a Segunda. Claro, a mí eso me molestó. Me molestó que desde un principio un jugador que tiene que venir a jugar y a demostrar su calidad, que tiene mucha, y a ganar el partido, empieza a hacer gestos. A mí eso me molestó, pero yo vi un comportamiento normal. En un momento creo que empiezan a decirle una cosa y él interpreta otra. Se para el partido, todo fue muy raro, y su salida del campo yo creo que fue muy incorrecta. La salida del estadio fue muy, muy, muy incorrecta. Uno tiene que ser responsable de lo que hace, porque cuando uno es referencia, tiene que ser ejemplar.

"La salida de Mestalla de Vinicius fue muy incorrecta. Uno tiene que ser responsable de lo que hace, porque cuando uno es referencia, tiene que ser ejemplar"

¿Y el comportamiento de la grada? También hubo algunos gritos racistas. 

Creo que en un principio hay alguien que le llama, no sé si mono o algo así, pero en general el público le llama tonto. Yo he escuchado mucho decir en Valencia lo de tonto, tonto, tonto. Porque es una palabra que se dice allí y que a mí me llamó la atención cuando llegué. Tonto y burro.

¿Por ser insultos muy simples con todos los que hay para querer herir a alguien? 

Sí, sí. Dicen burro, te llaman burro, pero es algo que lo dicen y no tiene nada que ver con llamar mono. Hay mucha diferencia en llamar tonto a alguien o llamarle mono, porque estamos hablando de raza y no van por ahí los tiros. Entonces me pareció que se fue todo de madre y nos hizo daño. Esa semana estuvo el equipo en todo menos lo que tenía que estar, que era en el fútbol. Y lo pagamos porque el equipo esa semana no estuvo concentrado.

Tú, cuando jugabas, eras un central bastante caliente. Si te sentó mal como entrenador, supongo que te hubiera sentado peor estando dentro del campo. 

Me hubiera sentado muy mal. Yo siempre he sido muy de sangre caliente, porque es mi carácter, pero que alguien me provoque, me pondría peor.

Estos días Vinicius llegó a aplazar su comparecencia telemática para aclarar el caso que se investiga ya que estaba de vacaciones. ¿Qué opinión tienes al respecto? 

A mí, cuando algo me duele, y me duele mucho, lo afronto cuanto antes mejor. Ésa es mi forma de actuar. Si algo me duele, cuanto antes lo aclare mejor. Pero cada uno es libre de actuar como quiera.

Así vivió Marchena el 'Caso Vinicius' en Mestalla. IMAGEN ÁLEX CORRAL / EDICIÓN VÍDEO PABLO MUÑOZ

Entendido. Sigamos hablando precisamente de eso, de cómo te comportas tú. ¿Qué tiene que cambiar Marchena para poder estabilizarse en un staff como primer entrenador o como segundo? Has tenido varias experiencias, pero no tienes continuidad.

¿Qué necesito? Que esto sea mi principal motor, que no lo es. Cuando no es mi motor principal, no doy el 100%.

¿Cuántos hijos tienes? Lo digo porque explicabas al inicio de nuestro encuentro que son la prioridad para ti ahora, pero parece que tienes un regimiento que no te deja compaginar la familia con la profesión como hacen otros.

Tengo dos. De 15 y 11 años. Ahora mismo mi principal empresa es criarlos a los dos y aportar lo que yo le pueda aportar. El entrenador vive muy intenso y dedica mucho tiempo a su profesión. Te quita mucho y te mantiene con la cabeza llena. No estaría preparado para realizar las dos funciones como hay que hacerlo.

Quien no tenga tantos detalles como nosotros ahora, puede pensar que Marchena es muy honesto, pero también muy exigente, rígido, intransigente. ¿Te preocupa que el mundo del fútbol te pueda percibir así y que no te lleguen oportunidades en el futuro cuando te animes a entrenar de nuevo?

No me preocupa. Me gusta mucho hablar con la gente y aprendo mucho. Cuando uno aprende, no me importa. Estoy aprendiendo de vosotros ahora mismo, de que hayáis venido a Sevilla, de compartir tiempo. A mí me gusta hablar. No creo que nadie pierda nada.

Pues hablemos. En Sevilla y en el Sevilla también has ejercido como técnico. No digo que sea culpa tuya, que igual sí, pero en este club también has militado, te han querido y, sin embargo, tampoco terminaste de estabilizarte. ¿Por qué? 

¿Estabilizarme como jugador o como entrenador?

Como jugador y como entrenador.

Como jugador, el tema es muy claro. El club estaba muy mal en mi época, muy necesitado. A mí me dijeron que tenían que venderme. Y rogué para que no fuera así porque no me quería ir de ninguna manera. Me dijeron que tenían que venderme porque no había para pagar la luz.

"El Sevilla me vendió al Benfica porque decían que no había para pagar la luz. ¿Interés del Real Madrid? Me llegaron cosas. También estuve sentado con el Milan"

CARLOS MARCHENA

¿Y tenías ofertas mejores? 

Sí, pero la más rápida en ejecutarse fue la del Benfica. Fue el primero que puso el dinero y ellos estaban necesitados. Lo entiendo.

Lo entiendes, pero te molestó y marcó.

Cuando tú estás necesitado... Daban 1.000 millones de pesetas. Yo entiendo que cuando el club está necesitado, no esperas a pedir 1.200 ó 1.500. Prefiero 1.000 ahora, que 1.500 dentro de un mes. Ahí me pillaron en medio y no se miró por mi futuro. Ésa fue mi salida del Sevilla.

A mí me han contado que el Real Madrid se interesó por ti en ese verano del 2000 al que te refieres... ¿Es así?

[Amplia sonrisa]. Bueno, a mí me llegaron muchas cosas. Estuve sentado con el Milan, pero fue el Benfica primero que llegó y puso el dinero. Llegué un día del Europeo Sub-21, aterricé a las diez de la noche. Estaban mi padre y mi madre esperando en el aeropuerto. Yo creía que me llevaban a casa y, en vez de ir allí, me dijeron que tenía que ir al club. Estaban tres señores esperándome y me dijeron que me habían vendido. Y dije: '¿Cómo?'.

Marchena, sobre las ofertas que tuvo y no cuajaron. IMAGEN ÁLEX CORRAL / EDICIÓN VÍDEO PABLO MUÑOZ

¿Se puede saber quién eran esos señores? 

Sí. Roberto Alés, que en paz descanse, que era el presidente; mi representante entonces, Rodríguez de Moya; y Monchi. Me dijeron que me habían vendido al Benfica. Me dijeron que tenía que irme por la mañana en avión a Lisboa.

¿Tu relación con ellos era buena? 

Sí. Se trataba del presidente, mi agente y el delegado. Yo era un niño, tenía 20 años.

¿El delegado? Es raro que un delegado esté en una reunión de tanta importancia como ésta. No veo a Chendo sentado en una cumbre de peso para cerrar el traspaso de Mbappé. 

Bueno, Monchi ya hacía un poco ahí de… Es en lo que luego se convirtió, en director deportivo. Ésa fue mi salida. Yo dije que no mil veces y me dijeron mil y una que sí. Me volví a negar. Hubo un señor que hacía de intermediario [no quiere dar el nombre públicamente] que me amenazó y me dijo que si no me iba a Portugal se preocuparía de que no jugara ni en Tercera División. Yo dije que no me importaba. Así fue todo: me vendieron y me fui.

En el Benfica únicamente duraste una temporada.

El Benfica también estaba en una situación financiera muy mala y me vendieron al verano siguiente a un Valencia que venía de jugar la final de Champions ante el Real Madrid. Ésa es la historia. Y ya llegué al Valencia. Así fue mi salida del Sevilla.

¿Y como técnico, qué pasó? 

Lo normal o lo deseado es que, al entrar, pues estuviera ahí muchísimos años. Entré cuando se va Monchi, que fichó por la Roma. Vienen a por mí y querían que entrara en el club. Yo empecé dirigiendo con Gallardo el Sevilla C. No terminamos el año porque fue cuando salió Montella del primer equipo y llegó Joaquín Caparrós. Joaquín nos rescató para el primer equipo. Y allí fuimos, a pecho descubierto.

¿Como ayudante? 

Como ayudante y con un contrato a cero euros. Este contrato no importaba para mí con tal de ser ayudante de Joaquín Caparrós en el Sevilla. Eso es impagable. Al año siguiente fue cuando nos propusieron que nos hiciéramos cargo de la dirección deportiva del club. Sin conocimiento, sin preparación. Nos metieron a Caparrós, a Gallardo y a mí ahí porque no había nadie. El Sevilla lo necesitaba. No estábamos preparados, pero nos lo pidieron. Y como siempre estamos dispuestos a ayudar...

¿Y qué pasó?

Llegó el Mundial de Rusia en 2018. Los presidentes de la Federación y del Sevilla se ponen de acuerdo para que fuese a ayudar a Hierro tras la destitución de Lopetegui. Luego, pasó lo que pasó, pero después me ofrecen la dirección deportiva de la Selección. Yo digo que no porque me había comprometido con el Sevilla a volver tras el Mundial. Aunque no tenía ni contrato. Sin haber firmado contrato me volví y eso que la RFEF me ponía un contrato muy serio. Iba a hacer las funciones que hasta entonces había hecho Hierro. Pero si me comprometo, me comprometo. Así que volví al Sevilla.

¡Joder! Y perdona la expresión. ¿Has probado en alguna ocasión a tomar la decisión justo al contrario de lo que te dice la cabeza? Igual en vez de estar aquí hablando conmigo en un hotel, estabas en lo más alto y siendo multimillonario.

[Risas]. No lo sé, pero no sería yo. Yo había dado la palabra aquí y dije, bueno, 'me voy al Mundial pero vuelvo'.

¿Y qué pasó al regresar? 

Pues que no terminamos la Liga porque, aunque hicimos todo lo posible, no teníamos preparación ni conocimiento del mercado. No teníamos nada.

"Fui al Sevilla con Caparrós a pecho descubierto; nos metieron en la dirección deportiva y no acabamos la Liga porque no teníamos conocimiento del mercado ni preparación. No teníamos nada"

CARLOS MARCHENA

Es duro lo que dices. 

Tuvo que salir como salió, que fue regular, e incluso tuvimos que coger el equipo y destituir a Machín. El club nos pidió que cogiéramos el primer equipo. E hicimos caso. Terminamos el año todo lo buenamente que pudimos. Al año siguiente fuimos al filial. Y ya viene Monchi otra vez...

¿Y?

Me dicen que el año que viene, al filial. Yo digo que en el filial estoy un año y ya comunico que quiero hacer un proyecto, que es el que a mí me gusta, que afecta a gran parte de la cantera.

¿En qué consistía?

Era un poco lo que quiero llevar a cabo ahora de otra manera... Quería formar a los canteranos, prepararlos tanto deportiva como extradeportivamente con el objetivo de que llegaran al primer equipo en las mejores condiciones. Y veo que ese proyecto no me dejan llevarlo a cabo. O sea, estoy un año ahí y nadie se reúne conmigo pese a pedirlo. Monchi tenía mucho trabajo, él estaba saturado de trabajo. Yo le digo que me quiero reunir con él y en un año no tuvo tiempo para reunirse conmigo.

Pero habíais sido compañeros y teníais relación, ¿no? 

Sí, habíamos sido compañeros.

¿En algún momento se tuerce esa relación? 

Bueno, esa relación se tuerce cuando yo me voy al Benfica porque me venden y yo siento que me han engañado.

Pero tú le hiciste un favor al Sevilla como has explicado antes. 

Sí, pero siento que me han engañado y se lo dije. Que me habían mandado a un sitio... Entonces, bueno, desde ahí se tuerce la relación. Pero cuando viene de nuevo, oye, la relación tiene que seguir por el bien de Sevilla. Adelante, yo no tengo problema con nadie. Y si yo no tengo problema con nadie y llevo un año trabajando con los chavales en la cantera, con un proyecto de Sevilla Atlético, de Sevilla C y de Juvenil, y nadie se reúne conmigo, veo que no pinto nada. Y si no pinto nada, mejor estar en mi casa que en otro sitio. Yo no quiero incomodar. Y no quiero estar por estar, así no quiero trabajar en ninguna parte.

Marchena explica su relación con Monchi.IMAGEN ÁLEX CORRAL / EDICIÓN VÍDEO PABLO MUÑOZ

¿Y si te llama ahora mismo el Sevilla?

Sevilla, igual que Valencia, es mi casa. Yo me he criado aquí, he estado en el Sevilla desde los 10 años hasta los 20 y me fui llorando. Sevilla es mi casa, la considero mi casa. Y cada vez que he estado en Sevilla me considero uno más. He hecho cosas importantes porque el Sevilla creo que lo merece. Y si me llama el Sevilla, pues es mi casa.

¿Conoces a Víctor Orta, el sustituto de Monchi en la dirección deportiva? 

Lo conozco, sí. Lo conozco y sé cómo trabaja. Es una persona muy preparada. Creo que lo va a hacer muy bien porque tiene mucha pasión, porque tiene mucha dedicación. Conoce el mercado a las mil maravillas y conoce la casa.

Por cierto, Gallardo ha estado con él en el Leeds.

Sí, sí, sí. Han hecho un gran año. Lo del primer equipo no ha salido bien, pero al filial lo han ascendido. También le deseo toda la suerte del mundo.

Entonces, ¿te gustaría regresar ahora?

Bueno, yo estoy en Sevilla y el Sevilla es mi casa. Con lo cual siempre tendré las puertas abiertas al Sevilla.

Lo único que, viendo cómo eres una vez que te he podido conocer un poco más, creo que tú no vas a salir al Sánchez Pizjuán dándote golpes en el pecho.

Yo soy como soy. Y soy poco de mostrar.

¿Uno es menos sevillista por no ser tan pasional? 

No, no. El sevillismo se demuestra con actos. Y, como te he dicho antes con todo lo que ha ido pasando, hay actos que no se saben pero que uno hace sin venderlo. Cuando no lo vendes no se entera nadie, pero tú estás tranquilo de que lo has hecho.

¿Y la puerta de la Selección se puede volver a abrir? ¿Ha habido algún acercamiento? 

Bueno, yo tengo muy buena relación con la Federación. Estuve encantado en el Mundial de Rusia. Yo a la Selección le debo mucho, mucho, mucho. Porque desde el Mundial Sub-20, a esa generación que estuvimos en Nigeria se nos abrieron las puertas. Todos los jugadores llegaron al primer equipo. Luego te dan la oportunidad y tú tienes que demostrar. Pero esa oportunidad nos la dio ganar el Mundial Sub-20. Con lo cual, estoy agradecido y lo estaré hasta el final con la Federación. Me encuentro en mi casa también.

Siempre se ha dicho en los mentideros que, pese a ser campeón Sub-20, ser capitán de grandes equipos, ser habitual en las convocatorias de Luis Aragonés y que te apodaran 'Padre' en el vestuario de la Selección, no te veías en la lista para disputar la Euro 2008. Al parecer fue el propio seleccionador el que te tuvo que coger por banda para dejarte las cosas claras. ¿Es así o es una leyenda urbana? 

Sabéis mucho los periodistas...

Es así, ¿no?

Sí, más o menos así. En el 2008, en Valencia, estuvimos coqueteando con bajar. El año no había sido bueno. Yo había tenido muchos problemas de tobillo también. Me había costado jugar y estar bien. Y tenía la intranquilidad. Y un día me coge Luis y... ¡Qué grande era! Va y me dice: 'Usted es el único que tiene asegurado ir con la Selección a la Eurocopa, usted va a ir. ¿Tiene alguna duda?'. Así de claro. Y yo tenía muchas dudas. Pero le respondí: 'No, no, míster, yo confío'. Y me decía: 'Pues eso es lo que quiero, que no tenga dudas porque usted es uno de los míos'. Que te diga eso el seleccionador, pues te motiva mucho. Pero así era Luis.

"Yo creía que no iba a ir a la Euro 2008. Aragonés me cogió y me dijo: 'Usted es el único que tiene asegurado ir. No tenga dudas. Es uno de los míos'. ¡Qué grande era!"

CARLOS MARCHENA

Y luego vino Del Bosque. Hablamos de dos entrenadores que, más allá de lo que sabían y saben, destacaban por ser muy directos y campechanos. Ahora que usted es entrenador: ¿No choca la diferencia que hay entre estos técnicos de éxito con muchos entrenadores nuevos que van de modernos y no hay quien les entienda? 

Mira, hay veces que me siento, no acomplejado, pero sí diciendo, 'no lo entiendo'. Escucho a algunos entrenadores hablar y digo, '¿qué ha dicho?'. Y tuve la suerte también de estar con Iñaki Sáez. A Luis y a Vicente se les entendía a la primera. Y a Iñaki. Te hablaban como creo que le llegas de verdad al futbolista. Y ellos hablaban a una Selección que éramos todos nacionales y entendíamos perfectamente el castellano. Pero los entrenadores que le tienen que hablar a jugadores de seis nacionalidades diferentes, no entiendo cómo utilizan ese palabrerío para decir cosas tan básicas como vamos a bascular de un sitio a otro, o cuando el equipo esté arriba, todos juntos; o cuando el equipo está atrás, todos unidos atrás. Utilizan muchos términos que no sé si es moda o qué... No sé si hay que demostrar que tienen ese conocimiento, pero al final la sencillez es lo que más le llega al jugador.

Supongo que ahora mismo estarás deseando llevar esa filosofía a la práctica.

Ahora quiero vivir el día a día, hacer cosas para el mañana. Quiero llevar a cabo el proyecto formativo con niños, que es lo que tengo entre manos, hacerlo crecer, que las entidades se involucren, que yo consiga que los demás lo vean. Es algo bueno para la sociedad. Y en eso estoy, intentando convencer a la gente de que eche una mano. Y si no, lo afronto yo con mi equipo de trabajo, porque creemos firmemente en ello, porque creemos que es algo positivo para los chavales. Y cuando uno cree tan firmemente en algo, si te ayudan bien y si no, también.

Hablas de equipo de trabajo. ¿Si mañana te llegara una propuesta para entrenar profesionalmente ya tendrías claro quiénes serían tus acompañantes?

En 10 minutos lo tendría.

¿Y representante sigues teniendo? 

Yo siempre he estado con García Quilón. ¿Te acuerdas de lo del Benfica que comentábamos antes? Pues García Quilón vino a hablar conmigo un año antes de irme al Benfica para representarme. El hombre fue muy franco. Yo era un niño y sabía que era un representante muy bueno de España, pero le dije que no porque tenía una persona aquí que me llevaba: 'Si no me ha fallado, no tengo por qué cambiar', le dije. Y él fue muy claro: 'El día que te falle, me llamas'. Y así fue. Entendía que mi anterior agente no lo hizo bien, al menos desde mi forma de verlo, y lo llamé. Y a partir de ahí, siempre me ha llevado mi carrera deportiva. Pero nunca he firmado nada con él.

¿Cómo?

Ha sido todo de palabra. Si dos personas se dan la palabra, es algo más que un contrato. Y lo del Valencia se hizo así. Le dije: 'Manolo, hablamos y listo'. Y Manolo lo hizo.

Hay ayudantes, como Rubén Uría, que siempre está al lado de Marcelino, que una vez me dijo en una entrevista que él quiere ser segundo entrenador toda la vida. ¿Serías capaz de ser segundo siempre o a ti te gusta ser primer espada? 

A mí me gustaría ser entrenador, porque al final cada uno lo vemos de una manera. Por muy bien o por muy parecido que lo veas con el primero, yo también haría cosas diferentes. No tengo problemas. Y además me veo preparado.

Mientras, ¿vas a ser comentarista de nuevo? 

Sí, no me importaría. Me gusta.

¿Hay propuestas? 

Sí, hay propuestas. He estado con Televisión Española y tengo buena relación. Me han dicho que, como no voy a continuar en el Valencia, que querrían contar conmigo. Y es un sitio en el que me gusta estar.

Con lo recto que eres por lo que hemos podido ver en esta entrevista con dos entregas, y por la época en la que nos movemos, te lo tengo que preguntar: ¿Has tenido alguna propuesta para entrar en política? 

No, ninguna.

¿Ni en tu pueblo? 

No.

¿Y si te la hicieran? 

Yo me siento con todo el mundo y aprendo de todo el mundo. Contribuir al bienestar de la sociedad es algo que me motiva.

¿Y en AFE?

Ya estuve con Rubiales. Como seis años. Pero cuando dejé de ser jugador ya entendía que mi sitio no era el sindicato.

¿La relación con Aganzo, el actual presidente, cómo es? Lo pregunto porque ahora mismo el fútbol español está muy polarizado y dividido en bandos y, parece, que si te llevas bien con uno no te puede llevar con el de enfrente...

Mi relación es muy buena. Jugué con él en el Mundial Sub-20. Y además, hace poco, en el partido de homenaje a Joaquín, él también estuvo aquí en Sevilla. Somos compañeros. Me llevo bien con todo el mundo. Intento ser una persona que entiendo a todo el mundo. Hay gente que dice que eres mío o que estás contra mí. No, no, yo no entiendo la vida de esa manera.

Creo que ha quedado claro con esta charla.

Se ha hecho corta.

¿Quieres comentar alguna cosa más? Mi AVE no sale hasta mañana.

Estoy dando conferencias ahora.

¿Sí? ¿Dónde y por qué? 

Preparé una charla para mujeres como mi madre, de 60, 70 años. Para hablar un poco acerca de cómo ven la vida ella y de cómo la vemos los demás. Y me gustó. Muy buena experiencia. Ahora hablamos en la comida, pero también estoy escribiendo una cosita...