La madre de uno de los agredidos del Villarreal cuenta el horror que vivieron: "Solo oía a mi hijo gritar, a un amigo suyo le tienen que reconstruir la mandíbula"

Las 23:00 horas, acaba el Villarreal CF - Valencia CF en un empate tras un encuentro intenso y con una previa en la que hubo pique sano entre aficiones -unos cantaban 'Peter quédate', otros 'Villarreal equipo filial'-, pero en el que no hay que lamentar ningún tipo de incidente. Pero eso dura poco. Mientras Adrián y dos amigos suyos vuelven a casa un grupo de 4 personas de negro encapuchadas rompen todo ese mencionado ambiente y propinan una brutal paliza a Adrián y sus amigos, los tres amigos con diversidad funcional.

Susana Herreros, madre de Adrián, ha querido denunciar lo que ocurrió, no solo a la policía, también en este medio. Adrián se ha pasado la noche en el hospital, hasta las 7:00 ha tenido que estar en observación porque perdió el conocimiento, mientras que un amigo suyo, Mario, va a tener que ser operado el jueves de la mandíbula porque se la han roto por dos lados y necesita una reconstrucción casi total. Una situación injustificable que Susana expone en Relevo.

Gracias a Dios él está dolorido pero bastante bien, le duele la cara el ojo y la boca, se marea... Pero está bien.

Acaba el partido y salieron para venir a mi casa cruzando el parque del tren de la Panderola y a la altura de unas mesas y bancos que hay vieron a 4 personas vestidas de negro que empezaron a increparles: subnormales, aldeanos, perros, hijos de puta, de todo. Ellos pasaron por delante sin hacer caso y al cruzar la calle, entre ellos iban diciendo 'joder los mig ouets' (expresión peyorativa), como nos hablan y como se han puesto, pero entre ellos, no hacia ellos. Luego empezaron a gritarles desde lejos 'qué decís vosotros' y fueron corriendo y empezaron a pegarles. Sin más, sin menos.

Mi hijo iba con 2 personas más, tres alumnos del colegio La Panderola, un colegio de educación especial. Tienen 18 y 21 años. Los otros eran 4, pero al ver que les estaban pegando acudió un quinto para sumarse a la paliza. Ellos eran más mayores, mientras iban corriendo a pegarles se pusieron la capucha para que no se les reconociera.

Mi hijo no me ha sabido decir, solo que iban todo de negro, solo recuerda que iban de negro. No recuerda más porque llegaron, les pegaron y se fueron. Usan el fútbol como cualquier excusa.

A mí me llama Adrián, mi hijo, nada más ocurrir esto. Me llama a mí antes que a la policía. Yo solo oía a él y a sus amigos chillar y chillar. Yo, que tengo la rodilla fastidiada, llamé a mi marido y a la policía, les pedí que se acercaran por favor. Cuando llegó mi marido ya les estaba atendiendo la policía, también otras personas les habían ayudado y un aficionado afortunadamente era médico y les pudo atender. Mi hijo -tras llamarme-, al verse ya 'a salvo' y pasarle la adrenalina, se mareó y perdió el conocimiento. Le habían pegado muchos puñetazos en la cara, aguantó la reacción inmediata para llamarme, pero cuando se vio a salvo, el cuerpo le dijo 'basta' y se desmayó. Empezó a perder la visión del ojo...

Con Adrián hemos llegado a casa a las 7 de la mañana. A uno de sus amigos, Mario, le tuvieron que trasladar al Hospital General de Castellón porque le tenía que ver un profesional maxilofacial, hoy le han explicado a los padres que tiene toda la mandíbula rota y que necesita una reconstrucción por los dos lados. El jueves le intervienen y le harán cirugía y le intentarán reconstruir, porque ahora mismo ni siquiera pueden de lo inflamado que está.

A uno le vieron la cara, les llamó la atención porque era grande, mayor, calvo o rapado y sobre todo tenía una barba pronunciada.

Sí, directamente en el hospital... el parte de lesiones nos lo dieron y fue directamente al juzgado y va por vía judicial. El Villarreal nos ha contactado, además yo soy presidenta de una peña del Villarreal, mi marido también está metido en las peñas y estamos muy ligados al club. Hemos procurado inculcar a nuestros hijos valores y respeto, de hecho unos días antes del partido pasamos un comunicado interno a todas las peñas pidiendo que no cayéramos en la dinámica de ensuciar un derbi, que fuera fútbol, que no hubiera problemas.

Sí. Correcto. Una cosa es un pique sano, pero yo ayer vi a personas justificándolo en redes sociales y me pareció increíble. Es lo que más me revienta a mí y no me puedo aguantar. Por eso quiero denunciarlo públicamente en los medios de comunicación porque me duele la vida lo que ha pasado, creo que es de valientes denunciar esto porque esto no puede volver a pasar. Lo condeno hasta la saciedad, porque luchamos contra esto. Esto no es fútbol, esto no entra en nuestros planes, no tiene cabida.