La renovación de Rubén Baraja se alarga más de lo que él querría
Hace siete días las partes pactaron ampliar un año, hasta 2026, pero aspectos como el salario están todavía pendientes y se está alargando más de lo esperado por el técnico.

Hace exactamente siete días la renovación de Rubén Baraja empezó a tomar forma. El Pipo, su agente mediante, y el club de Mestalla llegaron al acuerdo de ampliar su contrato por una temporada más de los años actuales, hasta 2026. Y aunque en la propuesta inicial del agente del jugador fuera hasta 2027, tanto Baraja -que prefiere un contrato corto-, como el club, acordaron que fuera hasta dicha fecha. Han pasado los días y la negociación ha seguido y aunque la voluntad de las dos partes es la de llegar a un entendimiento, todavía no se ha dado ¿Qué ocurre?
Hay que retrotrarse al pasado lunes 27 de mayo. Ese día, nada más acabar LaLiga, y tal y como exponen fuentes cercanas al técnico, la directiva che acudió a la capital de España a reunirse con el agente del jugador. Posteriormente, se dieron diferentes reuniones en la Ciudad Deportiva de Paterna con el entrenador, a quien se le explicó grosso modo qué iba a ser el proyecto de la 24/25. Rubén dio un voto de confianza y aceptó lo hablado: habría una venta importante, pero se intentaría tocar la columna vertebral lo menos posible. A cambio, el club aceptaría traer jugadores experimentados(ejemplo, Luis Rioja), aunque no hubiera apenas retorno de la inversión a su fichaje.
Las bases quedaron sentadas pues al término de la semana pasada, pero la negociación continuó. Aspectos como el salario y su fecha de aplicación (lógicamente Baraja espera que empiece a cobrar un mejor salario desde el año próximo y no a partir de la 25/26 en ese año extra que se ampliaría), quedaron pendientes, así como otros detalles que ninguna de las partes han querido comentar. Pero lo cierto es que el entorno del entrenador esperaba que a estas alturas ya estuviera resuelto.
Pero la renovación se está alargando más de lo que Rubén Baraja querría. Los tiempos que marca la entidad che, habitualmente supeditados a Singapur, están ralentizando un movimiento que el entrenador quiere cerrar cuanto antes. Desde el entorno del técnico se llama a la tranquilidad y asumen con cierta apatía el hecho de que los plazos se alarguen tanto. Baraja ha vivido desde Valencia casi la totalidad de la 'era Lim' y nadie le ha de explicar cómo funcionan sus tiempos.
Pese a todo lo dicho, la voluntad sigue siendo clara: seguir en el club. El escenario en el que se está actualmente es que Rubén Baraja ya conoce como funcionará el club en la 2024/2025 y lo acepta. Sabe que este verano puede haber una venta y lo acepta. Dicho de otra forma, todo lo que compete al entendimiento deportivo Valencia-entrenador, está resuelto. Pero otros aspectos siguen en negociación como exponen ambas partes a este medio y cada modificación que se plantea requiere ralentizar todo por los tiempos a los que está sometido la entidad de Mestalla.
¿Se llegará a un acuerdo? La voluntad de Baraja es que sí. Evidentemente la lentitud le incomoda, pero de momento no es razón de peso suficiente como para no seguir la negociación. La voluntad del Valencia CF también es de seguir. Pero los parámetros de la entidad en todos los aspectos vienen completamente definidos y todo lo que sea salir de ahí eterniza cualquier movimiento. Afortunadamente, Baraja no está pidiendo 'el oro y el moro' por lo que aunque sea con lentitud, la renovación llegará a buen puerto.