La resaca de la gran fiesta del Girona es una restructuración de Champions: "Tenemos un puzle por hacer"

Girona es territorio Champions y por eso la ciudad se echó este domingo a la calle para celebrar un fiestón histórico con los hombres que lo han hecho posible, del presidente del consejo de administración, Pere Guardiola, al último empleado, pasando por Delfí Geli y con Míchel y los futbolistas como protagonistas auténticos. Hubo 30.000 aficionados en las calles. Una locura. Los 81 puntos y el tercer puesto en la Liga que le lleva a la Champions por vez primera en su historia justifican la alegría vivida en una cabalgata que empezó en Montilivi y que con un autobús descapotable les llevó a la Plaça del Vi, al balcón del Ajuntament, donde les esperaba el alcalde Lluc Salellas.

Los jugadores vestían con una camiseta diseñada para la ocasión en la que se podía leer "We are tossuts", (somos cabezotas) en referencia a una de las características que definen a los gironins, y que remite al lema que presidió el ascenso hace dos años (tozudos de Primera). En la espalda, algunas imágenes de lugares icónicos de las comarcas de Girona, como el museo Dalí, el Pont de Besalú y otros decoraban la camiseta.

En la plaza, voces del coro 'Geriona' interpretaron desde el balcón de una finca contigua el himno de la Champions antes de que empezaran los discursos, como el de Geli: "El año que viene toda Europa verá quién es el Girona, solo acabamos de llegar". Como siempre, el entrenador fue uno de los más ovacionados, al grito de Michel Català, por ese compromiso adoptado con la lengua y en su arenga, apareció Vallecas, claro: "Como decimos en mi barrio, el año que viene vais a flipar".

Habló el pichichi, Dovbyk, en un suelto castellano, que justificó su título de máximo goleador y la clasificación para la Champions al decir que "más que un equipo hemos sido una familia"; también su compatriota se expresó y lo hizo Aleix García para reconocer su orgullo por haber sido capitán del grupo en algunos partidos y lamentó que "esto se acabe". No se sabe si lo dijo por el año o porque se pira. La lio un poco al sacarse la camiseta blanca y enseñar la de la próxima temporada, que ya corría por las redes, pero que, en su caso, incorporaba el nuevo espónsor, Etihad, que el club aún no ha hecho oficial. Puede hacerlo en las próximas horas.

Cogió el micro Stuani –"gracias por vuestra ayuda, os llevo en mi corazón"-, Eric –"costará mucho asumir lo que hemos conseguido, he sido muy feliz"- la fresita Yan Couto, Portu, Juanpe... y así, uno tras otro hasta que habló Quique Cárcel, que le agradeció a Míchel haber llevado al límite la idea que él tenía. Quien no apareció fue Pere Guardiola –que se personó en la fiesta con su hijo menor para disfrutar como pocos del fiestón-, y que estuvo en todo momento en un segundo plano, disfrutando desde el balcón junto a Santi Pou, miembro del staff. En la plaza también estaban las familias de los jugadores y sus hijos, incluida la de Daley Blind: con su mujer, a punto de salir de cuentas, y sus padres. El mítico exfutbolista del Ajax, que sabe bien lo que es una fiesta de celebración.

El festejo siguió en la Devesa, con conciertos, ante más de 15.000 personas que se acercaron a celebrar y bailar en el tradicional recinto donde se suelen hacer los conciertos de las Barraques en las Festes de Sant Narcís; hubo incluso más gente que la que se acumula en esos días de fiesta mayor. Cuando llegó el autocar del equipo, con el staff y los empleados del club, Els Catarres, uno de los grupos referenciales del pop catalán, terminaban su actuación. En el escenario solo faltó Tsygankov, pero tenía una buena excusa: estaba en casa acostando a su bebé. Allí volvió a hablar Míchel –"el año que viene los equipos que vengan a jugar la Champions a Montilivi fliparán. Lo que hemos hecho ha sido muy difícil, pero este equipo seguirá haciendo historia"- dijo.

También lo hizo Stuani, ciertamente emocionado –"ver lo que está pasando en Girona me llena de felicidad, es increíble"- y estremeció escuchar a Borja García, uno de los capitanes, que las ha pasado magras este año por culpa de las lesiones. El número 10 se acordó "de toda la gente que había en el club cuando esto no podíamos imaginarlo y se dejaron la vida para que hoy estemos en la Champions".

El centrocampista de Torremocha del Jarama es uno de los futbolistas que termina contrato el 30 de junio. Está por ver si continuará en activo o a los 33 años colgará las botas, después de no haber jugado un solo minuto, cansado de encadenar lesiones. Pero está por ver. Como Juanpe, el central, otro de los capitanes. El club probablemente le ofrecerá la renovación al canario, uno de los líderes silenciosos del vestuario. De hecho, tanto en la Plaça del Vi, como en el balcón del Ayuntamiento, y en el escenario de la Devesa, uno de los cánticos más recurrentes por los aficionados fue el "xxxx quédate". Las xxxx pueden sustituirlas por Eric, Dovbyk, Aleix, Iván, Savinho... Eric García, de hecho, volverá al Barça terminada la cesión, pero el Girona pretende seguir contando con él, así que está por ver qué pasa.

Las palabras de algún jugador, como las de Aleix, preconvocado por Luis de la Fuente para la Eurocopa de Alemania, dio alguna pista de lo que puede ser su futuro. No en vano, el Girona tiene una oferta del Bayer Leverkusen y negocia el precio de su traspaso. El medicoentro catalán tiene una cláusula de 20 millones de euros y ha recibido la llamada de Xabi Alonso, pero no hay nada pactado ni entre clubes ni entre el conjunto alemán y el jugador, que no descarta seguir en Girona.

Quique Cárcel tiene muchos frentes abiertos las próximas semanas porque deberá hacer encaje de bolillos. Dependiendo de lo que se venda, tendrá que fichar. En principio el objetivo del Girona es traer un central, eso seguro. Y luego, a ver. "Tenemos un puzle por hacer", reconocían ayer durante la fiesta miembros del cuerpo técnico, que evidentemente ya han empezado a trabajar. Por eso, en los despachos del área deportiva se han cogido un par de días de descanso para cargar las pilas. El arquitecto, como llaman a Cárcel, por ejemplo, estará en Mallorca participando en un torneo de pádel benéfico.

"El futuro es rojiblanco", dijo el hombre que trazó el camino y que ha llevado al Girona a Europa cuando habló en la Devesa. Lo cierto es que en Girona son tossuts y por eso fue una fiesta.