FC BARCELONA

El palo al límite salarial del Barça no es tan grave: 'limpia' las rescisiones de Mirotic, Jordi Alba o Umtiti

El club azulgrana no pierde capacidad de inscripción y puede seguir reforzándose con las mismas condiciones que hasta ahora.

Nikola Mirotic, durante su etapa en el Barcelona, en un Clásico contra el Real Madrid./EFE
Nikola Mirotic, durante su etapa en el Barcelona, en un Clásico contra el Real Madrid. EFE
Sergio Fernández

Sergio Fernández

El Barcelona ha pasado de 656 millones de límite de plantilla en septiembre de 2022 a 270 un año después. Ahora, con la actualización del mercado de invierno, se han quedado en tan solo 204 millones, es decir: han perdido el 25% de su capacidad para pagar salarios a jugadores, entrenador, segundo entrenador, preparador físíco, cantera y otras secciones del club. Es decir: han perdido 66 millones en sueldos y en su capacidad para pagarlos. Y esto, aunque suene dramático, para la realidad práctica del Barça no tiene ninguna repercusión inmediata. No es fácil de explicar, pero vamos a intentarlo. Básicamente: no pierden capacidad de contratación.

El Barcelona no va a perder ninguna capacidad de inscripción, es decir, va a poder seguir fichando en las mismas condiciones que hasta ahora por una triste realidad para el club: están excedidos. Y, en realidad, a corto plazo, les cambia muy poco estar excedidos en 100 que en 200: tienen que seguir ateniéndose a fichar por una parte de los salarios que liberen, igualmente. Y, sobre todo, tienen que arreglar el problemón de los 160 millones de la repalanca que no termina de ingresar nadie, ni Libero, ni ningún otro inversor, por Barça Studios. Que ese sí que es el drama verdadero del club dirigido por Joan Laporta.

Los números en los que en realidad en Barcelona se tendría que estar moviendo en términos de límite salarial deberían rondar los 700 millones. Y, sobre esa "realidad", 66 más o 66 menos es un golpe, pero no es un agujero negro. Su realidad es la misma: mala, pero en vías de solución si aparece el dinero de la repalanca o se venden jugadores franquicia del club. Que la temporada 2023-24 va a estar plagada de riesgos es una realidad que no alteran 70 millones más o menos de límite de plantilla.

¿Por qué han perdido 66 millones del verano pasado a ahora? La explicación está en las rescisiones llevadas a cabo por el club azulgrana. Y no sólo las de fútbol: de hecho una de las más caras es la de Nikola Mirotic, que fue despedido el 20 de julio de 2023 sin llegar a un acuerdo con el jugador. Hay otras: Umtiti, Jordi Alba, Higgins... Contratos que se han liberado a cambio de una indemnización. ¿Qué ha hecho el Barcelona? Cargar esos gastos a la temporada que corresponde, es decir, a la 22-23, a pesar de que podían haber esperado. Han preferido imputárselos a ese ejercicio y la realidad es que les da igual.

Laporta defiende la mejora financiera del Barcelona.EFE

Un error muy habitual al hablar de cuentas de los clubes es mezclar control ecónomico y límites de plantilla, con los presupuestos en general. El gasto que se genera de rescindir a estos jugadores aparece en las cuentas del Barcelona en la 2022-23 pero, a efectos de control económico, esas indemnizaciones se imputarán en las temporadas a las que correspondía el coste de esos jugadores rescindidos. Si a fulanito le quedaban tres temporadas y se le ha indemnizado con tres millones, pues a efectos de tope salarial les cuesta un millón al año.

Y en cuanto a los presupuestos, pues se tragan el sapo de las rescisiones en estas cuentas (aquí sólo hablamos de presupuestos, no de límite de plantilla), y en las próximas, ya con el Camp Nou operativo y más capacidad de generar ingresos, tendrán un problema menos que afrontar. Darán mejores resultados.

Cuando LaLiga, el pasado mes de mayo, les dio el límite para trabajar durante el verano, estas rescisiones todavía no se habían producido y no estaban cargadas en el de 270 millones de euros que tuvieron en septiembre. Ahora, simplemente, lo que han hecho es ajustárselo una vez tomadas en consideración las citadas rescisiones. Lo sufren ahora, pero se olvidan de ello en las siguientes. Y su capacidad sigue siendo la misma que hasta ahora: mala, pero posible.

De hecho esta es otra norma que da oxígeno a las cuentas del Barcelona: las rescisiones pueden diluirse entre los años que le quedaban al jugador liberado de contrato. Es decir: si para librarte del contrato de, por ejemplo, del cedido Dest y le quedan dos temporadas a tres millones por temporada (cifras no reales), le costaría 6 millones rescindirlo por las bravas. Si llega a un acuerdo y le paga 2,5, esos dos millones y medio no tiene que pagarlos inmediatamente a efectos de control económico, sino que puede dividirlos entre los dos años de contrato que le quedaban a Dest.

La versión del Barcelona

El propio FC Barcelona ha querido explicar de forma informal está pérdida de capacidad en el límite de plantilla del equipo. "El club lo hizo con plena conciencia para avanzar el proceso de rebaja salarial que culminó a finales de verano, con más de 180 millones de euros de ahorro respecto a la temporada anterior. LaLiga lo ha actualizado como proceso habitual en cada final de mercado de traspasos".

El Barcelona estuvo fichando ya durante el mercado bajo el artículo 100 de las normas de control económico, por estar excedido. El club lo achaca a las pérdidas por culpa del COVID y a las obras del estadio. Sin embargo confían en cumplir su presupuesto de la 23-24 y conseguir volver a poder fichar "normal", sin estar excedido, es decir: sin tener que liberar salarios para solamente poder usar una parte de esos beneficios.