FC BARCELONA

El adiós de Alex Song, el "calientabanquillos" del Camp Nou: "Nunca se adaptó"

Se retira el futbolista que fichó por el Barça para ser millonario. Jordi Roura y Fran Mérida le recuerdan en Relevo.

Alex Song en su etapa como futbolista del Barça. /AFP
Alex Song en su etapa como futbolista del Barça. AFP
Alex Pintanel
Jordi Cardero

Alex Pintanel y Jordi Cardero

El mismo verano que Alex Song aterrizó en Barcelona, Luka Modric llegó a Madrid. En los medios de comunicación se generó el debate sobre qué jugador acabaría teniendo más impacto en su equipo. A Song y Modric, que ya habían vivido la rivalidad en Arsenal y Tottenham, les tocaría enfrentarse en los Clásicos. Sin embargo, en sus dos temporadas como jugador blaugrana antes de irse cedido, jugó poco más de media hora contra Modric.

Más de una década después, Modric, que en el camino levantó un Balón de Oro tras llevar a Croacia a la final del Mundial de Rusia 2018, sigue peloteando en el Real Madrid. Song, en cambio, cuelga las botas tras una última etapa en el As Arta Solar de Djibouti. Llegó al Barça como complemento de Sergio Busquets, pero su rendimiento no fue el deseado.

De hecho, el barcelonismo apenas guarda recuerdos futbolísticos del mediocentro. Dejó en sus vitrinas una Liga y una Supercopa de España. Muchos culés aún tienen grabada la celebración de LaLiga en el Camp Nou. El capitán Puyol fue a darle el trofeo a Eric Abidal para que lo levantara, como un tiempo atrás hizo con la Champions en Wembley. Dirigiéndose hacia el francés con la copa en la mano, Song pensó que Puyol se la iba a dar a él. Hasta que apareció Abidal y Carles tuvo que apartarle.

Poco le importó a Song que cuando el Barcelona viajó a Londres a ficharle, desde el club le fueran sinceros al decirle que su presencia sería secundaria, que estaría a la sombra de Busquets. "Cuando el Barcelona me ofreció un contrato y vi cuánto ganaría, no lo pensé dos veces, me dijeron que no jugaría muchos partidos. No me importaba una mierda ser un calientabanquillos en el Camp Nou por el dinero que ganaba, sabía que ahora me haría millonario", llegó a reconocer el ex gunner.

El primer Song

Sus siete temporadas en el Arsenal, de 2005 a 2012, fueron los años que más le marcaron. En Londres no dejó indiferente a nadie. "Quería codearme con los grandes. Podría comprar donde quisiera y pasar noches locas. Iba al entrenamiento y veía a Thierry Henry aparecer en con una auténtica joya de coche. Me dije a mí mismo que quería el mismo automóvil a toda costa. Fui al concesionario, firmé los papeles y el préstamo. Pero te juro que lo tuve que devolver dos meses después. Todo mi dinero se estaba gastando en llenarlo de gasolina", confesó Song.

En Londres coincidió con Fran Mérida, ex jugador de Osasuna y Espanyol y formado en La Masia. "Siempre le gustaba llevar ropa de marca. Le encantaba poner música en el vestuario y además fue un jugador muy importante para nosotros. Él estuvo en el filial conmigo pero dio el salto al primer equipo muy rápido", explica Mérida a Relevo.

El futbolista español guarda muy buenos recuerdos de Song. "Era una persona muy alegre y bromista. Eboué y él eran los que daban más alegría al vestuario. Eran los más dicharacheros", añade. Cada temporada el Arsenal hacía un Media Day con los periodistas y un año tanto Alex Song como Eboué empezaron a jugar con la mascota el club delante de los medios de comunicación y montaron un show tremendo recuerda Mérida. "Todo el mundo alucinaba", rememora.

Alex Song en un partido contra el Barça en su etapa en el Arsenal.  REUTERS
Alex Song en un partido contra el Barça en su etapa en el Arsenal. REUTERS

Sobre su rol en el equipo, Fran Mérida comenta que "era indiscutible con nosotros pero cuando llegó al Barça no pudo tener protagonismo. Para él tuvo que ser muy difícil. En el Arsenal destacaba por su físico y su despliegue y con el balón tenía criterio. No lo recuerdo como un goleador pero es que si lo fuera sería Modric", añade el futbolista barcelonés.

“Tenía una presencia al área rival muy justa”

El Barcelona pagó cerca de 20 millones de euros por el jugador camerunés. Pasó sin pena ni gloria por la Ciudad Condal. Jugó 65 partidos en dos temporadas. "No nos funcionó. Acabó siendo un actor secundario y no fue capaz de quitarle la titularidad a Busquets. Venía de un estilo similar al nuestro y de hacer muy buenas temporadas en el Arsenal. Pensábamos que nos encajaría mejor pero el resultado no fue el esperado", explica a Relevo Jordi Roura, segundo entrenador azulgrana la temporada 2012/13.

Song llegó en 2012 para convertirse en el recambio de Keita y el complemento de Busquets pero no cuajó. Incluso llegó a jugar algunos partidos de central. "Se asociaba muy bien y entendía bien el juego de posición porque venía de una idea de fútbol similar. Con el balón en los pies era un jugador que tenía calidad", comenta Roura.

Alex Song en su presentación con el FC Barcelona.  AGENCIAS
Alex Song en su presentación con el FC Barcelona. AGENCIAS

En sus dos temporadas como azulgrana, el centrocampista camerunés marcó solo un gol en Liga ante el Real Zaragoza y miembros del cuerpo técnico de aquel equipo reconocen a Relevo que "no tenía calidad para el gol y eso le lastró. Tenía una presencia al área muy justa". Incluso en los entrenamientos, a Song se le veían las carencias de cara a portería.

"Mi vida se basaba en un ordenador y un móvil"

Después de desvincularse del Barça se marchó a Kazan. Una experiencia que tan solo duró un año y que fue un calvario para al futbolista. "Cuando firmé me dijeron que me darían una casa pero luego, pasaban los meses y no la tenía. Al final, me sacaron del hotel y tuve que vivir en la ciudad deportiva. Pasaba el tiempo sentado en mi habitación y nunca encendía la luz. Estaba siempre con mi ordenador, sin televisión siquiera porque no entendía nada al estar en ruso. Toda mi vida se basaba en un ordenador y un móvil y eso no es sano. Comía siempre en las instalaciones del club y siempre solo. Me estaba volviendo loco. No lloraba, pero estaba muy estresado", aseguró Song en una entrevista en The Telegraph. Su carrera ya es historia.