REAL MADRID

La reunión clave para fichar a Mbappé fue el 1 de junio y Florentino dio un 'puñetazo' en la mesa

La cumbre en Valdebebas con Ancelotti y JAS era por Kane, Benzema y la planificación y el presidente recordó su único plan y el único destino: ahorrar y fichar a Kylian en 2024.

Mbappé y Ancelotti se dan la mano en el último Real Madrid-PSG en el Bernabéu. /GETTY
Mbappé y Ancelotti se dan la mano en el último Real Madrid-PSG en el Bernabéu. GETTY
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Hay reuniones a las que uno entra siempre con unos objetivos claros, un guion perfectamente estructurado y hasta con las intervenciones ensayadas a conciencia. Y, sin embargo, sale de ellas con la hoja de prioridades del revés, con más deberes que derechos y sin haber podido decir casi una palabra. Eso fue precisamente lo que sucedió la mañana calurosa del pasado 1 de junio de 2023 en la Ciudad Deportiva. Justo en plena resaca de la temporada para el Real Madrid, viendo cómo el Barça se había hecho con LaLiga, Guardiola levantaba la Champions y Ancelotti estaba en el alambre, Florentino Pérez quiso reunirse con el técnico para escucharle, debatir y dejar atada la planificación de la próxima temporada. Y allí, los argumentos que el técnico italiano pensaba pronunciar, saltaron al final por los aires.

La cumbre en Valdebebas, a la que también asistió José Ángel Sánchez, director general del club, fue tan productiva como afable y definitiva. Ancelotti intentó hacer ver a los dirigentes que había que reforzar de urgencia la plantilla, porque para esos momentos ya empezaba a coger fuerza el runrún de la posible salida de Benzema a Arabia Saudí y, además, el fichaje de Joselu todavía no era oficial -aunque estaba atado- y varias de las renovaciones que luego se sellaron (Modric, Kroos, Ceballos, Nacho...) estaban en el aire. Tal era el estado de necesidad que Carletto pidió un esfuerzo extra por Kane, entonces en el Tottenham antes de acabar en el Bayern.

Florentino Pérez, comprensivo y cercano, quiso ir por partes. En primer lugar, y para poner bien sólidas las primeras bases, empoderó al entrenador, le dijo que seguiría al frente del equipo, le sugirió que se olvidara de los primeros rumores que le acercaban a Brasil y que lo diera todo en su última temporada. Es más, que estaban muy contentos por cómo estaba gestionando al equipo y sobre todo a los jóvenes, y que si la siguiente campaña se cumplían los objetivos el Madrid no tendría problemas en ofrecerle la continuidad, tal y como sucedió antes de las últimas Navidades. Ancelotti agradeció el gesto. Pero el presidente y JAS casi ni le volvieron a dejar hablar.

En esa cita le informaron que el Real Madrid no iba a pagar un dineral por un delantero como Kane. Y no sólo por sus 30 años y falta de porvenir para que fuera rentable. Sino porque había muchísimos mejores planes en marcha. Por eso, se desechó de un plumazo otro ofrecimiento que había llegado días antes la entidad madridista en nombre de Havertz. Florentino Pérez, muy sereno pero tajante, dijo que la estrategia del club blanco pasaba única y exclusivamente por Mbappé. Y que nada ni nadie iba a frenar el plan o enredarlo con Haaland y otros nombres. Se fuera Benzema -operación que veían con buenos ojos- o se encasquillase alguna de las renovaciones. Absolutamente ningún acontecimiento iba a modificar este planteamiento.

Al día siguiente de ese encuentro tan determinante, Relevo informó en exclusiva de una conversación que a la postre se ha cumplido a rajatabla y que incluía el hartazgo de la estrella del PSG por no ganar lo que deseaba y por el hecho de que se iba a quedar sin Neymar después de salir Messi: "El objetivo es claro: confirmar que el deseo del presidente del Madrid vuelve a ser vestir a la estrella de blanco en la temporada 2024 y que todas las acciones, técnicas y presupuestarias, deben ir encaminadas para que el plan no falle. Las disculpas personales del delantero del PSG el día que decidió quedarse en París el pasado verano y su comportamiento después, le ha hecho pasar a Florentino Pérez del 'este no es mi Mbappé' a un optimismo desbordante para verle pronto en el remozado Santiago Bernabéu. Mbappé es, de nuevo, un objetivo más que un deseo o un sueño. En Valdebebas se tomaron su reciente renovación como el primer día en el camino para lograr su fichaje en 2024".

Ni mu

La idea del Real Madrid quedó tan clara en ese despacho, pese a la segunda negativa que había dado Mbappé el mes anterior, que a Ancelotti no le quedaron ganas de volver a entrar en la pelea. Pese a que estaba realmente agobiado con la configuración de la plantilla. A fin de cuentas, el italiano sólo tenía garantizada su continuidad en ese momento hasta junio de 2024, por lo que le iba más la vida en mejorar la actual plantilla que en darle brillo a la siguiente. Recién ratificado en su cargo, sólo atinó a asentir y a reconocer que la estrategia tenía todo el sentido del mundo.

De ahí que Ancelotti, sabedor de que no iba a tener fichajes de relumbrón de nuevo, más allá de la ya sabida llegada de Bellingham, celebró cada renovación como si fuera un gol de los que dan títulos oficiales. Con la de Kroos se vino arriba. Para él era clave y supo persuadirle. Con la de Modric sabía que acabaría teniendo algún problema, pero intentó ser sincero al hacerle ver que había acabado muy bien la temporada. Y con la de Nacho hasta se emocionó. En estos momentos Brahim le parecía un refuerzo menor, como mero complemento, a Fran García le veía varios pasos por detrás de Mendy y lo de Endrick para él sonaba a un futuro demasiado lejano.

Después de esta reunión clave del pasado verano, el Madrid no ha hecho más que dar pasos en su hoja de ruta. Y ahora, tras el anunció de Mbappé de dejar el PSG en junio, sólo queda rubricar el contrato con el delantero. El acuerdo ya es total y pende de los últimos detalles. Cuando se confirme y oficialice, y muchos tengan que retractarse por haber preferido en su día plantar a Kylian por tanto jugueteo, habrá uno que podrá decir bien alto que resistió, supo perdonar, ser paciente y mantener la llama viva con mensajes hasta salirse con la suya. Ese es Florentino Pérez. Ganar títulos en esta tensa espera, remodelar un estadio para envidia del mundo, asegurar el nivel de la plantilla a base de futuro y atar a Mbappé, no está mal. Gracias a que la reunión del 1 de junio se agendó para tratar un tema y acabó por dejar bien atado otro.