Las "romerías" en Coslada por Dani Parejo, la joya que jugaba con ficha falsa: "El Real Madrid nos pagó con balones"
Los campos de tierra de la localidad reunieron a decenas de ojeadores cuando el centrocampista, que hoy vuelve al Bernabéu, empezaba a despuntar.

Sus amigos más cercanos no dan crédito: "¿Han pasado ya 20 años?". Dani Parejo, el joven al que el mismísimo Alfredo di Stéfano llegó a catalogar como "el mejor talento" de La Fábrica, regresa al Santiago Bernabéu dos décadas después de su fichaje por el equipo blanco. Aquellas palabras de la Saeta supusieron una mochila demasiado pesada para el centrocampista, que abandonó el Real Madrid con sólo cinco apariciones en el primer equipo y para triunfar después en Getafe, Valencia y Vila-real.
Los blancos le ficharon directamente desde el Coslada en 2003, cuando Parejo era todavía cadete y se le empezaban a adivinar todas las cualidades que llamaron la atención de los grandes de Europa. Su trayectoria, con cuatro títulos y otras tantas internacionalidades, comenzó en los campos de tierra del "pueblo" que le vio crecer. "Parecía imposible presagiar lo que ha conseguido, pero ya era un niño especial, distinto. Jugábamos en el viejo Rodamientos, en la avenida de San Pablo, un recinto metido en un polígono industrial. A él le daba igual: siempre brilló por encima del resto", recuerda Chechu Doblado, uno de sus primeros entrenadores.
Él le dirigió en el Atlético Agrupación Coslada-La Espinilla cuando era prebenjamín… y, desgranan otras voces, tenía que jugar "con una ficha falsa" para poder medirse a niños más mayores. "Solía estar una categoría por encima de la que le correspondía, sí. Había una cosa que llamaba mucho la atención: su golpeo. En los córneres, donde los chavales pequeños suelen tener dificultades para llegar al área, Parejo hacía goles olímpicos", rememora Doblado. En su voz se intuye una mezcla de orgullo y nostalgia: "Disfrutábamos entrenando en arena. Ningún compañero te podrá hablar mal de Dani".

El mediocentro, que más tarde se incorporó al CD Coslada, compartió generación con otras joyas que quemaron antes los procesos. "El Madrid vino a por su compañero Tomás Mejías (portero que debutó de la mano de Mourinho y que ahora milita en el Ceuta) en categoría alevín. En ese momento no apostaron por Dani por una cuestión de físico; tardó más en desarrollarse", relata Faustino Sánchez, el técnico que le llevó a su máximo nivel y una de las figuras claves en su crecimiento.
"Yo siempre le decía lo mismo: que tenía que correr más y trabajar en el aspecto defensivo. Era un futbolista muy técnico, diferencial con los pies, pero le costaba ir hacia atrás. Trabajamos una barbaridad el apartado físico. Ahora me lo echa en cara siempre que nos vemos", desvela entre risas. Fue con él, en su primera temporada de cadete, cuando explotó todo su talento y llamó la atención de los gigantes europeos.
"Era un año más pequeño que el resto, pero marcaba las diferencias. Aquello era una romería constante de clubes y ojeadores. En un partido en Torrejón se reunieron diez", cuenta. "Nos pedían las alineaciones y venían a verle un montón de equipos. Terminamos haciéndonos amigos del trabajador del Liverpool, de tanto que se pasaba por allí. Se juntaba con Antonio Cordón, que por aquel entonces estaba en el Villarreal y luego se fue al Mónaco; con scouts del Sevilla, del Madrid…".
"Nos hicimos amigos del ojeador del Liverpool, de tanto que venía; en un partido en Torrejón se juntaron diez"
Amigo y exentrenador de Dani ParejoEl boom absorbió a su familia y, en particular, a su padre Lorenzo, que esa temporada ejercía como delegado del equipo. "Me pidió consejo sobre a dónde ir, qué destino elegir. Yo tenía amistad con él desde hacía mucho tiempo. Le consumieron un poco los representantes, empezaron a lloverle los ofrecimientos… y terminó firmando con la agencia Bahía Internacional, una empresa puntera e importante. Ahí delegó en ellos y optaron por el Madrid", dice Faustino. El precio estuvo a la altura de la época. "El Coslada recibió una cantidad de dinero, pero sobre todo se le pagó con material deportivo y con balones Adidas", exponen trabajadores del club.
Un paso efímero y los comentarios durante el 2-6
Parejo cumplió con creces en su etapa en Valdebebas. Destacó como cadete y juvenil y se asentó en el Castilla tras ganar, en 2007, un Europeo Sub-19 con España en el que marcó el gol de la victoria. "Las palabras de Di Stéfano le generaron una credencial importante y le abrieron muchas puertas, le catapultaron. El Madrid apostó fuerte por él", asegura Faustino. Después de seis meses de cesión al Queens Park Rangers, de la segunda categoría inglesa, Juande Ramos reclamó su regreso en enero para convertirle en miembro de facto del primer equipo.

Fue un paso efímero: sólo disputó 80 minutos y a final de curso se marchó traspasado al Getafe. Mientras tanto, sin embargo, hubo tiempo para guardarse alguna que otra anécdota. "No me olvidaré del famoso 2-6 del Barça al Madrid. Él ya estaba en la primera plantilla, pero ese día se quedó sin convocar. Yo hablaba por mensaje con él durante el partido y me hacían mucha gracia sus comentarios, lo que me iba diciendo: 'No la cogemos ni con la mano…'. No era nada despectivo, evidentemente. Yo lo estaba viendo por la tele y el partido fue el que fue", revela Doblado. Juande Ramos, como expresó en una entrevista reciente en Relevo, tampoco borra de su memoria aquella derrota: "La he visto varias veces para analizar qué pasó y ocurrieron cosas raras que, como no tengo pruebas, no puedo decir...".
Al salir de Concha Espina llegaron dos campañas de ensueño en el Coliseum, una Copa del Rey en Valencia y una Europa League en el Villarreal, al que ahora capitanea desde la medular en plena sintonía con su amigo Marcelino, con el que vivió momentos imborrables en Mestalla. Por el camino, por supuesto, no ha sido todo positivo: recibió duras críticas en el tramo final de su etapa che... y ha sufrido la ira de la grada amarilla por los malos resultados. Coslada es siempre el refugio para todo.
"Se deja ver mucho por aquí. Estando ya en el Madrid, cuando yo entrenaba a los infantiles del Coslada, se venía todos los viernes por la tarde a ver los entrenamientosy se ponía a tirar faltas con los niños. Esta es su casa y no se olvida", ensalza Doblado. Sus palabras no son baladí ni las verbaliza para regalarle los oídos: esta misma temporada, en la primera jornada de la Preferente madrileña, Dani aprovechó una visita exprés por el bautizo de un familiar para presenciar el Coslada-Vicálvaro de la primera jornada. Los suyos ganaron sobre la bocina (3-2) y no dudó en pasar al vestuario para felicitar al equipo.

Con su futuro en el aire (termina contrato el 30 de junio) y un presente incierto, a punto de cumplir 35 años y con el Villarreal sumido en la zona baja de la tabla, cualquier mirada al pasado ayuda a recordar la sobresaliente historia forjada por aquel chico que dio sus primeras patadas en la plaza de los Comuneros, cercana a su casa de siempre; y que dominó después todos los grandes estadios del continente. Pocos lo hubieran dicho al verle sobre la tierra de Coslada, pero Di Stéfano no se equivocaba: el chico tenía talento... y ahora tratará de poner patas arriba el Bernabéu para demostrar que todavía le queda cuerda para rato.