Rubén Baraja cumple 365 días en el cargo: la excepción del Valencia de Meriton

Rubén Baraja está de aniversario en el Valencia CF. El Pipo cumple 365 días al frente del conjunto de sus amores al que llegó para rescatarlo en plena lucha por no bajar a Segunda y al que ha afianzado en la zona media de la clasificación, un lugar triste para la historia del club, pero muy valorado si se tiene en cuenta el último lustro con Meriton en la gestión. De hecho, hilando con la gestión, Baraja ha conseguido que lo que debería ser normal, sea catalogado como 'hito': cumplir 365 días en el cargo.

Porque solo 4 de los últimos 15 entrenadores del Valencia consiguieron cumplir un año redondo al frente de la entidad de Mestalla, lo que habla muy a las claras del rumbo que ha tomado la entidad desde bien entrado el 2010. Unai Emery cumplió su ciclo de 4 años con resultados positivos y a partir de ahí comenzó una trituradora de entrenadores que solo se acrecentó con la llegada de Meriton.

Pellegrino, Valverde y Djukic fueron la premonición de lo que fue el banquillo che una vez se asentó Meriton Holdings en 2015: Solo Nuno, Marcelino y Bordalás hasta la fecha habían completado 365 días sin ser despedido, aunque con el matiz del alicantino que fue echado pocos días después de cumplir un año. Ni Pizzi, ni Javi Gracia, ni Celades, ni Gattuso cumplieron un año en el cargo. Y a los que lo cumplieron (Bordalás y Marcelino), los acabaron despidiendo pese a que ambos jugaron una final de Copa del Rey.

Rubén Baraja cumple un año y lo hace 'apretando' al club y a su propietario. En las últimas entrevistas y ruedas de prensa Rubén Baraja ha sido claro que está feliz con su presente: "Yo estoy muy feliz hasta ahora porque veo que estamos armando una base sólida desde la que crecer", pero cauteloso con el futuro: "Espero que el propietario tenga la misma ambición de crecer que tengo yo".

El club quiere que Rubén siga en el cargo más tiempo porque da tranquilidad a todos, desde Singapur hasta los despachos de la Avenida de Suecia, de ahí que su renovación no tardará en tratarse: "Estamos en tiempos todavía", dijo Miguel Corona. Está por ver, entonces, qué dirá Baraja quien lo único que pide a Lim es algo tan sencillo como poco visto en el último lustro en el club de Mestalla: ambición por crecer.