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La historia detrás de las lágrimas de Rubén en el Pizjuán: "El entrenador no era bueno, fui la bala utilizada"

El exfutbolista del Real Madrid recuerda el episodio que vivió en Sevilla en 2003.

Rubén González, en el banquillo en el Pizjuán /@renaldinhos
Rubén González, en el banquillo en el Pizjuán @renaldinhos
Isabel Pacheco

Isabel Pacheco

Confiesa que ha borrado todo lo negativo de su cabeza, pero Rubén González no olvida, en esta segunda parte de su conversación con Relevo, aquel episodio que vivió con la camiseta del Real Madrid el 9 de noviembre de 2003. "Te pasan un millón de cosas por la cabeza y todas malas", confiesa el exfutbolista. Aquella noche en el Sánchez Pizjuán, el que fuera entrenador del Real Madrid, Carlos Queiroz, le sustituyó en el minuto 25 cuando los blancos caían ante el Sevilla por tres goles a cero. "Fue la reacción de un chaval joven y con unas ganas tremendas. La pena de sentirte, no un fracasado porque no me gusta utilizar esa palabra, pero es como decir: 'Mierda, tanto que luchaste por estar aquí. En 20 putos minutos'...". 

Rubén González, sobre lo sucedido en el Pizjuán Relevo

La reacción a la que se refiere fueron las lágrimas que derramó aquel día en el banquillo sevillista. "En ese momento te pasan un millón de cosas por la cabeza. Todas malas y ninguna un mensaje positivo. Sí que es verdad que esa reacción que tuve no la tendría ahora", cuenta un Rubén que, tras ese partido, no volvió a vestir nunca más la camiseta del Real Madrid en LaLiga.

"Sigo considerando que en ninguno de los goles fui el culpable. Se señala a la presa fácil, al chaval. Lo he dicho muchas veces. Para mí, el entrenador que estaba en ese momento no era bueno y con el tiempo se vio. No era buen entrenador para el Real Madrid. Perdió todos los títulos en mes y medio porque no supo gestionar la plantilla. Te dieron al Madrid de los Galácticos, con los mejores jugadores del mundo y se vio que le quedó grande. Y seguramente a mí también. Probablemente yo no tenía el nivel para ese club. Es una pena porque hubiera sido un año bonito".

Aquella temporada, la 2002-2003, el Real Madrid terminó el curso en blanco. Los de Queiroz perdieron la final de la Copa del Rey ante el Zaragoza, cayeron ante el Mónaco en cuartos de final de la Champions y el Valencia se llevó el título de Liga.

"Se utilizaron 13 jugadores todo el año porque el resto eran 'Los Pavones'

Rubén González Exjugador del Real Madrid

"El equipo llegó muy cansado al tramo final de la temporada. No sé si por falta de entrenamientos... Lo que sí sé es que faltó rotación. Se utilizaron 13 jugadores todo el año porque el resto de los futbolistas eran 'Los Pavones'. No se hizo una buena pretemporada porque ese año fue la primera gira. Recuerdo que llegábamos a una ciudad, estábamos un día, al siguiente jugábamos y ya volábamos a otra ciudad. ¿Qué pasa? Que no haces una buena pretemporada y al final eso se paga. De hecho, ya no se hacen ese tipo de giras. Pero eso lo sabes con el tiempo. Prueba-error. Todos tenemos derecho a equivocarnos, faltaría más".

Rubén González y su preocupación tras el cambio en Sevilla Relevo

La charla con Florentino en el bus y el fin de la relación con Queiroz

A sus 19 años Rubén no se martirizó después de lo sucedido en el Sánchez Pizjuán. El central, que acababa de vivir sobre el césped su noche más aciaga como futbolista, no fue consciente de la relevancia que iban a tener sus lágrimas. "No sabía la repercusión que iba a tener aquello porque en esa época no existían las redes sociales. Se hizo una bola bastante gorda". Para el gallego aquello señaló a Queiroz. "Fue una piedra en el camino del entrenador. No me ayudó ni a mí ni al grupo porque el entrenador quedó retratado".

"No crucé más palabras con el entrenador"

Rubén González Exjugador del Real Madrid

 "Sentí el apoyo de mi familia, de mis amigos. Hasta del presidente. Florentino Pérez, en el camino del autobús al aeropuerto, vino adonde yo estaba sentado y me dijo que estuviera tranquilo y que estaban conmigo. Me dio el cariño necesario en ese momento".

La pregunta resulta obligada. ¿Te dio Queiroz algún tipo de explicación tras lo sucedido?

"No crucé más palabras con el entrenador los meses que estuve allí. Ni para bien ni para mal. Imagino que lo entendería como un ataque hacia su persona y hacia su aura como entrenador y sus historias. Y claro, la bala utilizada fui yo. No me dirigió más allá de los entrenamientos, las correcciones o tú ponte en este equipo. Pero nada más".

Meses después de aquel dramático partido en Sevilla, Rubén se marchó cedido al Borussia Mönchengladbach. Un préstamo al Albacete y una etapa en el Real Madrid Castilla de López Caro ("Quería empezar de nuevo y resetearme. Bajar al Castilla fue la decisión más acertada que tomé en mi carrera") fueron los últimos pasos del canterano antes de desvincularse definitivamente del Real Madrid en 2006. "Fue lo mejor para las dos partes. Mi etapa allí la recuerdo con una sonrisa".