Samu Costa, el centrocampista 'guerrillero' del Mallorca que necesita paz fuera del campo: "Si voy al mercado y hay mucha gente, me agobio y me da estrés"
El futbolista portugués, que esta temporada debutó con la absoluta, es una de las piezas clave en los esquemas de Jagoba Arrasate.

Pese a que su apariencia pueda invitar a confusión, Samu Costa solo tiene 24 años. "Mucha gente no se lo cree. A lo mejor parezco viejo, pero me siento joven", señala entre risas el centrocampista portugués del Mallorca durante una videollamada con Relevo antes de partir hacia Bilbao para medirse este domingo al Athletic. Su barba, poblada, tal vez sea una de las razones que puedan incitar a confusión. También lo son sus tatuajes. Con el torso completamente tatuado, ambos brazos, parte de la pierna derecha y uno que le asoma por el cuello, la imagen de tipo duro que proyecta con un balón en los pies nada tiene que ver con la que refleja cuando no se viste de corto. "Fuera del campo soy una persona muy diferente. No me gusta salir mucho, prefiero estar con los míos. Además, soy una persona que cuando hay mucha gente alrededor se agobia. Me gusta ir a la playa con poca gente, si hay mucha, me voy. Ir al mercado también me da estrés porque me siento cerrado".
Definiéndose a sí mismo como "una buena persona", un incidente en pretemporada le hizo acaparar titulares. Durante un amistoso contra el West Bromwich, Samu recibió un puñetazo por parte de un jugador rival y ambos acabaron enganchados en el suelo. Jagoba Arrasate, que trató de calmar a su futbolista y le mandó directo a los vestuarios para evitar que la cosa fuera a mayores, recibió un feo gesto por parte de su jugador. "Fue un momento triste. En ese momento sentí rabia y frustración por haberme quitado del partido cuando el otro jugador me agredió. Hablé con el míster. Más que pedirle perdón le expliqué cómo me sentí. Él me dijo cómo lo había visto y aquello se quedó ahí".
Recuperado de unas molestias que le dejaron fuera ante Las Palmas y el Sevilla, este domingo Samu deberá mostrar de nuevo ese gen tan competitivo que ha heredado de su padre para tratar de meter al Mallorca en puestos europeos. "Cuando estoy en el campo no creo que nadie sea mejor que yo".
Muy pocos aciertan tu edad.
Sí, mucha gente me pregunta y muchos no se creen que tenga 24 años. A lo mejor parezco viejo. No, pero en serio, aunque ya tengo experiencia en el fútbol y en la vida, me siento joven.
Detrás de esa imagen de futbolista guerrillero con barba y tatuajes, ¿cómo es personalmente Samu Costa?
Los que están a mi alrededor me conocen. Soy buena persona, que es lo más importante. Tengo buen corazón y me gusta ayudar a los demás. Luego soy una persona muy tranquila. Para mí es muy importante tener paz. Me gusta estar en casa con mi familia, con mi hijo, mis amigos, que son los que me conocen y con quienes me siento confiado para abrirme. No me gusta salir mucho y menos aún ir a sitios donde haya mucha gente, me agobio. Es cierto que cuando me pongo las botas soy una persona muy muy competitiva. A veces hasta demasiado, pero es lo que me ha hecho llegar hasta donde estoy.
Comentas que te agobia ir a sitios con mucha muchedumbre.
Sí. Me gusta ir a la playa, pero cuando está con poca gente. Si hay mucha me agobio y no voy. Si voy al mercado y también hay mucha gente, empiezo a agobiarme y me da estrés porque me siento encerrado. Necesito sitios donde no haya mucha multitud. Es curioso porque cuando estoy jugando eso no me pasa. Estoy tan enfocado en el juego que no miro a la gente que hay en la grada.
Te defines como buena persona. La temporada pasada, por ejemplo, se hizo viral una imagen tuya regalándole una pizza a un aficionado en Vallecas.
La comida es algo sagrado para mí. No sé si los aficionados que estaban fuera tenían hambre o no, pero sabía que esa pizza no se la iba a comer nadie y prefería que se la comieron ellos a tener que tirarla a la basura. Muchas veces sobra mucha comida.
Me llamó mucho la atención una declaración tuya en la que decías que no crees que, dentro del campo, haya alguien mejor que tú.
Así es. Como te digo, soy muy muy competitivo y cuando estoy en el campo no creo que nadie sea mejor que yo. No soy menos que nadie y nunca me van a escuchar decir 'ese es mejor que yo'. Que los habrá, pero no lo pienso cuando estoy jugando. Cuando estoy en el campo no veo nombres, ni caras. Veo camisetas. Desde pequeño soy así. Siempre he creído muchísimo en mí porque si uno no cree en sí mismo, nadie va a creer en ti.
Ese gen tan competitivo te viene de tu padre.
Sí. Mi padre también jugó al fútbol y era muy competitivo. Desde pequeño me inculcó eso. Cuando mi equipo perdía un partido se enfadaba él más que yo. A lo mejor yo jugaba bien, pero él me decía que para él había jugado mal porque quería que diera más de mí. Recuerdo que cuando estaba en el filial del Braga, que tenía 19 años, esa temporada no jugué demasiado. Llegó el verano y mi padre me dijo: 'Los otros van a estar de vacaciones. Si quieres llegar a la pretemporada mejor que ellos, tienes que trabajar todo el verano'. Así hice. Me esforcé mucho y llegué a la pretemporada en un gran estado de forma. El entrenador me hizo capitán y partir de ahí empecé a ir con el primer equipo y a la sub-19 con Portugal. Para mí ha sido y sigue siendo muy importante tener un padre que siempre me empuja a dar más.
Primero, con Javier Aguirre y ahora, con Jagoba Arrasate, lo cierto es que sigues siendo un fijo en el equipo. ¿En qué has mejorado desde su llegada?
Cada entrenador es diferente. Jagoba es una persona que te da mucha libertad. No condena el error. Puedes fallar o hacer un mal partido que no te va a castigar. Es una persona muy abierta y que te da mucha confianza. Es diferente y me gusta mucho cómo ve el fútbol.
En pretemporada tuviste un percance con un jugador del West Bromwich. Te dio un puñetazo, os enzarzasteis y Jagoba te quitó del campo para que la cosa no fuera a mayores. Cuando te cambió tuviste un feo gesto con él mientras intentaba calmarte. ¿Le pediste perdón?
Fue un momento triste. En ese momento sentí rabia y frustración por haberme quitado del partido cuando el otro jugador me agredió. Hablé con él, pero más que pedirle perdón, le expliqué cómo me sentí. Él me dijo cómo lo había visto y aquello se quedó ahí. No nos guardamos rabia y ahí vi que el míster es una persona que encara los problemas y que se pone de nuestro lado. Ahí se ganó un poco de cariño por mi parte.
Dejando a un lado ese episodio. Empezaste la temporada a un grandísimo nivel y en octubre te convoca por primera vez la absoluta de Portugal. ¿Qué sentiste?
Fue un momento de mucho orgullo. Toda la gente que dudó y la que aún sigue dudando me dan más fuerzas para seguir luchando. Pero es normal que duden, si lo hacen de Cristiano, ¿cómo no van a dudar de mí? Siempre habrá personas que hablen mal, que hablen bien, pero uno tiene que enfocarse en lo que puede controlar, que es el trabajo y la mentalidad. Sé donde puedo llegar y el ir convocado con la selección ha sido un paso más en mi carrera.
@diariodemallorca El jugador del Mallorca Samú Costa ha tenido un bonito gesto con los aficionados que le esperaban al lado del autobús: les regaló una pizza 😍 Vídeo de Jaume Nadal #SamúCosta #RCDMallorca #Mallorca #futboliz ♬ sonido original - Diario de Mallorca
¿Cómo fue el recibimiento de Cristiano Ronaldo? ¿Te dio algún consejo?
Personalmente no le conocía. Solo había hablado una vez con él cuando yo estaba en la sub-21. Conocerle de cerca ha sido una experiencia porque para mí Cristiano es un ejemplo. Cuanto más pueda aprender de él, de sus consejos... Ver lo que hace a sus 40 años y el nivel en el que está es algo a lo que todos queremos llegar. Más que disfrutar por tenerle como compañero, con lo que me quedo es con todo lo que puedo aprender de él. Me encanta compartir vestuario con gente tan competitiva.
¿Qué tal llevas el que tu nombre haya sido ya relacionado con algún equipo grande?
Siempre es bueno saber que se está hablando de ti ¿no? Pero lo que depende de mí es el día a día. Lo que se diga yo no lo puedo controlar, lo único que puedo hacer es ayudar a mi equipo. Estoy feliz en Mallorca.
Para el que no le conozca, ¿cómo es Pablo Maffeo? Suele ser un jugador que siempre está en el centro de la diana y más cuando llegan los enfrentamientos con el Real Madrid.
No sé lo que dice la prensa ni tampoco lo que los demás dicen de él. Yo conozco a Pablo como compañero. Pienso que no es importante mirar lo que digan de él. Cada uno sabe cómo es. A mí no me afecta lo que los demás pueda decir de mí. Una persona que no te conoce y que te está viendo por la tele... Lo que digan me entra por un oído y me sale por el otro.