Sávio conquista al vestuario del Girona: "Cuando juegue en su posición, fliparemos"

Sávio es esa clase de futbolistas que se transforman. Que cuando juegan son una cosa y, alejados del foco y en la calma mundana que ofrece Girona, otra bien distinta. Cuando Michel les dijo a sus futbolistas en el partido de pretemporada ante el Sheffield United que saliesen a cenar fuera, que tenían libre, solo uno se quedó en el hotel: Sávio Moreira. Savinho, lejos de querer ir fuera, se quedó en el hotel junto a su mujer. Savinho descansa fuera para revolucionar lo que sucede en el verde.

Este inicio de curso no hay nombre que brille más que el suyo. Savinho está siendo la gran revelación del inicio de temporada, encontrando en el Girona de Michel un ecosistema perfecto para su juego, que tras despuntar en Brasil no había encontrado poso, ni en Troyes, club al que pertenece, ni en su cesión al PSV. Solo Bryan Zaragoza y Rodrygo han realizado más regates que él (13) y en el vestuario del conjunto catalán empiezan a alucinar con su nivel. "Es muy bueno, pero cuando juegue en su posición... alucinaremos", sentencian desde dentro. ¿Qué le hace especial?

Sus pies vuelan. Savinho es un jugador de apariencia liviana, poco corpulento, pero esconde una fuerza muy poderosa en su tren inferior que le permite aguantar los contactos para transformar un teórico desequilibrio que le reste vuelo en una propulsión mayor. Su primer paso es muy potente y con un juego de fintas completo, el brasileño está dejando atrás a su par en muchas ocasiones. En un equipo ordenado y que es paciente construyendo sus ataques, Savinho es el cambio de ritmo y el verso libre del equipo. Michel tiene en él y Tsygankov a dos bandas distintas pero de primerísimo nivel.

Quizás lo mejor que tiene Sávio para el Girona es que, pese a partir de la banda izquierda siendo zurdo, su mejor recurso es cuando rompe en diagonal hacia dentro, algo para lo que los defensas que le enfrentan y sus respectivos sistemas de ayudas no están tan preparados, porque la lógica invita a pensar que irá hacia su pierna fuerte y tratará de ganar línea de fondo.

Acciones como esta, en el que fue su primer gran partido con el Girona, tienen mucho valor para Michel y su pizarra. Desde el vestuario existe la sensación de que Savinho sería mucho mejor desde el otro perfil, donde la posición es claramente de un Victor Tsygankov inamovible, así que el brasileño ocupa el otro extremo, aunque al final su mayor amenaza sea la diagonal hacia dentro, algo que le reporta muchas ventajas al Girona de Michel. ¿Cuáles?

Al coincidir con Miguel Gutiérrez, al que Michel le da mucha libertad para sumar dentro y actuar casi como interior, Savinho encuentra en el lateral del Girona un apoyo que le fija a futbolistas rivales y, por lo tanto, le permite cortar hacia dentro sin que los jugadores rivales que están en esa zona estén preparados para saltar sobre él. Ante el Granada, equipo que se abre mucho en zonas interiores, el brasileño se puso las botas.

Contrasta la calma de Sávio fuera, un jugador al que el staff define como "muy dócil", con el juego que muestra cuando está en el verde: irreverente, siempre vertical. El error no pesa sobre la toma de decisiones del brasileño, que está jugando con una confianza impresionante en sus posibilidades y talento, uno que no pudo mostrar ni en Francia ni en Países Bajos. No se puede obviar que Sávio es del 2004, todavía con 19 años, y que su techo no logra atisbarse, porque el jugador está por definirse. De bien seguro que las zonas que pisa ahora en Girona no será las que pisará en su madurez.

El futbolista es propiedad del Troyes y está cedido sin opción de compra hasta final de curso, pero ambos clubes forman parte del City Group, lo que podría facilitar un traspaso al Girona si el jugador se revaloriza y el club le quiere. En el verano en el que se ha marchado Oriol Romeu, nadie habla de su sustituto, sino de este brasileño de pies ágiles que a sus 19 años ya tiene mujer y dos hijos, uno que en vez de recibir y pensar, ejecuta pensando, a una velocidad que el Girona, equipo paciente, le está sentando de maravilla.