Jauregizar se gana a Valverde y al vestuario con un año que ni él imaginaba: "Es fundamental"
Valverde se rindió al nivel del mediocentro, que se ha convertido en clave en su primer año y derriba el impacto de cualquier debutante en este siglo.

Un día más, Mikel Jauregizar disputó los 90 minutos. Y qué minutos. Parecía destinado a rotar o a tener descanso en la segunda mitad ante el Rayo Vallecano pensando en el Glasgow Rangers, pero Ernesto Valverde no le tocó. Y le mantuvo hasta el final en busca de la remontada, siendo de nuevo clave por su despliegue físico y su calidad. La acción del último gol, robando casi en área contraria en pleno descuento pese a que el Athletic ya tenía ventaja, le define. Una exhibición más del mediocentro, que se ha consolidado en su primera temporada con dorsal del primer equipo y ha derribado todas las puertas que puede encontrar un canterano.
Jaure es hoy clave. Lo demuestra que haya sido titular en 21 de los últimos 23 encuentros o que haya disputado todos los minutos en los últimos cuatro encuentros tras el parón de selecciones. No descansa. Lo juega todo y tiene enamorado a Ernesto Valverde, la dirección deportiva, el vestuario y a toda la afición. "Es un jugador fundamental para nosotros, se ha convertido en fundamental con su trabajo", iniciaba el Txingurri en su respuesta al nivel del vizcaíno. "Está jugando 90 minutos cada partido. Por eso lo de hoy ha sido espectacular", destacó el técnico.
Por eso, no dudó en colocarle en uno de los estatus de mayor honor de la plantilla. "Es uno de los jugadores más importantes que tenemos ahora mismo en el equipo", cerró Valverde, verbalizando lo que viene semanas demostrando con sus alineaciones. No hay muchos futbolistas en toda la plantilla que tenga en estos momentos el peso específico del bermeano. No solo por la carga de minutos, solo superado por Dani Vivian (3.043), Iñaki Williams (3.546) y su hermano Nico (2.859), sino por la falta de recambio tras la salida de Ander Herrera.
Jauregizar aúna el control de Galarreta y la presión de Beñat Prados. Su partido ante el Rayo Vallecano deja ver la necesidad que siente Valverde de su fútbol. Apunta a ser titular también ante el Rangers, pero le mantuvo todo el encuentro convencido de que su intensidad era clave para poder remontar a un conjunto madrileño. Y él le dio la razón con el robo a Óscar Valentín en el descuento para poner la guinda a un rendimiento "espectacular". "Me sorprende que siendo tan jóvenes sea capaces de hacer lo que está haciendo. Con 21 años, jugar en San Mames y hacerlo así de bien...", destacaba Mikel Vesga sobre él en una entrevista con Relevo. Y es que el vestuario también está rendido al joven.
A su intensidad y fútbol, hay que sumar una personalidad que ha caído de pie en el grupo. 'Jaure', al que apodan en tono jocoso la "capibara", es uno de lo más bromistas y también uno de las dianas de muchas de los 'vaciles' diarios que se dan en Lezama. Siempre las encaja bien. Una personalidad que le permite tener cercanía con los más jóvenes, siempre de la mano de Unai Gómez -ex compañero de clase en Bermeo-, pero también con los más veteranos, que le ven ya como uno de los líderes del vestuario en el futuro por su sentimiento de pertenencia y su admiración por figuras relevantes. Carlos Gurpegui y Óscar de Marcos son sus ídolos. Y eso lo dice todo.
En el club celebran su explosión, que ha sorprendido a todos aunque en la dirección deportiva estuviesen convencidos en verano de que tenía que dar ya el salto al primer equipo tras haber debutado el curso pasado. Como informó este medio, están cerca de sellar una renovación hasta 2031 pese a que ha recibido sondeos importantes, y ven en él no solo un mediocentro con muchos años de carrera, sino también una figura clave para liderar el sentimiento Athletic en la nueva generación. Ni siquiera el propio futbolista creía que viviría este cambio de rol en menos de un año, con ciertas dudas en la pretemporada, y se ha sorprendido del crecimiento que está teniendo.
Un jugador que sigue viviendo con su familia en Bermeo, pasando las tardes libres en el pueblo jugando a cartas con la misma cuadrilla de toda la vida. La misma que viajó a Santander para vivir en primera persona su debut ante el Cayón a finales de 2023 y con la que sigue haciendo los mismos planes. Un futbolista prototipo rojiblanco. "Es de Bermeo y los de Bermeo son especiales", bromeó Valverde, rendido a un jugador que ya ha debutado con la Selección sub-21 y que Luis de la Fuente sigue de cerca.
Un extraño caso de canterano
La vida futbolística de Mikel Jauregizar ha cambiado radicalmente en los últimos años. No solo porque llegó a Lezama siendo juvenil de tercer año, tras haber cumplido su sueño un año antes de jugar en el primer equipo del Bermeo a los 17 años. Mientras sus compañeros de generación despuntaban en el Basconia, él jugó un escalón por debajo y tuvo que esperar su momento. El año pasado apuntaba a competir en el segundo filial, pero Gurpegui apostó por él en el filial y su fútbol hizo el resto: derribó la puerta del Bilbao Athletic, tuvo la oportunidad en el primer equipo y se subió a la Gabarra.
Si el camino para llegar a la élite no fue el más ortodoxo, su explosión este curso supera cualquier aparición de canteranos rojiblancos este siglo. Sus 2.642 minutos, teniendo en cuenta que comenzó como suplente en el mes de agosto y que aún restan un mínimo de ocho partidos este curso, no tienen precedentes cercanos en jugadores que ascendieron desde el filial. Iker Muniain o Iñaki Williams, por ejemplo, disputaron 1.302 y 1.744 minutos respectivamente en su primer curso con el primer equipo, mientras que otros como Sancet o Nico Williams tampoco alcanzaron la barrera de los 2.000.
Lo más cercano es lo que hizo Markel Susaeta (2.388 minutos) o incluso un compañero de posición como Unai Vencedor (2.011 minutos), que era uno de los favoritos de Marcelino pero que desapareció con Valverde. La mejor noticia para Jauregizar es que aún falta mes y medio de competición en los que poder seguir sumando minutos en busca de la Champions y del sueño de la Europa League. En el horizonte, por cierto, aparece Julen Guerrero, que en la temporada 1992-93 ascendió al primer equipo, se consolidó como figura y alcanzó los 3.130 minutos. Jaure ya tiene a tiro a una de las mayores rojiblancas.