ATLÉTICO DE MADRID

El secreto del contrato de Antoine Griezmann: ¡por menos de 10 millones cualquier equipo puede llevárselo!

El jugador francés resolvió su complicada cesión desde el Barça perdiendo mucho salario, pero con una cláusula con la que, según una serie de variables, podría dejar el club a un precio ridículo.

Antoine Griezmann, a su llegada a la concentración con Francia./Reuters
Antoine Griezmann, a su llegada a la concentración con Francia. Reuters
Sergio Fernández
Marcos Durán

Sergio Fernández y Marcos Durán

Parece que ha pasado un siglo, pero no hace ni dos años que Griezmann tenía que salir al campo sólo a partir del minuto 63, para que el Atlético de Madrid pudiera defenderse de una cláusula de compra obligatoria que figuraba en su contrato con el Barcelona. Él asumió esa situación, cumplió y esa rocambolesca historia terminó resolviéndose con unos 25 millones de euros, porque el club azulgrana era el primer interesado en que el galo no volviera al Camp Nou, al no poder hacer frente a su salario.

Durante este tiempo el rendimiento del internacional francés ha hecho olvidar cualquier rescoldo de esa situación y es, sin discusión, el líder de una plantilla que nuevamente ha conseguido el objetivo de clasificarse para Champions sin demasiados apuros. Él siempre se ha mostrado feliz en el club en el que quería estar, con el entrenador que quería estar y en la ciudad en la que más ha disfrutado.

Eso, a pesar de que su ficha, del Barcelona al Atlético, pasó de 20 millones de euros a 10 en un primer episodio, y después a 7 millones netos anuales. Un esfuerzo que firmó sin problemas, con tal de ser jugador a todos los efectos del Atlético de Madrid.

¿Fin de la historia? Pues teóricamente sí, porque nada parece haber cambiado en la práctica. Pero hay un par de detalles contractuales que se desconocían hasta ahora y que abren la puerta a posibles sorpresas según se desarrollen los acontecimientos. Ayer publicó L'Equipe que una cláusula en el contrato de Griezmann le permitiría salir del club rojiblanco por 15 millones de euros. Relevo ha podido contrastar que, en realidad, la cifra es todavía menor: cualquier equipo, por menos de 10 millones de euros, podría firmar al atacante francés.

Bueno, a ver, firmarlo sí, pero después tendría que pagarle su salario, que eso reduce drásticamente la horquilla de clubes que podrían afrontarlo, claro. Y para eso Griezmann tendría que querer marcharse, cosa que tampoco está ni mucho menos clara, más allá de puntuales tira y afloja por mejoras en sus condiciones y algún pulso aislado de poca importancia por los Juegos Olímpicos, o casos similares.

El caso es que aquel contrato que "solucionó" el caso Griezmann para sacarlo del Barcelona y convertirlo, de nuevo, en jugador del Atlético a todos los efectos, encerraba una cláusula de salida muy favorable para el galo, en caso de que en algún momento decidiera marcharse: dependiendo de algunas variables, por menos de 10 millones de euros podría sellar su adiós.

Esa, en realidad, parece que era la idea desde el principio: poder disfrutar de todos los años que le queden en su carrera, al máximo nivel, en Madrid para después terminar en alguna liga menos competitiva (siempre le ha atraído, por ejemplo, la MLS). Y que, llegado ese momento, no tuviera que volver a pasar por un calvario como el que supuso su salida del FC Barcelona.

La rueda de prensa de ayer

Griezmann, desde hace muchos meses, lleva dejando caer que su sueño es jugar los Juegos Olímpicos con Francia en París. El del Atlético de Madrid, tras ganar el Mundial y ser subcampeón de la Euro (este verano lo volverá a intentar), quiere triunfar en los Juegos que se hacen en 'casa'.

Griezmann, en la concentración francesa, sobre ir a los JJ.OO.EFE

Ayer, en conferencia de prensa, fue claro: "Ir a los Juegos Olímpicos es mi sueño, pero el Atlético de Madrid no está muy por la labor". El francés entiende el punto del club pero sabe que es su última oportunidad de ir a una cita así y que la situación es extraordinaria.

También entiende que su función dentro del equipo es la de un referente, su relación con Diego Pablo Simeone es muy buena y que la temporada que viene volverá a ser la auténtica referencia del equipo, más sabiendo que puede ser un verano movido en el que muchos referentes dejen el equipo.

Esta temporada, para Griezmann, ha sido buena. Pero rara también. Empezó como un tiro, jugando (casi) todo y marcando muchos goles. Se sentía cómodo, pero tras el parón invernal hubo un momento complicado, con alguna lesión (la sufrida en el tobillo ante el Inter de Milán le lastró) y muchos partidos sin brillar y convertir. A Simeone le preguntamos mucho por qué no se dosificó al francés durante la primera parte de la temporada ya que se vio cómo físicamente bajó un poco en esta última segunda parte.

A pesar de todo esto, el delantero terminó la temporada jugando casi 4.000 minutos, 48 partidos. Marcó 24 tantos y repartió ocho asistencias. Los números son muy buenos, pero viendo cómo empezó, a muchos les terminó pareciendo que podía dar más.

Griezmann está contento en Madrid. Es la bandera del proyecto. Ahora su cabeza está en la Euro y después le tocará pensar en el Atlético... o en los Juegos Olímpicos si el club le permite ir. Y, en cualquier caso, si las cosas se tuercen, su contrato le favorece a la hora de buscar posibles soluciones.