Los 15 segundos de charla sincera entre dos compañeros para levantar el ánimo de RDT

Quince segundos bastaron para que Raúl de Tomás convenciera a Isi Palazón de que sería él quien debía tirar el penalti que Muñiz Ruiz pitó en el minuto 25 por mano de Eduardo Camavinga. Según ha podido saber Relevo, ambos futbolistas afrontaron con naturalidad la petición de RDT a uno de sus principales apoyos en el vestuario de Vallecas.

20 minutos antes, prácticamente nada más empezar el partido, el Real Madrid anotaba el primero gol del encuentro tras un fallo de RDT. Intentó el 1-0, perdió el balón y el equipo blanco se adelantó tras un gran contragolpe. La grada de Vallecas le silbó porque en el contraataque madridista el equipo replegó pero Raúl de Tomás no colaboró en recuperar el balón que acabó en la red de la portería de Dimitrievski.

Cuando llegó la jugada en la que Camavinga tocó el balón con la mano en área rival, mientras el colegiado decidía y era llamado a verlo en la pantalla del VAR, Isi Palazón se apoderó del balón. Eran segundos de confusión, minutos que se alargaron hasta que, con la atención plena de la grada de Vallecas, Muñiz Ruiz señaló la pena máxima. Llegó la euforia. Y ahí estaba Isi con el balón para colocarlo en el punto de penalti, hasta que se acercó Raúl de Tomás.

RDT fue conciso. Bastaron tan sólo 15 segundos. Le dijo que le dejara tirarlo, que lo necesitaba. Raúl lleva con el de hoy tan sólo dos goles en esta temporada. Contra el Yeclano Deportivo en Copa del Rey y hoy ante el Real Madrid en LaLiga. Según ha podido saber Relevo, RDT le dijo a Isi Palazón que le venía bien para subir el ánimo y el de Cieza no se lo pensó dos veces. Le entregó el balón y celebró como el que más el gol de su amigo, compañero desde niños cuando ambos jugaron en la cantera del Real Madrid.

"Me he quitado un peso de encima. Quiero agradecer públicamente a Isi que me ha dejado tirar el penalti", fueron las palabras que Raúl de Tomás tuvo hacia su compañero ante las cámaras de Movistar después del partido. Por su parte, Isi, que salió cojeando del estadio tras un pinchazo en los isquiotibiales por el que tuvo que ser sustituido por Jorge de Frutos en el minuto 56, restó importancia a lo ocurrido.

Si para su compañero era importante y le iba a subir el ánimo, ¿por qué no iba a hacerlo? Con la misma naturalidad salió del Estadio de Vallecas mientras centenares de aficionados y aficionadas se agolpaban buscando una fotografía suya y la firma del que es uno de los capitanes del equipo, dentro y fuera del campo. Hoy lo volvió a demostrar. Relevo fue testigo de cómo atendió durante más de 30 minutos a todos los que le esperaban mientras su pareja atendía a los más de 70 aficionados de Cieza que quisieron ver a su paisano jugando ante el Real Madrid. Un punto que vale oro en la lucha por la permanencia de una temporada especial: la del Centenario.