SEVILLA 1 - REAL MADRID 1

El Sevilla de Diego Alonso muestra su nueva cara ante el Real Madrid

El equipo andaluz estuvo a muy buen nivel en el debut del técnico uruguayo.

El Sevilla jugó su mejor partido del curso. /AFP
El Sevilla jugó su mejor partido del curso. AFP
Albert Blaya

Albert Blaya

Como es habitual tras un cambio de entrenador, el equipo que busca cambiar de rumbo tras unos malos resultados salga distinto al siguiente encuentro. Más enchufado, con energías renovadas. El Sevilla de Diego Alonso jugó ante el líder de la liga el mejor partido de la temporada, no solo por el nivel de intensidad y ritmo que imprimió durante los 90 minutos, sino por todo lo que trató de hacer con pelota, que fue mucho y distinto a lo que venía haciendo con Mendilibar.

Soumaré para jugar por dentro

El primer cambio fue la inclusión de Soumaré como mediocentro, un jugador que con Mendilibar no venía jugando, algo que el técnico español achacó a que Soumaré no sabía hablar castellano. El fútbol, que es un idioma universal, le dio la oportunidad en el partido más difícil y en un contexto que le exponía, porque Alonso intentó añadir matices al juego: y funcionó. "Le vi bien. Le costó entrar en juego los primeros minutos, pero después nos dio empaque, mucho juego en la construcción", explicó Alonso tras el choque en Movistar +.

Desde ahí, el Sevilla se mostró muy valiente con pelota, como si los fantasmas del pasado no existieran y ante sus ojos se desplegara un partido nuevo, carente de pasado. Alonso apostó por un sistema muy flexible, con extremos abiertos y buscando darle mucha importancia a sus pasadores en la base: Ramos, Gudelj, Rakitic y Soumaré participaban mucho, aguantaban presiones y buscaban no ir sobre En-Nesyri directamente para que sus posesiones no fuesen cortas y que el Real Madrid tuviese que defender más tiempo. Ramos dejó 7/10 en balones largos y Rakitic un excepcional 10/13, dos cifras que muestran el enorme poder que tiene el Sevilla para ser un equipo ancho desde los primeros pases.

Una ventaja y una debilidad

Simeone explicó después del derbi madrileño que habían estudiado al Real Madrid y sus problemas para defender el centro lateral en la zona de Alaba. El central austríaco es uno de los peores defensas de las cinco grandes ligas en el juego aéreo y la defensa del área: solo gana 0,55 duelos aéreos por encuentro con un 40% de acierto. Ambas son dos de las peores cifras de un central en LaLiga. El Sevilla, que tiene a enormes centradores (Navas, Acuña, Ocampos, Suso) trató de castigar lo mismo que Simeone, y en el segundo tiempo se vio claramente la intención de sobrecargar el juego exterior, forzando a Bellingham a recorridos muy largos para tapar los costados.

El Sevilla ofreció algunas dudas en la presión, a ratos demasiado desconexa, como si en vez de un plan colectivo les movisese la energía del que sabe que tiene nuevo entrenador. El Real Madrid no estuvo nada fino en el último tercio, algo que se debió a que tanto Vinicius como Rodrygo jugasen el peor partido del curso, y aún así generó muchas situaciones de peligro atacando la línea defensiva rival. Alonso tendrá que ver qué plan traza para hacerse fuerte sin pelota, porque la edad de la plantilla es muy alta (31,1 años de media el once ante el Real Madrid) y quizás no puede ser el equipo presionante que tiene en mente. O no siempre.

A destacar el partido de Jesús Navas en el lateral diestro dejando sin minutos a un Juanlu que venía rindiendo a gran nivel. Con 38 años y ante Vinicius, Navas no solo le ganó casi todos los duelos al brasileño, sino que se prodigó por la banda como si el campo fuese de fútbol 7, reduciendo muchísimo las distancias en sus acciones. El jugador andaluz lleva ya demasiado tiempo confundiendo a la gente, negando con su juego y energía lo que su edad se empaña en decirnos: que cada vez le queda menos.