El Sevilla más grupal y visitante presenta sus credenciales para Europa: "Estamos construyendo algo bonito"
Es el sexto mejor equipo de Primera División lejos de su estadio. Se aferran al "partido a partido", pero ya nadie esconde el sueño del vestuario.

Una piña. Para lo bueno y para lo malo. Eso es el Sevilla de la temporada 2024/25. Con sus limitaciones -muy visibles y palpables- y una planificación que no ha dejado contento a casi nadie, el club nervionense está sabiendo tirar hacia delante a base de unión. Y de, en parte, demérito del resto de equipos que luchan por Europa. Porque sí, pese a que parecía imposible hace apenas meses, los de García Pimienta pelearán por entrar en competición europea.
La victoria en San Sebastián (0-1) ha sido balsámica. Pero sobre todo ha servido de empujón a una ilusión que se iba 'escapando' cada vez más. Hablar de clasificar a Europa era algo prohibitivo en la entidad durante la última parte de 2024. Algún futbolista comentó la posibilidad, pero rápidamente cualquier directivo o cargo del club rebajaba el suflé. Positivo o no, esa era la estrategia. Aunque el vestuario dijo 'basta' y en las últimas semanas ha dado un paso al frente.
En todas las declaraciones de jugadores del Sevilla ha salido el tema, y la respuesta del vestuario ha sido unidireccional: hay que soñar. Aunque tiene que ganárselo, como volvió a insistir tras la victoria García Pimienta: "Estamos metidos en un grupo de equipos en el que puede pasar de todo. Si ganas dos partidos te metes arriba y, si no, te metes abajo. Cuando queden cuatro o cinco partidos miraremos exactamente hacia dónde vamos. Nos tenemos que ganar el derecho de luchar por cosas importantes. Somos muy ambiciosos, eso sí que lo tenemos", comentó en rueda de prensa.
Pero el objetivo está ahí. Y los resultados, pese a la fatídica estadística de no haber logrado encadenar dos victorias consecutivas en toda la temporada, comienzan a apoyarlo. El Sevilla tiene números de Europa... lejos de casa. Ya suma cuatro victorias y cinco empates, afianzándose como el sexto mejor visitante de toda la Primera División. A base de grupo, de colectivo. De saber sufrir como conjunto.
Ante la Real Sociedad, el Sevilla acabó defendiendo al unísono, con un marcador a favor en el que volvió a ser protagonista Saúl. El ilicitano no está rindiendo como se esperaba... pero lo cierto es que ya suma seis asistencias y el cartel de líder no se lo quita nadie. Tras el encuentro tiró de cholismo, pero tampoco pudo esconder la ilusión del vestuario: "Partido a partido, ya me conocéis. El equipo está creciendo y hay que seguir en la misma línea. Estamos construyendo algo bonito junto a la afición, que no nos deja ni en las buenas ni en las malas. Nos exigen como el club que somos y tenemos que hacer cosas grandes. El equipo se siente bien y, a pesar de que algunos resultados han sido negativos, el trabajo está ahí".
"Se nos habían escapado los puntos en dos finales en casa, como ante el Mallorca, y hemos trabajado y corregido errores que nos penalizaban fácil. El equipo ha sido solvente contra un gran rival como la Real", finiquitó. Sí. El equipo de Jagoba Arrasate, séptimo en la tabla, es rival directo de un Sevilla que quiere permitirse soñar.
De esta forma, a base de vestuario. A base de sacar, por fin, unas garras que denotan competitividad y ambición. A base de conjunto... García Pimienta está consiguiendo enchufar a todos a un objetivo que nadie podía esperar. Se espantan los fantasmas del descenso. Se asoman los deseos de Europa. No le queda otra a este Sevilla. Si quiere evitar la mediocridad, la ambición es el único camino.