Quique tampoco pudo con una maldición ante el 'Big Three' que ya dura ¡15 años!

Ganar en el Metropolitano hubiera supuesto un cambio demasiado radical para un Sevilla acostumbrado a no competir ante los grandes últimamente. Ni la moral adquirida tras la final ganada en Los Cármenes, ni la ilusión propiciada por la imagen ofrecida, ni la llegada de un nuevo entrenador, han sido suficientes armas para romper un maleficio que ya dura 15 años.

Fue en 2008 cuando los sevillistas cosecharon la última victoria en casa de uno de los grandes (Real Madrid, Atlético y Barcelona). Fue en el Santiago Bernabeu, cuando el 3-4 final, propició la destitución del por aquel entonces entrenador del conjunto blanco Bernd Schuster y metía a los andaluces en puestos Champions tras los goles de Adriano, Kanouté, Romaric y Renato.

Desde entonces los números son aplastantes en lo negativo: 35 derrotas y 10 empates en los últimos 45 partidos en los estadios de Madrid, Barcelona o Atlético en Primera División. Un lastre difícil de explicar y que se ha vuelto a repetir en el feudo rojiblanco, donde ni ante un rival con 10 jugadores por la expulsión de Soyuncü, los de Quique Sánchez Flores pudieron generar ocasiones claras que le permitieran al menos empatar el encuentro.

Porque aunque el Sevilla se mantuvo en el partido, hay cosas que no cambian en Nervión. Un nuevo error individual, en esta ocasión de Sergio Ramos en un mal despeje, acabó condenando a los sevillanos que no encontraron las vías para generar peligro y cambiar el resultado. Otra derrota más que aplaca el efecto positivo generado ante el Granada.

Más allá de la mejoría experimentada por el Sevilla tras la llegada del nuevo entrenador, el planteamiento de Quique Sánchez Flores dejó sin referencias a su equipo que en la primera parte se limitó a aguantar las embestidas del Atlético sin sufrir demasiadas ocasiones claras. La entrada de Rakitic adelantó a Suso y los sevillistas se ahogaron en la salidas y no conectaron jugadas que metiera el miedo a su rival. 

Tampoco gustaron algunos cambios: la salida temprana de Suso, mantener la defensa de tres o una nueva apuesta por Januzaj, un futbolista en la rampa de salida en este mercado de invierno. "El equipo está como está. Tenemos unas dificultades tremendas. Miramos hacia los que dejamos en Sevilla cuando viajamos y dejamos a 12 jugadores muy buenos en casa. Tenemos una plantilla importante y unos chicos con los que incluso dos de ellos hemos jugado de inicio. Valoramos mucho el esfuerzo que hacen. No tenemos mucho más. En el primer tiempo hemos estado muy dominados. En el segundo mejoramos pero nos desordenamos tras la expulsión y los chicos no entendieron donde teníamos que ir", explicaba Quique tras el partido en los micrófonos de Dazn. Termina un año 2023 horrible en LaLiga. Veremos si el próximo año es el del resurgir en Nervión.