"Me sorprende que Negreira lograra esa trama con el Barça; era cortito, vividor, un mueble, un cero a la izquierda"
Fernández Hinojosa, árbitro retirado: "Gaspart ya hizo cosas sospechosas en 2004: hospedó a 13 árbitros en su hotel para que votaran a Villar".

Iñaki Fernández Hinojosa (Madrid, 1964) fue uno de los mejores árbitros de Segunda, donde dirigió 146 partidos y logró el Trofeo Guruceta en 2004 y 2005. Dos reconocimientos que fueron apoyados mayoritariamente por sus compañeros de oficio y que le pusieron en una situación privilegiada para lograr un ascenso que, sin embargo, le negaron. En esa época conoció de cerca, entre otros, a Enríquez Negreira, encargado de comunicar oficialmente estos premios y castigos, y a su hijo.
Fernández Hinojosa pagó su independencia, sus denuncias sobre el funcionamiento del estamento arbitral y el hecho de posicionarse junto a Gerardo González, y en contra de Villar, en las elecciones de la Federación en 2004. Sánchez Arminio, presidente del Comité Técnico de Árbitros hasta la llegada de Rubiales no se lo perdonó nunca. Su figura también dio la vuelta al mundo al romper a llorar, mientras los futbolistas le consolaban, en el minuto de silencio que se guardó en el Algeciras-Alavés que arbitró días después de la tragedia del 11-M en Madrid. Desde su retirada ha sido cooperador internacional, es licenciado en Turismo y se sacó el título de periodista en la UNED durante sus años de exilio en Colombia. Ahora, de vuelta a casa, se ha sacado el primer título de entrenador y el de director deportivo. Sabe de lo que habla.
Habrá quien se pregunte por qué hemos quedado con usted para hablar de la actualidad en torno al arbitraje y no con otro colegiado; uno que haya dirigido en Primera o que fuera internacional. ¿Usted por qué cree que estamos aquí?
Supongo que debido a que, con todo el lío que hay, ha vuelto a salir el tema de cómo ascendían y descendían los colegiados y alguien sacó declaraciones mías criticándolo hace 20 años.
Nos acordamos de usted porque en su día censuró cosas que están saliendo ahora y también porque, como los árbitros en activo ahora no hablan, hay que recurrir a los retirados para arrojar algo de luz. ¿Cómo está viviendo usted tanta polémica?
Con mucha tristeza. El arbitraje ha evolucionado muy poco desde que me retiré hace 18 años. Entonces ya presentamos un proyecto de lo que tenía que ser el arbitraje del siglo XXI.
¿Cómo que un proyecto? ¿A quién se lo entregó, cómo lo elaboró y por qué?
Se lo entregamos a Carlos del Campo, que era y sigue siendo el secretario de LaLiga. Hubiera sido muy bueno para el arbitraje, hubiera cambiado mucho las estructuras y el sistema. Pero no fue así y, desafortunadamente, seguimos anclados en el pasado. Veo que se sigue atacando indirectamente a los árbitros con el famoso tema del caso Enríquez Negreira. Me llama la atención que Laporta diga que el Barcelona es la víctima. Aquí, desde luego, si hay alguna víctima, son los árbitros. Seguramente no estaban implicados en ningún tipo de compra, no sabían de los chanchullos de Negreira y del Barça y son los más perjudicados. Su imagen ha quedado bajo sospecha. Es lamentable la situación de desprestigio que están viviendo.
¿Con quién elaboró ese proyecto y en qué cajón se ha quedado?
Fue en unas elecciones a la presidencia de la Federación. Año 2004. Se presentaban Villar y Gerardo González. Yo apoyé a Gerardo. Y aquí hago un pequeño inciso.
Diga.
Cuando me presenté con él todavía era árbitro en activo en Segunda. Gerardo me llamó y me dijo: 'Oye, Iñaki, tú te has manifestado siempre con independencia y nos gustaría que vinieras con nosotros'. Entonces le contesté que antes quería hablar con él porque era parte del sistema de Villar que yo criticaba. Ése que me ponía como árbitro suplente, sin subirme a Primera, de manera injustificada. Fue entonces cuando me dijo que la persona que tenía el cien por cien de la potestad para subir y bajar a los árbitros era Victoriano Sánchez Arminio. Digo esto porque se ha rumoreado que si Enríquez Negreira tenía que ver, que si influía en el CTA... No. Esos ascensos y descensos eran exclusivamente de Sánchez Arminio. Pero sigo con la explicación del proyecto.
Adelante.
En ese programa de cómo tenía que ser el arbitraje en el siglo XXI hablábamos de que había un problema grave, porque Victoriano manipulaba a su antojo el ascenso y descenso de los colegiados con el índice corrector. Hicimos un sistema diferente en el que se programaba la forma en la que los árbitros iban a ser calificados a través de sus actuaciones. Era una especie de VAR en la que una serie de árbitros, a través del televisor, emitirían informes objetivos. Había que tener una calificación bastante real. Una base de datos que curiosamente, durante la pandemia, se utilizó. El resto del proyecto sigue ahí, en un cajón, porque no entienden lo que es el Big Data, el scouting, la formación profesional, el apoyo psicológico para mejorar el rendimiento, etc. Y todo eso ya estaba reflejado ahí desde 2003. Actualmente, esos informes no los tenemos.
"Laporta dice que el Barcelona es la víctima. Aquí la única víctima son los árbitros. Es lamentable su situación de desprestigio"
Pero avanzar, se ha avanzado, ¿no? Aunque sea con otros métodos.
Podemos avanzar mucho más y hacer realmente un arbitraje más profesional para que el colegiado entienda el fútbol. Es el problema que estamos teniendo. No quiere decir que vayamos a evitar el error, pero sería una forma de prevenirlo. Tenemos escuelas de entrenadores, de futbolistas... Vamos a hacer una escuela de árbitros en condiciones. Eso estaba en aquel proyecto, pero lamentablemente los árbitros ya llevaban el boleto marcado de a quién tenían que elegir en esas elecciones, que era Villar.
Por partes. ¿Puede dar más detalles del índice corrector del que hablaba antes?
Nosotros le llamamos índice corruptor. Servía para manipular las clasificaciones y las puntuaciones a cada colegiado y colocar a los que Sánchez Arminio quería arriba y a los que quería descender, abajo. Un sistema a dedo.
¿Tiene pruebas?
Yo lo sé porque coincidió que en varias ocasiones me filtraron las listas de campo. En mi primer año en Segunda me colocaron como suplente para subir a Primera. Pero el segundo año iba muy bien clasificado y la última jornada me tocó un partido muy importante: un Málaga-Sevilla. El Málaga iba primero y el Sevilla tercero y estaba peleando por subir. Cuando nos reunimos en la Federación para unificar horarios, Victoriano me dijo: 'Si tienes suerte y te sale bien estás ahí para ascender'.
¿Y qué pasó?
Me salió el mejor partido de la temporada. De hecho, el informador me dijo que haría el mejor informe porque le había gustado mucho. Después me filtraron esas listas y estaba el número dos. Lo normal es que subiera, pero me volvieron a poner otra vez suplente, en esta ocasión con el número 4. A partir de ahí me quejé continuamente, así que a Sánchez Arminio y a algunos directivos de Madrid no les gustaba nada lo que veían. Me dicen que Arminio les comentó: 'Iñaki para mí es el mejor de Segunda, pero siempre está metido en líos y protestando; mientras yo sea presidente no va a subir nunca'. Así fue y ahí me quedé...
¿Una víctima del sistema?
Sí, una víctima del criterio sin ningún control de Sánchez Arminio. En el proyecto del arbitraje del siglo XXI hice mucho hincapié en que había que potenciar de forma independiente un sindicato. Desgraciadamente el problema que había antes y que hay ahora es el miedo. Necesitamos alguien que pueda defender aquellas injusticias que se cometen y que todos sabemos que existían pero ninguno denunciaba.
¿Usted era el único que lo hacía?
Que yo sepa sí. Me quedaba solo en las concentraciones. Decía lo que pensaba y denunciaba lo que veía injusto. En más de una reunión me enfrenté a Sánchez Arminio. Cuando llegaba el coffee break tú veías a todos juntos en algunas mesas y yo solito en la mía. Si alguno se pegaba a mí lo tenía claro...

¿Hay más árbitros que fueron víctimas de ese índice 'corruptor'?
Sí, claro. Y beneficiados. Hay árbitros que subieron por eso.
"La potestad para subir y bajar a los árbitros era de Sánchez Arminio; manipulaba todo con el índice corruptor"
¿Recuerda algún caso concreto?
Sí, porque además es amigo mío. En un momento determinado Pérez Lima, tinerfeño, no estaba para ascender y me dijo: 'Mira Iñaki, voy a jugar mis cartas, voy a aprovechar que Padrón es el presidente de la federación tinerfeña, y vicepresidente de la RFEF; le voy a presionar por ahí, le voy a decir que Tenerife no tiene ningún árbitro en Primera y lo necesitamos'. Le dije que hacía bien, que jugase sus cartas. Y efectivamente lo hizo. Presionó a Padrón, éste hizo lo propio con Sánchez Arminio y Pérez Lima subió a Primera. Era algo que todos, absolutamente todos, teníamos más que asumido.
Medina Cantalejo, coetáneo suyo y actual presidente del CTA, estaría al corriente de ese sistema. ¿Él estuvo metido en alguno de esos ascensos o descensos a dedo, ya sea como beneficiado o perjudicado?
No lo recuerdo muy bien. Medina Cantalejo era un buen árbitro, las cosas como son, independientemente de que a lo mejor subiera cuando no le correspondía. Lo hubiera hecho otro año o a lo mejor lo hubiera hecho antes. No sé qué pasó cuando coincidí con él en Segunda. Tendría que mirarlo. Lo que sí puedo decir es que Bueno Grimal, que es al que le colocaron con el número uno, no estaba entonces en esa posición.
¿Y esa forma de decidir los ascensos y los descensos, de una forma tan subjetiva, sigue existiendo ahora?
Supongo que sí. No sé cómo funcionará con Medina Cantalejo, pero que yo sepa hasta ahora no ha cambiado la situación. Sigue habiendo un índice corrector. Una de las cosas que curiosamente hizo Velasco Carballo [antecesor en el cargo de Medina en el CTA] cuando llegó es que no se publicaban las listas. Yo lo hubiera hecho de otra manera.
¿Cómo?
Hubiera modificado ese sistema. Hubiera sacado las listas con puntuaciones y todo lo relacionado a cómo han quedado los árbitros. Como la clasificación de los clubes. De forma pública.
¿Eso que usted vio y que no sabemos bien si ha cambiado o no, es corrupción o prevaricación?
Desde luego sería corrupción por parte de Sánchez Arminio, que manejaba las listas a su antojo. Cuando yo me quejaba de que lo que hacíamos en el campo no valía, llegaron a decirme: 'Bueno, es que él es como un seleccionador de fútbol, al final elige el equipo que va a tener ahí'. Vale, pero que lo diga públicamente y que se deje de historias, de clasificaciones, de puntuaciones e informes. Subes al que tú quieres.
"Yo denunciaba muchas cosas, tenía que haber subido a Primera pero Sánchez Arminio dijo que mientras fuera presidente no iba a subir nunca"
En toda esta organización estaba metido alguien al que ya ha nombrado usted en esta conversación y que está de moda: Enríquez Negreira. ¿Cuándo lo conoció?
Lo conocía de las reuniones técnicas. Mi relación, en general, con la directiva del Comité Técnico de Árbitros era bastante mala, muy mala, y con Enríquez Negreira la verdad es que no teníamos feeling y ni nos hablábamos. Yo iba a las reuniones y nada de nada. Él iba por un lado y yo por el otro.
¿En qué momento se empieza a torcer esa relación?
Desde que yo me quejo de cómo funciona el CTA. Él, como vicepresidente, se siente dolido con mis declaraciones y bueno, como tampoco era muy valiente para decir las cosas a la cara, siempre actuaba por detrás. Él notificaba los ascensos y descensos de los árbitros, pero a mí jamás me notificó nada. Ni hemos hablado absolutamente nada. No tenía buena relación con él, no porque me hubiera hecho algo, sino porque no nos hablábamos y punto.
¿Cómo era y qué ascendencia tenía sobre los árbitros?
Me ha llamado la atención porque, si yo tuviera que definir a Enríquez Negreira con una palabra, sería como un vividor. Era un caradura. No hacía nada. No daba ninguna explicación sobre las cosas, ni técnica ni de reglas de juego. En las reuniones técnicas era un figurín, solamente estaba para beber y comer. No valía para nada más. No participaba absolutamente en nada. Era un mueble total.
¿El resto de colegiados compartían esta sensación o es algo suyo personal por la mala relación que mantenían?
Casi todos pensamos así. Las dos personas que tenían más visibilidad en nuestras reuniones eran Manolo Díaz-Vega, director técnico que daba las clases y se encargaba del 75% de las concentraciones, y Sánchez Arminio. El resto de los vicepresidentes no participaban. Iban a las concentraciones de excursión, a comer y a beber. Y Enríquez Negreira era uno de ellos.
¿Y cómo era capaz de mantener él su puesto durante tantos años sin dar golpe?
Es un puesto nombrado a dedo por Sánchez Arminio, que a su vez era nombrado por Villar. Era un comité muy presidencialista. Sánchez Arminio hacía y deshacía y el resto era una mera comparsa.
¿Qué personas había más a ese nivel de Negreira de cobrar sin trabajar?
El resto de los vicepresidentes: Medín Prego, Negreira, Franco Martínez y ese tipo de gente. Jamás dieron una conferencia o una simple charla. Nada.
¿Y el escándalo que ha salido en estos meses a la luz pública, el 'Caso Negreira', le ha sorprendido?
Muchísimo, me sorprende muchísimo porque es que Enríquez Negreira no es una persona preparada y es bastante cortito. Me llama tantísimo la atención que haya sido capaz de organizar esa trama para llegar al Barça y meterle la presión como que tiene que pagarle unos servicios para informes de árbitros… Me quedé súper sorprendido. Si me dicen de otra persona, pues a lo mejor hubiera dicho 'es que se le veía muy espabilado'. Pero Negreira era un cero a la izquierda. Un cero absoluto a la izquierda.
A falta de que haya un juicio, y como tiene buen olfato, le pregunto: ¿cómo interpreta o qué lectura hace de esos pagos que hacía el Barça a Negreira?
Lo que pienso es que en España no va a pasar absolutamente nada. Al final va a quedar todo metido en un cajón. Cosa diferente es lo que pueda ocurrir en UEFA. Para ese tema es bastante más estricto que en España.
¿Por qué no va a pasar nada aquí?
Porque supongo que el Barça tendrá todas las declaraciones de los movimientos realizados y de esos ingresos declarados en Hacienda. Lo tendrá controlado. El Barça insistirá en argumentar que eran informes técnicos. El problema podría venir si se ve que esos importes que ha desembolsado han servido para comprar a algún árbitro, cosa que dudo muchísimo. Y además de que lo dude, si fuera el caso eso es muy difícil de probarlo. Enríquez Negreira se ha aprovechado de su situación de vicepresidente. El Barça a lo mejor no ha hecho nada ilegal, pero sí bastante inmoral. Y desde luego el más vergonzoso y lamentable de todos es este señor que, valiéndose de su cargo, haya querido presionar a un club con ese tipo de informes. Él no sabía ni cómo eran los árbitros, ni podía emitir ningún informe porque ni los veía. Ha sido un caradura total.
¿Alguna vez alguien intentó comprarle a usted?
No, jamás.
¿E influirle?
Tampoco. En las reuniones en las que yo he estado jamás he escuchado que ningún árbitro haya hecho algún comentario de que directivos del CTA le han presionado para que actúe de una forma o de otra. Me sorprende que puedan salir ese tipo de historias.
¿Entonces ni se sabía ni se intuía en aquella época, cuando usted estaba en activo, que Enríquez Negreira tuviera algún vínculo con algún directivo del Barça?
Que yo sepa no. Los árbitros, en este tema, están saliendo muy perjudicados y están totalmente al margen de estos chanchullos. A lo mejor nos sorprende que salga alguna información por ahí en las investigaciones, pero es que me atrevo a decir que pondría la mano en el fuego por los árbitros. Se han quedado igual de sorprendidos de ver a este elemento haciendo ese tipo de artimañas. Normalmente a las concentraciones a las que íbamos, en Madrid, A Coruña y sobre todo en Santander, no iba ningún directivo de ningún club. Sí le puedo decir, ya que hemos sacado el tema, que a mí siempre me ha llamado la atención una cosa. Y que la recordé cuando se inició todo el 'Caso Negreira'.
¿El qué?
Me llamó mucha atención que salió Joan Gaspart, que fue presidente del Barcelona y vicepresidente de la RFEF, haciendo unos comentarios de que ponía la mano en el fuego de que el Barça jamás hacía eso y tal. Bueno, el Barça no lo sé, pero desde luego él a lo mejor podía aclarar alguna cosa...
¿A qué se refiere?
Cuando aquellas elecciones entre Villar y Gerardo González, Villar estaba bastante asustado porque no le salían las cuentas. En teoría, Gerardo tenía votos suficientes para poder haber sido presidente de la Federación y Villar movió voto a voto para evitarlo. Entre ellos, los 13 votos de los árbitros. Eran para Villar y, como los quería tener muy atados, cogieron a todos el día antes de las elecciones y los hospedaron en el Hotel Husa de Madrid. Los 13 votos de los árbitros estaban hospedados en un hotel que era propiedad del señor Joan Gaspart. Entonces, no sé, me gustaría saber o preguntar quién pagó esa factura. ¿Joan Gaspart? ¿Como vicepresidente de la Española? ¿Como presidente del Barça? ¿Por qué pagaron a esos 13 árbitros, con el voto en el bolsillo, para que votaran a Villar? De eso nunca me he enterado. ¿Quién pagó esa factura? Pero desde luego los árbitros, todos los árbitros de España, los 13 que tenían derecho a voto, estuvieron hospedados en el Hotel Husa de Madrid de Gaspart.
¿Qué árbitros eran?
No me acuerdo bien, porque hace casi 20 años. Le voy a decir uno que estaba, y además, curiosamente en una de las entrevistas que me hizo un periodista entonces le nombré. Me preguntó quién creía que podría llegar a ser presidente de los árbitros de los que había en activo. Y dije que Mateu Lahoz. Pero si me dicen qué persona podría dar un cambio radical al arbitraje en todos los aspectos, que dotara de personalidad al CTA de independencia, de tecnología y todo, hubiera dicho Iturralde González.
¿Por?
Decía también muchas veces lo que pensaba. Daba la cara. Y lo digo pese a que Iturralde apoyaba a Villar. Era uno de los 13 árbitros que tenían derecho a voto. Era el más coherente de los que estaban ahí. Desde el primer momento dijo: 'Yo apoyo a Villar, primero porque es amigo, segundo porque me interesa y tercero porque lo va a hacer mejor'. Abiertamente dijo que iba a votar a Villar. Estaba en su derecho y me parece muy bien. Lo que no me parecía tan correcto era el caso de Velasco Carballo.
¿Y eso?
También tenía derecho a voto y estaba jugando con nosotros, diciendo por un lado que ojalá que saliera ganador Gerardo, porque la RFEF necesitaba un cambio, y por otro lado estaba en el Hotel Husa con los 13 árbitros que tenían derecho a voto. Estos dos árbitros son un claro ejemplo de lo que había en aquel momento. Uno que jugaba todas las papeletas y otro que abiertamente tenía una opinión y la decía.
¿Y esta escena que cuenta fue denunciada en su día?
¿La del hotel y los árbitros? Bueno, es que tampoco podíamos denunciar nada. Los que estamos en la candidatura de Gerardo González, lo sabíamos porque es que nos lo dijeron. Nos llamó un árbitro desde allí diciendo que estaban hospedados en el Hotel Husa de Madrid, los 13, y de hecho llegaron todos juntitos a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas a votar. Con el voto metido en el bolsillo. Lo denunciamos ante el secretario del Consejo Superior de Deportes, que en aquel día era un penoso secretario: Jaime Lissavetzky. Él era consciente de todas las marrullerías que hizo Villar en aquellas elecciones. Entre otras, que la gente iba con el voto en el bolsillo. Y lo consintió. No sé qué le pasa a los secretarios del CSD del Partido Socialista, que ante la Federación se bajan los pantalones hasta donde sea necesario. Ahora tenemos a José Manuel Franco y tampoco parece que esté tomando ningún tipo de iniciativa ante los casos que Rubiales está manifestando continuamente.
Por cerrar el capítulo del hotel de Gaspart y los árbitros. ¿Eso lo ve ilegal, amoral, inmoral...?
Desde luego inmoral, seguro. Me parece vergonzoso. Y me pareció lamentable que el señor Villar, para tenerlos asegurados, los llamara. Y los árbitros, como siempre, como corderitos, pues allá que fueron. Vergonzoso e inmoral.
¿Y el hecho de que fuera Gaspart el ejecutor de aquel movimiento puede hacer pensar que la relación del Barça con los árbitros era mejor o más estrecha de lo que se podía pensar y era normal?
Hombre, es evidente que Joan Gaspart ofreció su hotel para que estuvieran ahí. ¿A cuento de qué? Cuando hace eso... ¿Para qué? ¿Con qué intención? Siempre me ha parecido cuanto menos sospechoso.
"Cuando Gaspart invitó a los árbitros a su hotel... ¿Para qué? ¿Con qué intención? Siempre me ha parecido cuanto menos sospechoso"
Hay un colegiado que ha denunciado por el 'Caso Negreira', que es Estrada Fernández. ¿Cómo hubiera actuado usted si estuviera hoy en activo?
Desde luego, me hubiera manifestado en contra de Enríquez Negreira. Lo hubiera dicho públicamente y le hubiera hecho saber al CTA que debería salir a defender la imagen de los árbitros y a decir que están totalmente al margen de estas marrullerías.
¿Tiene relación con los árbitros en activo o con la gente del CTA?
No. De vez en cuando, a lo mejor, hablo con alguno, pero de forma súper aislada. Mi relación es casi más con árbitros de Regional que con los de Primera. Los de Regional también están sufriendo muchísimo.
Sé que algún colegiado más ha intentado o tenía en mente denunciar y seguir los pasos de Estrada, porque su imagen se estaba viendo dañada. ¿Por qué cree que finalmente no lo han hecho?
Bueno… Sergi Albert también fue árbitro de Primera y es otro de los que ha denunciado manipulaciones de Enríquez Negreira. Es catalán y le conocía muy bien. Él dice que no le extraña nada lo que está pasando. Estuvieron juntos en Primera y ya es hora de que esta gente que ha actuado como ha actuado siempre vayan saliendo a la luz pública. Que sepa todo el mundo sus formas de actuación.
¿Al hijo de Enríquez Negreira también tuvo el gusto de conocerle?
Sí, era una de mis mayores quejas. No me llevaba nada bien con Enríquez Negreira como ya he dicho, pero es que, mucho menos, cuando dije que me parecía vergonzoso lo de enchufar al hijo. Era lamentable que se hiciera eso. Iba a cobrar un sueldo alguien que para mí no estaba capacitado. Era un claro ejemplo de enchufe. Cuando yo iba a arbitrar por Cataluña, a mí ni me llamaban, ni quedaban conmigo a comer, ni me acompañaban al estadio ni absolutamente nada. El hijo era el que hacía algunos seguimientos a los árbitros. Parece ser que él les acompañaba.
"Una de mis mayores quejas al CTA fue por el hijo de Enríquez Negreira. No estaba capacitado y era un claro ejemplo de enchufe"
¿Qué parte de culpa tiene Sánchez Arminio en todo lo que sucedió y está sucediendo?
Fíjese. Creo que él también se habrá sorprendido con todo esto. Quiero pensar que él no sabía nada de este tipo de actuación de Enríquez Negreira con el Barça.
¿Quién es el que más le apoyó en su día?
Nadie.
¿Nadie?
De árbitros de Primera, ninguno. Posteriormente ha habido muchos que, bueno, se han pronunciado. Alfonso Pino Zamorano, por ejemplo, me dijo que tenía que haber subido a Primera y que si no fue así se debió a que me quejaba continuamente y a que siempre estaba enfrentado al comité. Pérez Lima, lo mismo.
¿Cree que este ambiente tan crispado pueda derivar en más problemas en los campos?
Seguro, seguro. Desgraciadamente esto ha hecho mucho daño a los árbitros. No hablemos ya el otro día que vi el incidente con un árbitro de Regional. Pero vamos a ver, ¿qué tiene que ver un pobre chaval con Enríquez Negreira? Si seguramente los que hay ahora ni lo habrán conocido. Se ha creado un caldo de cultivo bastante peligroso.
De hecho los árbitros ya han amenazado con una huelga si la gente no reflexiona y se cambia por completo este peligroso clima. ¿Cree que llegaran a plantarse?
Estoy seguro de que no, salvo que la Federación quiera. Si la RFEF da su consentimiento, harán huelga. Si Rubiales no quiere que haya un parón no van a hacer huelga. Los árbitros no tienen la personalidad, el poder ni la independencia suficiente como para tomar esa decisión. La última huelga arbitral que se hizo fue hace unos 25 años. Y no porque no haya motivos. Siempre existe el miedo. Por eso hay que tener el sindicato. El de los árbitros es el estamento más federativo que hay. Es cien por cien dependiente de la RFEF. Si la Federación quiere utilizar a los árbitros contra LaLiga, lo va a hacer. Otra cosa es que Tebas, en los años que lleva ahí todavía no haya dado los suficientes pasos como para poder definir unas estrategias en el arbitraje.
¿Qué debería hacer?
Él es conocedor del programa del arbitraje del siglo XXI. Todavía le ha resultado bastante difícil el poder llevarlo a cabo. Debería presionar un poco más para conseguir un arbitraje de más calidad.

¿Es el arbitraje de hoy peor o mejor que el de su época?
Peor. Técnicamente están perfectos. Físicamente jamás ha habido un nivel tan bueno. En ese aspecto están mucho mejor que en mi época. Pero antes entendían mejor el fútbol. Controlaban el tempo. El árbitro era más psicólogo, sabía interpretar el juego. Ahora hemos creado muchos árbitros de laboratorio. Árbitros que sí, que te señalan muy bien, que hacen un ángulo de 45 grados para no sé qué, que si las dos manos en paralelo para señalar la ventaja... De laboratorio. Deberían entender mejor el fútbol.
Le veo en sintonía con los clubes con esa propuesta de que se independicen de la RFEF, como en la Premier o la Bundesliga, aunque no será sencillo...
Me encantaría que fuese así. Estoy totalmente de acuerdo. El mayor problema por el que el arbitraje no ha avanzado es la Federación.
¿Qué le parece la guerra Madrid-Barça a raíz también del arbitraje?
Los dos se tienen que quejar poco, porque normalmente siempre han sido beneficiados respecto a otros equipos más humildes y más modestos. Estas guerras siempre han existido a nivel de clubes poderosos. Lo que intentan los árbitros, que están en medio de todo, es estar siempre aislados y que no nos salpique ni de un lado ni de otro.
Con la llegada de Rubiales y Velasco Carballo hubo más apertura para que los colegiados se explicaran públicamente. Eso, poco a poco, ha ido decayendo, también por la situación. ¿Es mejor que hablen o que no lo hagan?
Ahora, cuando hay algún incidente, intentan esconder a los árbitros. Es un error. Cuando un árbitro ha salido a explicarse, se dice 'qué bien habla' o 'qué interesante lo que ha dicho' o 'yo no pensaba que esto había sido así'. Salir a hablar ante los medios es beneficioso. Decir lo que uno piensa siempre es bueno. Es el siguiente paso que hay que dar. Los árbitros, además de ser deportistas como son y tenemos que verles, también son personas que tienen su voz y que pueden expresarse libremente. Y si se han equivocado y lo reconocen, no hay problema. Por muchas mejoras que hagamos, por muchas técnicas que apliquemos, el error va a seguir existiendo. Se equivocan los futbolistas y los entrenadores. Los aficionados les van a percibir como más humildes.
Una curiosidad para acabar. Con lo claro que usted habla, ¿por qué no está en un medio de comunicación como comentarista como Iturralde y otros colegas?
Lo que me ha salido tampoco era muy interesante. Después de mi paso hace años por El Rondo en TVE me salieron pequeñas cosillas que tampoco me interesaban mucho.
¿Alguna mano negra también le vetó en los medios?
No creo... Vamos, supongo que no... Ya sería el colmo que la Federación u otra institución hubiera tenido el poder de entrar en un medio para vetarme. No creo.
[Se queda pensativo...].