REAL MADRID - VILLARREAL

Tchouameni vuelve ante el Villarreal con un 4-4-2 que le gusta y le favorece

El esquema que ha utilizado Ancelotti en los últimos partidos explota mejor sus virtudes.

Tchouameni, ante el Atlético./REUTERS
Tchouameni, ante el Atlético. REUTERS
Sergio Santos

Sergio Santos

Aurelien Tchouameni (23 años) regresa mes y medio después de sufrir una fractura por estrés incompleta en el segundo metatarsiano del pie izquierdo. Si no hay ningún contratiempo, la idea es que entre en la convocatoria para el duelo de este domingo en el Bernabéu, ante el Villarreal (21:00 horas). El francés disputó los 90 minutos ante el Barcelona (1-2) sin aparentes problemas, pero al día siguiente el club comunicó una dolencia que le apartó del equipo en su mejor momento, porque se había consolidado en el once. Después de la derrota ante el Atlético en el Metropolitano, donde fue suplente, subió su nivel y convenció a Ancelotti, hasta que la inoportuna lesión le frenó.

Ahora vuelve con el equipo consolidado en un 4-4-2 en el que Aurelien está más cómodo. Es en el doble pivote donde brilló con el Mónaco y donde suele actuar con Francia. Esa demarcación le permite tener más recorrido, porque él mismo reconoció al llegar al Real Madrid que necesitaba cambiar ciertos aspectos de su juego en el 4-3-3, ya que al ser pivote único no tiene tanta libertad para asomarse al ataque.

En el rombo con el que Ancelotti inició la temporada Tchouameni debía guardar bastante la posición, pero después de perder contra el Atlético el técnico italiano aparcó esa idea y ahora el equipo juega con un esquema más clásico, con dos mediocentros y dos centrocampistas tirados a la bandas (Bellingham cambió la mediapunta por la izquierda).

Un sistema consolidado

La idea de Carletto es mantener este sistema, ya que en los primeros encuentros del curso el equipo sufrió demasiado por los costados, donde los laterales se veían en muchas ocasiones en situaciones de inferioridad. Este modelo de juego, a priori, beneficia a Tchouameni, que en su primera temporada como madridista no marcó ningún gol, a pesar de que venía de conseguir cinco en la 2021-22 con el Mónaco.

Esta campaña ya ha marcado uno (contra el Girona) y Ancelotti le anima a probar suerte desde lejos, en un proceso similar al que hizo con Valverde la temporada pasada. Tchouameni tiene un gran disparo lejano y ese arma aporta soluciones, especialmente cuando los rivales se encierran en el Bernabéu.

La Premier vino a por él en verano

Después de un primer año en el que fue de más a menos, en el Real Madrid reforzaron su apuesta por Tchouameni el verano pasado. Fue uno de los jugadores por los que más interés hubo, sobre todo de clubes de la Premier, pero en los despachos de Valdebebas le colgaron el cartel de intransferible a pesar de que terminó la campaña pasada siendo suplente cuando llegaban los partidos importantes.

El jugador ha recogido el guante, ha trabajado duro y cada vez está más cerca de su mejor versión. El momento para reaparecer es idóneo, porque puede coger ritmo frente al Villarreal y el Alavés y después tendrá el parón navideño (una semana de vacaciones) para ponerse a punto antes de un mes de enero muy exigente, con Copa del Rey y Supercopa de España.