REAL SOCIEDAD-ESPANYOL

La especial relación de Tomás Guasch con la Real Sociedad: "Sigo viendo a Arconada y me siguen temblando las piernas"

El conocido periodista, seguidor y socio del Espanyol, guarda un gran recuerdo de muchos de los héroes de la Real campeona.

Tomás Guasch muestra su cariño por la Real Sociedad. /Twitter
Tomás Guasch muestra su cariño por la Real Sociedad. Twitter
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

Especial. Simpático. Irónico. Entrañable. Tomás Guasch (Barcelona, 1953) atiende la llamada de Relevo sin pestañear. Todo son facilidades. La conversación dura más de una hora, pero no le importa. Habla de la Real Sociedad con un cariño especial. Es echar la vista atrás en el tiempo y los recuerdos se le amontonan en la cabeza cuando se pone a hablar del equipo txuri urdin. Habla de Alberto Ormaetxea casi con devoción. Hace lo mismo de Arconada y de Zamora, los dos buques insignias de la mejor Real de la historia. Disfruta de la Real de Imanol Alguacil, "el Ormaetxea" de hoy en día.

No le tiembla el pulso cuando dice que "la Real Sociedad es el ejemplo a seguir" para su Espanyol, del que asegura que vive "día a día". No entiende que lo presida alguien que vive a 10.000 kilómetros, como tampoco asimila que se haya perdido la relación entre los jugadores y los periodistas. "Esto no hay por donde pillarlo", sostiene un periodista que vivirá con pasión el choque de este domingo en el Reale Arena (18.30 horas).

¿Por qué ese cariño tan especial a la Real Sociedad?

Hombre, viene de crío. Me llevaron hace muchos años a Atotxa y aquello tenía un embrujo especialísimo. Un día que fui al baño y había un agujero en medio. La gente, para hacer un pis, tenía que hacer un trekking de esos, una cosa terrorífica. Y decía la gente que había que hacer un campo nuevo. Claro, a ver, ¿cómo vas a comparar Anoeta y todos los estadios modernos con lo que habia antes? No hay discusión, pero me pasó también con el viejo Sarriá. En aquella primera vez me asombró mucho los cohetes para que la gente supiera si era gol de la Real o del rival. Luego, apareció por Barcelona, que era catalán, Enrique Silvestre, que jugó en la Real mucho tiempo. Y por las cosas que contaba a mí siempre me pareció un club muy ejemplar y muy puesto, que llegó al sumun con las dos ligas. Mi amor por la Real viene de antes y sigue ahora. Yo siempre digo que para el Espanyol el ejemplo es la Real. Estuve hace unos años en la ciudad deportiva porque el hijo de un amigo estaba jugando en las categorías inferiores. Llegamos a Zubieta por la mañana y había 8 millones de niños. En cada campito jugaban tres partidos y decía: 'Aquí tienen que salir futbolistas aunque no quieras'.

"Me llevaron hace muchos años a Atotxa y aquello tenía un embrujo especialísimo. Un día fui al baño y había un agujero en medio. La gente, para hacer un pis, tenía que hacer un trekking de esos, una cosa terrorífica"

Tomás Guasch

Sé de buena mano que tenía predilección por Alberto Ormaetxea...

Es verdad. Es la anécdota de mi vida. Todo lo de la Real siempre me había sido muy agradable. Yo estaba en el Mundo Deportivo y era las época de las Ligas. Él ya era campeón de Liga. Le llamé, porque era mucho más sencillo hablar con los entrenadores y los jugadores que ahora, porque quería entrevistarle. Y me preguntó: '¿Cuándo quieres venir?' Dije: 'Pues no sé, el día que usted me diga'. Quedamos un miércoles. Le comenté que llegaría en tren. Y me dice: 'Te paso a recoger' Digo, 'no, hombre, no, ¿cómo vas a pasar a recogerme'. 'Sí, que eso está lejos, que está el hipódromo... Pero lo que no podré es devolverte a la estación'. Digo, 'pero vamos a ver. Una cosa, Alberto, esto ya me parece una coña marinera'. Movilizó a un tío que yo creo que ni trabajaba en la Real. Siempre he tenido esa idea, que era un personaje que corría por allí y me dejó en la estación. Salía el tren más tarde y me fui a comer. Todo mi contacto con la Real ha sido como muy bonito, muy fácil y muy agradable. Desde siempre le he tenido una gran simpatía. La manera de comportarse del 99,9% de los personajes, tanto de ahora como de antes, ha sido muy entrañable, muy futbolera y muy cercana.

Tomás Guasch se deshace en elogios hacia Alberto Ormaetxea. Relevo

Tuviste la oportunidad de entrevistarle, de estar a su lado. ¿Qué recuerdo tienes de él?

Era un fenómeno. Tengo un amigo en Menorca y un día me preguntó: '¿Tú sabes quién veranea aquí?' Digo: ¿'Quién?' Dice: 'Jesús Mari Zamora'. Digo: 'Anda'. Estaban las fiestas de Mahón, que acaban con unos fuegos artificiales tremendos, y el amigo este tiene una casa en el paseo y ahí pone una mesa llena de cosas... Los vascos comen mucho, pero los menorquines, como poco, empatan. Y apareció Jesús Mari con su mujer. Está el tío igual. Está para jugar 20 minutos. Hace años que no nos veíamos. ¿Qué es Jesús Mari Zamora? La Real. Un tío agradable, simpático. Ormaetxea era un fenómeno. Tú ves a Imanol y el Ormaetxea de entonces. Y es que el fútbol no es tan complicado. Si usted tiene a Merino y a no sé quien mas, pues tendrás más posibilidades de ganar que si no los tiene, evidentemente. Es como el Madrid. Hasta el mes de junio era un equipo maravilloso. Ni un partido perdido en Europa, uno solo perdido en la Liga Española. Resulta que llega agosto, dos meses después, más Mbappé, y el tinglao vacila. ¿Cómo es posible este asunto? Eso, en manos de los Ormaetxea de turno te lo explicaba con una tranquilidad. y con una manera de hacer … Siempre digo lo mismo, que a mí el periodismo me ha permitido conocer a una serie de personajes fantásticos y uno de ellos era Alberto Ormechea, una persona normal, un tipo que es lo que yo he dicho siempre, esos personajes con los que te sientas en una mesa y no sabes que está, tranquilo, sereno. Me llevé un disgusto enorme el día que nos dejó porque todo lo que transmitía y todo lo que le era, era verdad y la gente que lo ha conocido no la olvidaremos nunca. Porque de fútbol sabía un huevo.

"Este pasado verano coincidí con Zamora en Mahón. El tío está igual. Está para jugar 20 minutos ¿Quién es Jesús Mari Zamora? La Real. Un tío agradable, simpático..."

Tomás Guasch

Hablando de Zamora, el 1 de enero cumplió 70 años. Yo me sigo poniendo nervioso cada vez que lo veo. ¿Te pasa lo mismo?

Sí, sí. Me pasó en un programa de la Cope en el que llegó Arconada. Me temblaban las piernas. Yo venía de Esnaola. Recuerdo un partido de la Real en el Camp Nou, que le remataron a la Real, no sé, unas 80 veces. Acabó empate a cero. Hay una jugada en la que se cayó de culo sobre la pelota. Había diez de la Real en el área, otros tantos del Barcelona. Hay un rebote y el balón se iba hacia la portería. Esnaola se cayó y se quedó sentado encima de la pelota. Estaba viendo el partido con mi padre y me dijo que el partido acababa en empate a cero. 'Es imposible, si esta no ha entrado es imposible', me comentaba. Tú ves a Arconada y te tiemblan las piernas.

¿Tienes la sensación de que, por su fallo en la Eurocopa, es uno de los futbolistas más ninguneados en España?

Habrá alguien que sí le ningunee. Pero para mí es un fenómeno, un monstruo. De mis primeros porteros está Ramallets, pero apenas me acuerdo. Tengo una idea de lo que me ha contado mi padre. Entre mis porteros favoritos pongo a Iríbar, que a este sí le he visto en todo su esplendor. La gente hablará de Casillas. Sí, era un fenómeno, pero Arconada está a la altura de ellos o más. Que tuvo un error, pues mire usted es como el que tira el penalti. ¿Quién lo falla? El que lo tira, pero a mí me parece un tipo de una categoría fuera de serie. Es otro personaje cojonudo, como Xabi Alonso. El que ha tratado a su padre... Su padre es un personaje de una bondad magnífica y todo la gente de esa época. Me acuerdo de Satrústegui, de Idígoras, al que le vi después de mucho tiempo con ese pelo que lleva ahora... Eran unos personajes muy, como te diría yo, agradecidos. Yo lo he dicho siempre, que la gente de toda la vida del Madrid, a la Real le tiene un gran respeto porque valora lo mal que te lo han hecho pasar.

"Ibas a Donostia con días de antelación al partido y te los encontrabas en la calle o en el bar. Perico no se acordará, pero nos invitó a un fotógrafo y a mí. Y cuando volví a Barcelona, se lo dije a los del Barça y a los del Espanyol: 'A ver si os estiráis un día'. 'Joder, que estos tienen mucho dinero', me dijeron"

Tomás Guasch

Tendrás mil, pero ¿guardas alguna anécdota, algún recuerdo especial de esa Real, de Atotxa?

La facilidad que tenías para llegar a ellos. Yo me acuerdo de una llegada de la Real Sociedad a Barcelona. Yo estaba en el Mundo Deportivo y se hacía una página de llegada del equipo a la ciudad. Me acuerdo que les hicimos salir a retratarse a medio equipo o más en la calle y la gente les hablaba. Les hacíamos fotos allí y te contaban todo lo que tú quisieras. El Mundial del 82 fue una página triste y todo lo que tú quieras, pero estos tíos salían a dar la cara y te explicaban las cosas. Ibas a San Sebastián con días de antelación al partido, por lo que fuera, y te los encontrabas en la calle, en el bar, en el restaurante. Y pagaban. Perico no se acordará, pero nos invitó a un fotógrafo y a mí. Y cuando volví a Barcelona, se lo dije a los del Barça y a los del Español: 'A ver si os estiráis un día'. 'Joder, que estos tienen mucho dinero', decían los cabrones. Pero todo era magnífico. Cuando ganaron el primer campeonato de liga fue una locura, pero una locura de gente normal, una locura contenida. Todo lo que recibías era bueno.

¿Cuánto ha cambiado la relación con los deportistas, con los futbolistas?

Hay un punto en que a estos los convierten casi en unas multinacionales de sí mismos, cada uno a su nivel, evidentemente. Yo no entiendo, por ejemplo, que en la ciudad deportiva del Espanyol haya un muro. Mire usted, si aquí los que venían era cuatro abuelos a jugar al dominó a un bar que creo que ya no existe. Salía el Tamudo de turno y algún abuelo le decía 'Vaya gol has fallado' y este le respondía 'Pues sal tú a jugar el domingo'. Pero todo entre risas. Esto ha ido a peor y se ha ido reduciendo de una manera... Yo es lo que digo siempre... Yo he salido de un vestuario hablando con Ormaetxea, con Cruyff después de un entrenamiento. A nadie se le ocurrió, por ejemplo, presentarse en casa de Arconada a las doce de la noche a hacerle una entrevista porque tuviera un programa de radio. Era una relación normal que te daba, por ejemplo, esos momentos de Jesús Mari Zamora en Mahón. Ahora mismo yo veo a uno de estas estrellas de ahora y cuando tenga 70 años, no les conoceré. Ni les conoceré ni habré vivido con ellos una serie de vivencias suyas, personales, que con el tiempo valoras mucho más. La relación era mucho más cercana. En la calle Balmes de Barcelona, Kluivert se llevó dos veces el mismo buzón y no se publicó nada. Y decía el jodido, 'es que el buzón se mueve'. Pues eso era, viajabas con ellos, tenías una relación mucho más estrecha. Y te lo digo de verdad, el lector lo agradecía, porque accedías a una serie de confidencias, que debías de manejar, por supuesto, y a una serie de vivencias de cómo estaba en ese momento determinado ese jugador, el equipo, el campeonato y ahora no lo tienes. Vives en la distancia.

Tomás Guasch lamenta que se haya perdido la relación con los jugadores. Relevo

¿De quién es la culpa?

No lo sé. Primero cerraron los entrenamientos. Después, no sé si fue Mourinho el primero y se apuntó Guardiola, o al revés, nos echaron del chárter. Ibas a Europa, viajabas el lunes y el partido era el miércoles. Fíjate si tenías tiempo. Estaba prohibido en los periódicos que el enviado especial librara el día siguiente. Tú llegabas a las 5 de la mañana y al día siguiente, a trabajar porque es el que tenía la información. Había viajado con ellos, había hablado con el tío que había hecho el gol, se había dado cuenta de quién había fallado el penalti, de si el entrenador estaba cabreado o feliz. Y esa información la hacías al día siguiente. Era imposible librar.

"Me hubiera encantado ser jefe de prensa. El primer día hubiera abierto la puerta con todos en pelotas y toda la prensa dentro, y claro, me hubieran echado al día siguiente, pero me hubiera pegado ese gustazo de decir: 'Oiga, que son futbolistas y que el tío que entra te va a preguntar'"

Tomás Guasch

Hemos llegado a un punto en el que, por ejemplo, la Real que juega en Dinamarca contra el Midtjylland, puedes hacer el partido desde casa. Te sientas delante de tu televisión, te pones la radio, hay un enviado especial que te va a dar las cuatro declaraciones y te haces una crónica cojonuda. Oye tú, no. Eso lo hemos perdido nosotros, por lo que sea. Y luego está la figura del jefe de prensa, del representante que es a ver cómo te pongo más problemas. A mí me hubiera encantado ser jefe de prensa porque hubiera durado 48 horas. El primer día hubiera abierto la puerta con todos en pelotas y toda la prensa dentro, y claro, me hubieran echado al día siguiente, pero me hubiera pegado ese gustazo de decir: 'Oiga, que son futbolistas y que el tío que entra te va a preguntar'.

Hay miedo a que te pregunten...

Pero, ¿qué te van a decir? Mira, yo lo viví, hace tiempo que no, pero yo lo viví. Fijate que mañana te dicen que vas a entrevistar a Zubimendi. '¿Qué le vas a preguntar?', te cuestionan. Digo, 'pues por los aranceles de Trump'. Pero vamos a ver. 'No, pero es que tú sabes que si dice algo del Real Madrid, del Arsenal...' Pero si me lo estás diciendo tú. Si eso lo saben los niños de San Sebastián, lo saben todos, que como es el bueno o es uno de los buenos, va a tener ofertas. Normal. El chico sabrá lo que hace con su vida. 'No, de eso no le preguntes', te piden. Entonces, '¿de qué le pregunto? ¿de los aranceles de Trump?' Yo te digo que en mis años de experiencia, seguramente habrá sido suerte, ni uno se cabreó conmigo. Yo voy a poner lo que me diga él.

El fútbol ha perdido su esencia y el periodismo va por el mismo camino...

Sí. Lo de antes era mucho más normal ¿Eran tan distintos Arconada, Perico, Zamora y Satrústegui que estos de ahora? ¿Entre Satrústegui y Oyarzabal hay una gran diferencia? La edad, naturalmente, pero es que el entorno de los otros era una cosa muy natural y el de estos, no. Hemos perdido todos, el periodista, el lector... No hay por donde pillarlo.

¿Cómo uno que nace en Barcelona se hace del Espanyol?

Por llevar la contraria y por una inferioridad manifiesta. Luego pasan cosas tan cachondas como la del pasado fin de semana. El Espanyol, del que todos dicen que es el filial del Madrid, que si tal, que si cual, gana 1-0, con el follón correspondiente, eso sí. El fútbol hay que tomárselo a coña. Tiene esa gracia de que sabes que hay una enfermedad manifiesta, que ha empezado la temporada y ya hay gente que dice que el Espanyol va a quedar el cuarto por la cola. 'Pues que no empiece laLiga. Ya ni jugamos y hacemos otra cosa', digo yo. Pero los alegrones son tremebundos. Yo soy de la opinión de que este domingo visitas a tu modelo. Yo creo que el Espanyol debería mandar un espía, o tres o cuatro, por si se les perdiera algo, y preguntar: ' ¿Ustedes esto cómo lo hacen? ' La clave está en los chicos de casa, naturalmente. Pero es que la cantera catalana, por una cuestión demográfica, en España solo la andaluza va por delante. Tienes que tener jugadores de casa. Y después, lo que hace la Real. El Espanyol tuvo un equipo que yo lo pongo siempre como ejemplo. Caballero, portero de la selección argentina; Pochettino, central; Galca, de volante, y arriba, Esnaider. Si a esos cuatro tíos, le unes al jugador español que llega libre... Ahora ha llegado Urko, un futbolista que le puede venir cojonudo al Espanyol. Yo llegaría a un acuerdo con la Real. Si resulta que Urko acaba siendo Beckenbauer, es tuyo y te lo llevo yo a hombros, pero si no, el Espanyol tiene un futbolista para diez años y si no, lo vendo. Como ha pasado con el Nico este que ha fichado el City. Pero hay un problema muy grave.

¿Cual?

Pues que a la Real la dirigen los que la dirigen y al Espanyol, un chino al cual hay que hacer un monumento. Un monumento porque cuando el Espanyol estaba moribundo, para quebrar, el tipo lo salvó. Ahora, ni un catalán de Sabadell, ni un guipuzcoano de Orio pueden ser presidente de la Real y del Espanyol a 10.000 kilómetros. No puede ser. Y me dicen que estoy en contra de los chinos. No, si te estoy diciendo que le tienen que hacer un monumento porque lo salvó. El Espanyol estaba en la calle tirado, le puso la inyección y lo levantó. Ahora, ¿usted cree que puede gestionar esto a 10.000 kilómetros? Ha venido cuatro o cinco veces y la verdad es que ha gastado mucho dinero. Ahora, la pregunta es, ¿dónde está el goce de estos tíos? 'Es que hay negocio', me dicen. ¿En el Espanyol hay negocio? Si es así, hay que hacerle presidente del Gobierno. ¡Joder! ¡Este tío no salva! ¡Este es un fenómeno!. Le ganas al Real Madrid 1-0 y se monta un buen lío, pero ¡si el tío está durmiendo'. Porque además se acuesta pensando, seguro que va a perder. No creo que lo vea a las cinco de la mañana. Ya se enterará al día siguiente. Lo tendrá grabado y, como en este caso, si ha ganado se lo pondrá. Si no... Siempre he pensado lo mismo, como el señor del Valencia. ¿Qué satisfacción personal tiene esto? Si no ven los partidos, si solo le llaman para líos, que me falta un portero, que el entrenador es un desastre y hay que echarlo. ¿Dónde está la satisfacción? No lo he entendido nunca.

Tomás Guasch habla de las diferencias entre la Real Sociedad y el Espanyol. Relevo

¿Cuál es la situación actual del Espanyol?

Está muy pillado. Realmente es una supervivencia. Este podría ser el tercer descenso en cuatro años. Sí que es verdad que ahora hay mucho chaval joven y existe esa cosa también de hacer frente al poderoso, que es el Barça. Gente y ambiente hay. Es de las aficiones que más se desplazan con el equipo por España, que eso lo tiene, pero falta, como diría yo, esa sensación que tiene la Real de que diga: 'Mire usted, yo bajar, no voy a bajar, ¿vale?' Pero la Real tiene un poso y una estabilidad que el Espanyol no las tiene. Estás todo el día con el 'ay, ay, ay'. Estos tres puntos del otro día son agua bendita, pero hay que hacer 31-40. Y que Dios te ampare para que no bajes a Segunda. Es complicado.

"Hoy hay un Madrid-Atlético. Se va Griezmann y le mete el pie un jugador del Madrid. Si le expulsan, invasión de campo. Figurada, espero. Pero es que no puedes cometer esos errores porque es algo terrorífico"

Tomás Guasch

Hablando del partido de Cornellá, ¿qué te parece todo lo que se vivió allí?

Es de no creer. No puedes dar por bueno eso porque estás poniendo en peligro la integridad de un futbolista. ¿Ninguno, ni el asistente que sigue la jugada, ni el árbitro, ni los de arriba lo ven? Te da para lo de lo que se está hablando, de persecución y tal. Hay cosas que son incomprensibles. ¿El VAR nos ha hecho más felices? Yo te respondo: No. O hay algo que no sabemos o esto es una coña marinera que no tiene ningún sentido. Entiendo el ojo de halcón, que si hay una duda de que la pelota entra, pues tiene que haber una manera para saberlo. Eso es fenomenal. Pero esta coña de que haya unos tíos a 500 kilómetros... Pero si le están complicando la existencia al árbitro más que otra cosa. Como el tema de las manos, ¿cuándo son? Hoy sí, mañana, no. Este sábado hay un Madrid-Atlético. Se va Griezmann y le mete el pie un jugador del Madrid. Si le expulsan, invasión de campo. Figurada, espero. Pero es que no puedes cometer esos errores porque es algo terrorífico. Hay un solo árbitro. Puede ser que lo haya visto, que no, pero si hay cuarenta tíos y a nadie se le ocurre pensar que no hay una cosa rara. No lo entiendo.