Tres acciones polémicas machacaron a un Leganés que salió indignado del Bernabéu: "Los que están arriba tienen poco derecho a quejarse; que el club haga algo al respecto"
El equipo pepinero vio como tres decisiones arbitrales cayeron en su contra y marcaron el resultado final.
El buen partido del Leganés en el Bernabéu se quedó sin premio. Remontar el 1-0 en unos minutos no sirvió de nada, y el Real Madrid se acabó llevando los tres puntos. Sin embargo, el conjunto pepinero se marchó contrariado porque todas las polémicas arbitrales cayeron en su contra, marcando claramente el resultado final. Hasta reaccionó en redes sociales con una sola palabra que mostraba su sensación: "Qué".
La primera, la acción del 1-0. Un penalti sobre Arda Güler muy protestado por los jugadores rivales pero que González Fuertes, colegiado del encuentro, no dudó en señalar. El VAR tampoco lo llamó y Mbappé marcó el primer tanto del encuentro. Si bien el toque existe, el Leganés protestó que no era suficiente como para señalar la pena máxima.
Después, ya en la segunda mitad, Bellingham y Diego García protagonizaban otra acción que pudo cambiar el partido. El delantero visitante se iba solo contra la portería de Lunin, pero tiraba fuera y trastabillado. La repetición mostraba un leve toque en su pie por parte del inglés, que también lanzaba su mano contra el hombro rival, pero el árbitro también tuvo claro que no era ni penalti ni expulsión.
Pedro Martín, especialista arbitral de la Cope, comparó ambos penaltis: "Es más del que ha pitado, pero no es nada ninguna de las dos cosas". Además añadió que si hubiera sido penalti tenía que haber expulsado al jugador inglés. Por último, también muy protestada por el equipo visitante, una falta de Renato Tapia sobre Rodrygo que a la postre sería el definitivo 3-2. El jugador peruano derribaba al brasileño, pero tanto jugadores como banquillo blanquiazul saltaban, pues parecía que antes tocaba la pelota. González Fuertes no lo consideró, le sacó amarilla y unos segundos después Mbappé marcaba.
Borja Jiménez y el malestar de todo el vestuario
El Leganés se marchó en brasas y su entrenador, Borja Jiménez, lo verbalizó: "Los jugadores están muy enfadados porque hemos visto las acciones y están indignados, enfadados; he intentado que valoraran lo que han hecho para hacer el buen partido que ha hecho el equipo aquí. Hemos tenido el 2-3 nada más encajar el 2-2. El Madrid ha dominado, nos ha tenido cerca del área, pero sabíamos que teníamos que ser así. Estaban muy molestos por las circunstancias".
Los pepineros no guardan un buen recuerdo de González Fuertes, que les perjudicó en el partido contra el Alavés, después del cual Borja estalló. Esta vez quiso reprimirse aunque mostró su malestar e instó al Leganés a alzar también la voz contra los arbitrajes.: "No voy a protestar hoy otra vez. A ver si tenemos suerte con los sorteos. Lo dije el viernes y lo digo por activa y por pasiva, los que están ahí arriba tienen poco derecho a quejarse. Confío mucho en el estamento arbitral, pero hemos tenido mala suerte. Ojalá el club haga algo al respecto. Me refiero a seguir la dinámica de todos los clubes, que alzan la voz e ir en la misma línea. Eso es positivo para nosotros. No creo que sea falta de nivel ni muchísimo menos. He tenido la suerte de hablar con él -el árbitro González Fuertes- antes de que empezar el partido. No ha tenido su mejor día, como nos puede pasar a nosotros. Él será autocrítico, pero mi máximo respeto. Hemos tenido mala suerte, otra vez".