Uche y Mayoral despiertan al 'EuroGeta' y alargan el bache del Girona
El Getafe suma su cuarta victoria consecutiva a domicilio y mantiene un 2025 impecable.
Míchel contra Bordalás. Un cartel que se explica por sí solo. La jornada 24 de LALIGA EA Sports abre el telón con uno de los duelos futbolísticos más atractivos. Aunque, para el Girona, llegue en el peor de los escenarios. El tropiezo en San Mamés les ha devuelto a la casilla de salida de un objetivo europeo que no arranca. Y que, a este paso, acabará más en permanecer sólido en la primera división. La filosofía de tener el balón y jugar atrevido, que tanto triunfó el año pasado, sigue sin recuperar su mejor versión. Y no va a ser alivio recibir a la antítesis de esa filosofía. Mucho menos, con la dinámica que trae. Porque el "este es fútbol papá" ha estrenado un 2025 meteórico, sin derrotas en liga. Y además, suman pleno de victorias en las tres salidas realizadas en Las Palmas, San Sebastián y la de la jornada pasada en Vitoria. Sin duda, el mejor día para romper el candado de Montilivi y despegarse de la zona baja.
Con una presión asfixiante a la salida de balón, el Getafe dejaba claro en el minuto uno que venía a dar guerra. Sin perdonar una sola ocasión. Porque en la primera salida desde atrás de los de Míchel, gracias a la labor de Juan Iglesias, se produjo un fallo grave que Uche transformaba en gol. En tres minutos, jarro de agua fría para el Girona. Otro fallo grave que se suma a la lista de porqués de la irregularidad de los catalanes. Con la sensación de debilidad, en un escenario imprevisible, el Girona se vería arrugado y falto de confianza. Escenario que cargaba de más energía a un Getafe que aumentaba la presión alta.
La frustración de los locales obligaba a cambiar el plan. Si por dentro no se puede pasar, a oxigenar las bandas. Por ahí, pese a seguir con dificultades de saludar a Soria, empezaría a avanzar el club gironí. Pero en cuanto llegaba un duelo, balón para los azulones. No pesaba el 78% de balón de los locales, porque el guion seguía por el camino de Bordalás. Con un jugador en cada receptor de pase, demostrando una vez más que el buen hacer del Getafe también entiende de táctica. La calidad individual, botiquín casi único para escenarios como este, tenía que entrar en juego.
Por la izquierda, la dupla Bryan-Miguel, y por la derecha Tsygankov. Tres jugadores con los que el Girona empezaba a ver la luz en el uno contra uno. La respuesta azulona: todos al área y a ralentizar el juego. Inhibiendo a Stuani, que apenas tocaba balón, para evitar que la vía de los centros tomara efectividad. El cóctel de nerviosismo y de rabia que tenían los de Míchel en el césped estaba contagiándose en la grada. Aunque también, influido por el final de primera parte embarrizado. Cargado de faltas, y de poca continuidad con balón, el paso por vestuarios sería como una bombona de oxígeno.
Poco duraría, porque la segunda mitad arrancaría con el mismo guion. Fallo de Krejci y Gazzaniga, y un Getafe presionando la salida como perros de presa. Tres errores seguidos, de clara falta de concentración, que devolvían el enfado a Míchel. Pero un latigazo de Unai López haría de descompresión, y despertaría la rebeldía del Girona. De repente, las energías se multiplicaban y las bandas vivían constantes incursiones. Una actitud positiva clave para el camino del gol. A balón parado, en un saque de esquina, Yangel Herrera levantaría a todo Montilivi con un cabezazo perfecto al segundo poste.
Pero, cuando parecía que iba a ser comodidad y sentimiento de remontada gironí, los Bad Boys acuchillarían por la espalda. Nada más entrar Mayoral, y en otro error defensivo. Porque el primer balón que tocaría el delantero sería un mal rechace de Gazzaniga al disparo de Juan Iglesias. El caza goles no fallaría a su cita, y la grada volvería a congelarse. Porque el escenario volvía a dar un paso atrás, despertando ese nerviosismo y falta de consistencia de su equipo. Aunque había un jugador con ganas de cambiar el escenario, y en su debut. Porque Arthur era el elegido de Míchel para cambiar el escenario. Llegó el ansiado debut del brasileño.
Pero hoy era el día en donde, todo lo que puede salir mal, sale peor. Porque al instante, un pisotón peligroso (pero sin intencionalidad) de Yangel Herrera le mandaba al vestuario. Roja directa con intervención polémica de VAR. La mirada al horizonte con cara de pocos amigos de Míchel lo decía todo. Un gol en fuera de juego del Getafe dio algo de respiro a un final de partido donde la paciencia formaba parte del kit de supervivencia. Porque Bordalás, con Nyom, dejaba claro el guion: bloque bajo y a sufrir. Con una tensión casi a punto de explotar todo por los aires, y el Getafe más Bordalás, el Girona vería su cuarta derrota consecutiva que le obliga a mirar a la permanencia. Peor, en el otro lado, el equipo azulón sigue una gesta tan grande que despierta el pequeño sueño europeo. En una temporada donde se avecinaba curvas, Bordalás ha vuelto a devolver la ilusión al sur de la Comunidad de Madrid.
Ficha técnica
- 0-GIRONA: Gazzaniga, Arnau, David López (Arthur, min 69'), Krejci, Blind, Yangel Herrera, Romeu (Asprilla, min 69'), Tsygankov (Miovski, min 90+4'), Miguel, Bryan (Ivan Martín, min 78') y Stuani (Portu, min 78').
- 1-GETAFE: Soria, Juan Iglesias, Alderete, Domingos Duarte, Diego Rico, Terrats (Yellu, min 89'), Djené, Arambarri (Nyom, min 77'), Bernat (Carles Pérez, min 61'), Juanmi (Mayoral, min 61') y Uche (Yildrim, min 89').
- TARJETAS: Roja: Yangel Herrera (min 73'). Amarilla: Carles Pérez (min 76'), Portu (min 79') , Uche (min 88'), Alderete (min 90'), Asprilla (min 90+7')
- GOLES: Uche (min 3'), Yangel Herrera (min 54'), Borja Mayoral (min 62')