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La última temporada de la leyenda 'Rulo': Una foto 'secreta' de despedida terminó en un penalti histórico

El navarro ha tenido que asumir su curso más discreto, sin goles ni titularidades ligueras hasta que Valverde tiró de él en la gran final.

Raúl García, manteado por sus compañeros tras anunciar su retirada en el gimnasio de Lezama./Athletic Club
Raúl García, manteado por sus compañeros tras anunciar su retirada en el gimnasio de Lezama. Athletic Club
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

"Siempre dije que mi último año quería que fuese bonito, fácil, no sufrir y no pasar momentos complicados. Y en ese sentido ha sido precioso". Una de las frases de Raúl García en su despedida pública tras anunciar su retirada resume una última temporada en la que le ha tocado vivir situaciones nuevas. Algo que parece mentira en un futbolista con 20 temporadas en sus piernas, siempre importante en sus equipos y que se acostumbró al éxito desde el inicio en Pamplona, después en el Atlético de Madrid y en Bilbao desde que aterrizó en agosto de 2015.

Sin embargo, esta temporada todo fue diferente. Renovó a última hora el pasado verano, tras una propuesta a la baja que llegó con LaLiga acabada y que aceptó el último día en el que expiraba su contrato el 30 de junio de 2023. Incluso, tras el último choque ante el Elche en San Mamés, el navarro bajó al césped con su familia y se fotografió allí por si no volvía a jugar en La Catedral. Lo hizo en la soledad y la tristeza de un escenario que había vivido una dura derrota que complicaba el objetivo europeo a una jornada del final de Liga. Nadie, ni siquiera él, sabía con seguridad que finalmente alargaría su trayectoria y prefirió aprovechar la ocasión.

Ernesto Valverde fue su principal valedor, el mismo que apostó por su fichaje en su anterior etapa en el banquillo rojiblanco, pero el rol que ha ocupado este curso en la plantilla ha estado muy lejos del que siempre tuvo en el Athletic, en Osasuna y en el Atlético. Apenas ha disputado 13 partidos de LaLiga, ninguno de ellos de titular y no ha podido participar en ningún gol ni asistencia. Tampoco en la Copa ha podido anotar, más allá de lo que sucedería en La Cartuja el 6 de abril de 2024, una de las fechas más importantes de toda su carrera.

El navarro suma hasta la fecha 196 minutos, el 7,02% de los disputados en estas 31 jornadas, lo que demuestra que ha sido un futbolista secundario para el Txingurri. Muy diferente a su papel del curso pasado, en el que perdió la condición de titular pero participó en 35 de las 38 jornadas siendo casi siempre un arma utilizada en los tramos finales de encuentro. Ese nuevo rol le sitúa como el segundo jugador de campo con menos minutos, prácticamente igualado con un Adu Ares que apenas suma 182 minutos ligueros. Pero todo eso daría igual.

Un penalti decisivo

Lo que parecía una temporada para el olvido en lo personal se tornó en histórica hace solo una semana. Si bien el título no ha influido en su decisión, el regusto es muy diferente por un cambio de Valverde que fue decisivo. Raúl García saltó al césped para disputar toda la prórroga, junto a un Iker Muniain que también está pasando un curso complicado y que en unas semanas deberá tomar una decisión sobre su futuro, y fue el escogido para lanzar el primer penalti.

Raúl García, junto al resto de capitanes, junto al trofeo conseguido. EFE
Raúl García, junto al resto de capitanes, junto al trofeo conseguido. EFE

El Txingurri y su cuerpo técnico estudiaron cada penalti de los futbolistas propios y del Mallorca, así como la incidencia del cansancio de los lanzadores. Ahí aparecía el nombre de Raúl como principal lanzador. Y cambió la historia. Anotó, lo gritó con rabia y convirtió una temporada complicada en una histórica. Su noveno título como profesional, redondeando un palmarés inmaculado en el que lucen una liga, dos Copas, dos Supercopas, dos Europa League y dos Supercopas de Europa.

Vivió las celebraciones en segundo plano, sin querer demasiado protagonismo. Como lo ha hecho siempre en el Athletic. La figura de quinto capitán, tras Muniain, De Marcos, Iñaki Williams y Lekue ponía foco sobre él en algunos actos, como la visita a la Casa de Juntas de Gernika o en el Ayuntamiento, pero en otros pasó desapercibido. Su trabajo lo había hecho en La Cartuja y quedará para siempre en el corazón de una afición que le idolatra y seguro le brindará una despedida a la altura de su leyenda.