BARCELONA 2- ALMERÍA 0

Así fue el último día de Piqué en un Camp Nou entregado

El central se despidió de la afición.

Piqué llegó acompañado de sus hijos./FCB
Piqué llegó acompañado de sus hijos. FCB
Albert Rogé

Albert Rogé

El 5 de noviembre de 2022 siempre será recordado por Gerard Piqué. El central, tras toda una vida de azulgrana, disputaba su último partido en el Camp Nou. Ante su afición. A la que tantas y tantas alegrías ha regalado. El rival era el Almería, pero eso era lo de menos para los 92.605 aficionados, mejor entrada de la temporada, que querían regalarle a su central una despedida a la altura de lo que se merece un jugador histórico como él.

Gerard Piqué llegó al Camp Nou acompañado de las dos personas más importantes de su vida: sus hijos Milan y Sasha. Los pequeños rebosaban ilusión por poder acompañar a su padre en un día tan especial. Tras cambiarse, la plantilla azulgrana saltaba a calentar al césped y lo primero que hacía Piqué era buscar a sus hijos, ambos en la grada, para lanzarles varios besos.

En el club azulgrana, conscientes de la magnitud de Piqué, prepararon varios homenajes. La palabra "Sempr3" cobraba protagonismo. La unión de la palabra siempre, en catalán, con el dorsal de Piqué, estaban presentes en la lona del centro del Camp Nou y en la parte frontal de la camiseta de partido.

Un brazalete especial

En un día tan emotivo como hoy, Busquets no dudó ni un segundo en ceder el brazalete de capitán a Piqué. El central, que hasta ahora era el segundo capitán de la plantilla, lo llevaba por última vez. En el túnel, antes de salir, volvían a estar presentes Sasha y Milan, que salieron con Gerard al césped. Con ellos, el resto de los titulares, lucían la camiseta con el dorsal 3 y Piqué en la espalda.

Ni siquiera había arrancado el partido que la afición ya coreaba "Piqué, Piqué, Piqué". El Camp Nou era una fiesta. Como el típico partido donde una leyenda se despide y todos acuden para despedirlo. Eso sí, en esta ocasión, había tres puntos en juego. Poco importaba. Primeros balones y sendas ovaciones para él. Se celebraba todo. Normal. Piqué se merece eso y más.

Piqué, en su último partido en el Camp Nou. GETTY
Piqué, en su último partido en el Camp Nou. GETTY

Un penalti dibujado para él

A los azulgranas no les habían señalado ni una pena máxima en lo que iba de campeonato. En la previa, se había comentado qué ocurriría si los azulgranas tenían la ocasión, viendo a Piqué como un claro candidato a lanzarlo. Casualidades de la vida, a los cinco minutos de partido, el colegiado lo señaló por manos de Kayki.

Instantes antes, mientras lo revisaba en el VAR, Dembélé cogió el balón en busca de Piqué. Por el camino se encontró a Lewandowski, el especialista, y charló con él, dejando el balón en el césped. El francés seguía su camino hacia el central, que por lo que parecía, no quería protagonismo y dejaba que fuera el polaco el lanzador, que terminaba lanzándolo fuera.

En busca del gol

El conjunto de Xavi tuvo infinitas oportunidades para abrir el marcador en los primeros 45 minutos. Una de ellas, de Gerard Piqué, que remataba el saque de esquina por encima de la portería almeriense. El central lo siguió intentando y en un contraataque, corrió como si de un delantero se tratara, para intentar marcar, pero no lo logró.

El que sí que estuvo acertado fue Dembélé. El extremo, a los tres minutos de iniciar la segunda parte, se fabricaba una jugada individual y marcaba el primero de los azulgranas. El francés, en la celebración, se abrazaba a Piqué. al que le dedicaba el gol. 15 minutos después, Frenkie ponía el 2-0 en el marcador y el partido empezaba a estar sentenciado.

Dembélé le dedicó el gol a Piqué. GETTY
Dembélé le dedicó el gol a Piqué. GETTY

Un cambio histórico

Pasaba el minuto ochenta de partido y Xavi Hernández decidía introducir a Christensen. El sustituido era Gerard Piqué. El central se quitaba el brazalete de capitán y era rodeado por todos sus compañeros, que lo querían despedir. Los más de 92.000 aficionados presentes en el Camp Nou, en pie, para despedirlo.

Con lágrimas en los ojos, Gerard Piqué se abrazó uno a uno con todos sus compañeros, los que estaban en el terreno de juego y los del banquillo. También con los miembros del cuerpo técnico. Acababa de jugar sus últimos minutos en el Camp Nou. Su rostro lo reflejaba. Piqué se marchaba con el cariño de toda una afición, consciente que despide a una "parte del escudo", como dijo Laporta.

The last dance

Tras el pitido final, Piqué vivió su último momento en el Camp Nou. Tras ser manteado por sus compañeros, dio la vuelta de honor, con su nombre, siendo coreado por todo el público, que lo despedía en pie. Acto seguido, se proyectaron unas imágenes suyas en el vídeo marcador del estadio, con sus mejores momentos.

El central quiso despedirse de la afición. "En la vida, te das cuenta, que querer es dejar ir. Creo que era el momento de dejar un espacio entre el Barça y yo. Un poco de aire. Estoy convencido que en un futuro volveré a estar aquí. Mi abuelo me hizo socio. Nací aquí y moriré aquí. Visca el Barça siempre", decía Piqué, entre lágrimas.

Fiesta total la que tuvo el central, titular, tres puntos y ovacionado por los suyos. No se merecía otro final.