El Valencia gana esperanza, pero no se deja llevar por ella

El Valencia ganó esperanza tras su victoria en Elche. Un triunfo en el campo en comunión con la grada, donde hubo una lección de valencianismo con más de 6.000 aficionados desplazados. Fue como jugar en casa, aunque en realidad el Valencia era visitante y eso ya es noticia porque los che consiguieron vencer lejos de Mestalla 6 meses después, poniendo fin a su peor racha como visitantes desde 1979 (7 derrotas seguidas). Un triunfo importante de cara a la tabla clasificatoria, si bien los che siguen en descenso, ya están empatados a puntos con el Almería, último equipo que marca la salvación.

El Valencia ganó esperanza, pero ahí se queda la cosa. O al menos eso quiere Rubén Baraja. "Sí, hemos ganado esperanza pero nadie puede valorar nuestra situación de hoy como algo positivo, ni siquiera este es un momento que podamos valorar, solo podemos pensar en Valladolid y en que en la jornada 38 el Valencia esté fuera de los puestos de descenso", dijo el preparador al término del partido, mientras volvía a dar un golpe encima de la mesa.

Es evidente que la victoria les permite recuperar moral. Sin embargo, después del triunfalismo que hubo tras el último +3 de los che allá por marzo ("Todavía podemos hacer cosas muy bonitas este año", dijo Nico González), en esta ocasión Baraja ha querido dejar claro que la batalla de su equipo está en el barro, en el descenso. Al vestuario le costó mucho asumir que su batalla era no descender y ahora que lo ha asumido, su técnico no quiere despiste alguno.

Y la plantilla respondió. Al término del partido los futbolistas lo comentaron con sus más allegados, que se habían liberado mental y futbolísticamente, pero que todavía quedaba muchísimo por hacer. "Cuando ganas, todos los futbolistas parecen mejores, gestionar las emociones es complicadísimo y hoy lo hicimos bien", explicaba al respecto Baraja. En las entrañas del Martínez Valero, Carlos Marchena pedía calma y cabeza fría tanto a sus jugadores como a todo el entorno.

Esa liberación se plasmó en el verde: triunfo seis meses después como visitante, portería a cero tras cuatro jornadas, segundo partido en 2023 en el que los che consiguieron marcar más de un gol y un sistema con tres centrales que permitió al equipo no sufrir apenas remates entre los tres palos. En este último sentido, Mouctar Diakhaby, que tuvo que ser sustituido por dolencias en el tobillo, se marchó de Elche cojeando pero por su propio pie. En el cuerpo médico son optimistas con que pueda llegar a la cita del próximo jueves ante el Valladolid. Una nueva final para el Valencia.