VALLADOLID 0 - SEVILLA 4

El Valladolid intenta borrar el 'Ronaldo go home' de las imágenes, pero la afición no se aplacará por eso

La 'kiss cam' hizo lo posible por evitar las pancartas contrarias al presidente blanquivioleta.

Una pancarta contra Ronaldo en Zorrilla. /
Una pancarta contra Ronaldo en Zorrilla.
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

El Real Valladolid malvive en primera, cada semana es un suplicio y las opciones de mantenerse se van desvaneciendo poco a poco. Sus aficionados sufren por ello, pero su cansancio no es solo cosa de lo que pasa en el césped, que también, sino de lo que ellos consideran que es una directiva inoperante dirigida por Ronaldo.

El tema no es nuevo, ya el pasado año, incluso en una temporada triunfante que les devolvió a Primera, señalaron con frecuencia al presidente y, en aquel caso, también al entrenador, Pezzolano. Entiende la gente en Valladolid que el equipo es disfuncional, que no escucha a la afición y que el presidente no se ocupa lo suficiente. Acude poco a Zorrilla y tampoco ha hecho lo suficiente para revertir una situación desesperada.

Las protestas se suceden, por más que el club y la realización televisiva hagan lo posible por esconderla. El último ejemplo de esto es anecdótico, aunque también significativo.

En el descanso del partido se llevó a cabo una kiss cam, la típica americanada en la que la cámara de ambiente busca a gente para que se besen y así pasar los tiempos muertos. El problema es que, en este caso, la cámara se topó en varias ocasiones con las banderas escondidas de Ronaldo Go Home que proliferan en la grada.

La cámara se fijaba en alguna pareja, emergía la bandera y, a la mayor velocidad posible, el plano se iba a otro lado para ocultar lo que estaba pasando. Si en el siguiente objetivo salía otra bandera, como de hecho pasó, se volvía a cambiar el plano tan rápido como fuese posible. Que desaparezcan de la kiss cam o de la retransmisión televisiva no cambia la realidad del hecho: buena parte de Zorrilla está muy enojada con su club.

Tampoco es una sorpresa para los jugadores. Cuando terminó el partido, Anuar, que está entre los mejores jugadores del año dentro del bajo nivel general, asumió que el enfado que se nota en la grada es bastante lógico. "A la afición hay que pedirle perdón porque no estamos a la altura de la camiseta que estamos vistiendo. Con lo que nos ha costado llegar a Primera y dejarlo como lo estamos dejando es muy duro", explicaba.

Porque, con el 0-4, hay que asumir que a la falta de talento que se muestra en el equipo se le une una falta de voluntad. "Entiendo a la afición y que no les gusta lo que ven y por tanto así lo muestran. Quieren ver al equipo por lo menos dar la cara y competir", relataba Anuar.