El vestuario del Barça ya ve el primer 'match ball': "Si ganamos a Osasuna, campeones"
En la plantilla azulgrana ven el choque del martes frente a Osasuna como la puntilla final al campeonato.

Ahora sí, en el Barça ya ven LaLiga en el horizonte. Tras la desconexión intersemanal en Vallecas, cuerpo técnico y jugadores analizaron lo sucedido y llegaron a la misma conclusión: obligado ganar a Betis y Osasuna en el Camp Nou para sellar de forma definitiva -que no matemática- el título. Tras hacer la primera mitad de los deberes, en el vestuario quieren olvidar ya el triunfo ante el elenco de Pellegrini para centrarse en el envite contra Osasuna, el cual consideran ya una bola de partido virtual.
"Si ganamos el martes a Osasuna, campeones", deslizan desde el vestuario. En el conjunto azulgrana consideraban trampa el partido contra el Betis, ya que llegaba tras el inesperado traspié contra el Rayo y sabiendo también cómo de difíciles puso las cosas el cuadro verdiblanco en la Supercopa de España en Arabia Saudí.
Todo -o casi todo- fueron magníficas noticias este sábado por la noche. Volvieron Dembélé y Christensen, el danés anotó su primer tanto como culé, Lewandowski volvió a marcar en el Camp Nou, Raphinha alcanzó las dobles figuras -ya suma 10 goles y 11 asistencias-, debutó Lamine... y hasta un Camp Nou que desafió a la lluvia acabó cantando y botando al ritmo de "madridista el que no bote".
El alirón apunta al 14 de mayo frente al Espanyol en Cornellà-El Prat
Independientemente de lo que ocurra en San Sebastián entre Real Sociedad y Real Madrid, si el Barça derrota a Osasuna quedará, como mucho, a cuatro puntos del título quedando 15 en juego. Es decir, a los de Xavi les valdría un único triunfo y un empate en las últimas cinco jornadas para cantar el alirón. Si los blancos 'pinchan' contra el elenco de Imanol Aguacil, el Barça lo tendrá todo de cara para cantar el alirón el 14 de mayo en Cornellà-El Prat ante el Espanyol.
Al margen del título, los azulgranas tratarán en las últimas seis jornadas de campeonato de convertirse en el equipo de toda la historia de las cinco grandes Ligas europeas con menos goles encajados en una temporada. En el curso 2004-05, el Chelsea de José Mourinho recibió solo 15 dianas en la Premier. Tras este sábado, el Barça acumula un total de 11 en contra.