VILLARREAL

El Villarreal tendrá paciencia con Setién sin olvidar a Marcelino y Gallardo

El cántabro, con contrato hasta 2024, necesita resurgir ya y lograr un título o entrar en Europa para superar las dudas y seguir más allá de junio.

Quique Setién, en uno de los partidos al frente del Villarreal./GETTY
Quique Setién, en uno de los partidos al frente del Villarreal. GETTY
Alfredo Matilla
Nacho Sanchis

Alfredo Matilla y Nacho Sanchis

En el Villarreal hay inquietud, como es lógico, con la marcha del equipo en manos de Quique Setién tras cuatro partidos (tres derrotas y un empate). Pero nadie se quiere volver loco. Hace 13 días que anunciaron al nuevo entrenador tras la marcha inesperada de Emery y, salvo descalabro o ridículo el miércoles frente al Espanyol (20:00) o en Copa ante el Santa Amalia, el técnico cántabro estará en el banquillo en Navidad una vez superado el parón del Mundial. Otra cosa es lo que suceda luego. Las sensaciones han cambiado por los resultados y los cánticos de "¡Quique, vete ya!".

La familia Roig se aferró a Setién hace dos semanas con ilusión. La cena previa a la oficialidad acabó por convencer a los directivos al estar ante un tipo sencillo, sabio y sin artificios. Pero no era su primera alternativa. Marcelino siempre estuvo, está y estará en la mente de los dirigentes del Submarino. Sobre todo desde que han restablecido unas relaciones que se desgastaron en su estancia en el club y por las que acabó siendo destituido en agosto de 2016. Con la salida de Emery volvieron los tanteos para que el asturiano se hiciera cargo del equipo, como también demandaban muchos jugadores. Sólo fueron eso, tanteos, nunca existió una oferta formal. Simplemente se produjo un careo son mensajes subliminales el día del entierro de José Manuel Llaneza en el que quedó claro que no era el momento de volver a trabajar juntos. Marcelino no es muy amigo de coger a un equipo con urgencias sobre la marcha, con la temporada ya empezada, a no ser que esté en Champions, así que prefería continuar con su hoja de ruta y esperar. También con un ojo puesto en la Selección.

La otra opción que valoró el Villarreal de forma seria fue la del 'Muñeco' Gallardo. El técnico argentino de River Plate acababa de finalizar el campeonato en su país y era uno de los objetivos de la dirección deportiva. Sin embargo, Gallardo quería tomarse unos meses sabáticos para cargar pilas. Tampoco era el momento para él. De hecho, ahora va a dirigir a River en un par de amistosos que le quedan (el primero de ellos este miércoles contra Colo Colo), antes de desligarse del club definitivamente como ya ha anunciado y luego se irá de vacaciones. Eso sí, sueña con entrenar en España cuanto antes y estaría abierto a todo tipo de propuestas para la próxima temporada a partir de junio. Sabe que, además de estar en la cartera del Villarreal, Sevilla y hasta el Barcelona lo han tenido recientemente en sus oraciones.

Periodo de reflexión

Con toda esta información sobre la mesa, el Villarreal quiere ir paso a paso. De momento, la urgencia pasa por salir de este bache cuanto antes. Así que públicamente la confianza en Setién sigue intacta con la idea de que en la próxima minipretemporada se asiente su librillo y cambie la dinámica. En este tiempo jugarán en Turquía, ante Galatasaray y Fenerbahçe, e Inglaterra, contra Arsenal y el Aston Villa de Emery. Aun así, este deseo de apelar a la paciencia no va reñido con el trabajo que se hace en la sombra en las oficinas para estar prevenidos.

Primero, para tener un recambio de urgencia listo si el equipo no remonta el vuelo y si sigue dando señales de desfallecimiento. Y más tarde, a medio plazo: ver si Setién es de verdad capaz de devolver al Villarreal al lugar en el que preveía estar (clasificado para los puestos europeos) y logra la Conference League o la Copa, dos ilusionantes objetivos de esta nueva temporada, y si así se gana una continuidad pactada hasta 2024. El cántabro confía: "Yo soy un hombre de fe. Entiendo que la gente se haya enfadado y demuestre su malestar. Esta situación puede pasar, tenemos que mejorar cosas, adaptarnos a lo que proponemos. Llevamos solo 10 días aquí, no hemos podido entrenar demasiado. La derrota es un varapalo, pero el equipo va a mejorar", dijo tras el 0-2 del Mallorca.

Si nada de esto se produce y el equipo simplemente salva el curso, entonces todos los caminos conducen a un cambio en el banquillo, más allá de lo que diga el contrato. Las preferencias para un nuevo proyecto de largo recorrido son claras, por este orden: Marcelino y Gallardo. Pero hay y habrá más alternativas ya que, para poder optar a ellos, se tienen que dar muchas circunstancias. Que el Villarreal no cumpla los objetivos, algo que no tiene por qué descartarse ya en noviembre; que la Selección, el Atleti o un equipo Champions nacional o internacional no llame a Marcelino, algo bastante probable por su currículum; y que Gallardo no sea reclamado en uno de los equipos de primerísimo nivel a los que oposita. Enero o febrero, siempre que la normalidad impere y Setién siga demostrando su valía de amarillo, será un buen momento para ver dónde está cada uno e ir atando cabos con vistas al futuro.