Vinicius y Rodrygo sacan pecho sin Bellingham y la manita ante el Valencia

Florentino Pérez pensó antes que nadie este partido. Se le olvidó recordarlo en la Asamblea. Cuando el Madrid planificaba la temporada sin el número '9' en su plantilla, el presidente blanco se imaginaba una noche de noviembre, con Vinicius y Rodrygo, y todos esos goles cayendo de sus bolsillos. Los merengues golearon al Valencia con un recital de sus cracks brasileños.

En lo que no reparó Florentino, ni ninguno, fue en la zurda de Carvajal. El lateral de Leganés espantó a los fantasmas de los primeros minutos con un disparo prodigioso con su pierna izquierda, como si hubiese pactado también con el diablo para gobernar. El Valencia fue justo lo que se suponía: un rival joven y valiente, que perdonó cuando más tenía que dañar.

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'Chico, yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré'. Es lo que dice Vinicius cada vez que junta dos pasos de baile, ya sea celebrando un gol, ya sea enlazando un par de regates. Ya sea protestando al árbitro. Vinicius no va a cambiar, y contra el Valencia demostró que así también puede ser el mejor del mundo.

Marcó un doblete y firmó uno de sus tantos con el escudo. Con el pecho. El día que faltaba Bellingham, Vinicius lo sacó. Él y Rodrygo funcionaron como los cracks, con autonomía sobre el resto, fácil y bonito, para ganar el partido.

Carvajal siempre fue el mejor lateral desde marzo. Y este año lo quiere ser todos los meses del año. Va en camino. Encauzó el encuentro para su equipo en los minutos más delicados. Sobre su golazo desde fuera del área se edificó una victoria plácida para el Real Madrid. Y para él sólo fue el inicio de un partidazo.

Presente en defensa y ofreciendo soluciones en cada ataque. Incombustible. Y con una sensación de empoderamiento que le eleva como uno de los tres futbolistas más importantes del Madrid actual.

La goleada del Real Madrid contra el Valencia pudo ser distinta si Hugo Duro hubiera atinado en la primera parte y no en los últimos minutos de partido. El delantero madrileño, ex del equipo blanco, perdonó cuando el choque aún estaba sin decidir, y marcó un gran gol cuando todo estaba resuelto.

Hasta en su tanto tuvo algo de mala suerte: se volvió a dañar el hombro, con el que arrastraba molestias. El Valencia se despidió del Bernabéu con una manita y un equipo sugerente de jóvenes talentos, que aún tienen que afilar sus colmillos.

La única mala noticia del partido para Ancelotti lleva el nombre de David Alaba. El central austriaco no transmite seguridad, y la sensación ya se extiende en todo este curso. Contra el Valencia volvió a estar despistado en la defensa de los centros laterales y en el juego aéreo.

Alaba no es el central con jerarquía que contagiaba a sus compañeros de grandeza en su llegada al Real Madrid. Ahora parece contagiarles de nervios. El técnico italiano tiene tarea para recuperar a su zaguero, vital con la ausencia de Eder Militao.

- Ficha técnica:

5 - Real Madrid: Andriy Lunin; Dani Carvajal (Nico Paz, m.82), Nacho Fernández, David Alaba, Ferland Mendy (Fran García, m.71); Eduardo Camavinga, Fede Valverde (Luka Modric, m.60), Toni Kroos; Brahim Díaz (Lucas Vázquez, m.71), Rodrygo Goes y Vinícius Junior (Joselu Mato, m.82).

1 - Valencia: Giorgi Mamardashvili; Thierry Correia (Dimitri Foulquier, m.55), Gabriel Paulista, Cristian Mosquera, José Gayà (Yarek Gasiorowski, m.55); Pepelu (Roman Yaremchuk, m.70), Javi Guerra; Fran Pérez (Hugo González, m.70), Sergi Canós (Hugo Guillamón, m.64), Diego López y Hugo Duro.

Goles: 1-0, m.3: Dani Carvajal. 2-0, m.42: Vinícius. 3-0, m.49: Vinícius. 4-0, m.50: Rodrygo. 5-0, m.84: Rodrygo. 5-1, m.88: Hugo Duro.

Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité murciano). Amonestó a Camavinga (m.62) por el Real Madrid y a Pepelu (m.34), Foulquier (m.56) y Gabriel Paulista (m.67) por parte del Valencia.