Una visita al bar Triana y un torneo en Italia: así fichó el Real Madrid a Joselu y Lucas Vázquez

"Mira, hay un niño que juega en el Galicia Gaiteira que nos gusta a todos". A Miguel Santiago le empezó a cambiar la vida el día en que el Real Madrid, a través de Ramón Martínez, le puso un reto: "Pedro Mosquera, no sé si sabes quién es", explica para Relevo desde A Coruña, donde vive desde hace años y desde donde ha captado a múltiples futbolistas para el club blanco. "Destacó mucho en el torneo de Brunete, tenía solo 12 años, y se dio la casualidad de que el padre de Mosquera y yo somos compadres. Así que cuando me llamaron les dije que hacía yo la gestión y a raíz de eso empecé en el Real Madrid como ojeador en Galicia", cuenta ahora.

Miguel Santiago fue ojeador del Real Madrid en territorio gallego entre 2002 y 2017. Su primer fichaje, Pedro Mosquera, está hoy en el Alcorcón: "Estoy muy orgulloso porque debutó: jugó tres o cuatro minutos con el primer equipo", recuerda. Al otro lado del teléfono, con un acento gallego inconfundible, explica cuál era su labor en la Casa Blanca: "En sitios como Galicia no ves a 400 jugadores, te fijas en cuatro o cinco. Hay que ser muy selectivos", apunta Miguel. Y tanto.

Hay dos nombres que protagonizan esa lista. Dos nombres que, poco después que Mosquera, también hicieron el viaje desde Galicia hasta el Santiago Bernabéu. Dos nombres que estarán en Wembley, Londres, para disputar la final de la Champions League contra el Borussia Dortmund: "Mi cuota de su éxito es de un 0'01%, pero yo influí en que Joselu y Lucas Vázquez llegaran al Real Madrid".

Joselu todavía jugaba en el juvenil del Celta. Ya era grande y alto: "Con esa edad ya era parecido a hoy. Era un rematador, tenía juego de espaldas, protegía la pelota, remataba bien, tenía juego aéreo… Lo seguimos un par de años, mis informes eran muy buenos y finalmente en el Real Madrid se decidieron: había que ficharlo", dice.

Y así se fraguó la negociación, en palabras de Miguel Santiago: "Me dijeron que hiciera el primer contacto. Así que fui un día a Silleda, averigüé que la madre tenía un bar en el pueblo, el bar Triana, y allí le dije que le iba a llamar el Real Madrid. Me dijo que le hacía mucha ilusión… y al poco tiempo les llamaron", rememora sobre aquel día. Su trabajo, en ese momento, ya estaba hecho: "No he vuelto a tener mucho contacto, pero pagaron un millón y pico de euros por Joselu".

Un millón y pico que en semifinales, con su doblete al Bayern, lideró la remontada del Real Madrid en el Santiago Bernabéu, estando cedido por el Espanyol... y que tiene una opción de compra de, curiosamente, un millón y pico. Y medio, en concreto.

La historia fue diferente en el caso de Lucas Vázquez. No por el nivel del futbolista, sino por el club al que pertenecía. "Él jugaba en el cadete del Ural, un equipo de Coruña. A mí me gustaba mucho, le veía condiciones para un club grande", consciente del salto que supondría ir de un sitio al otro. "Al Real Madrid le sorprendió un poco que estuviera en el Ural y no en el Deportivo o el Celta. Ahí tuve que ser valiente. Pero me hicieron caso y, en lugar de ficharlo directamente, se lo llevaron a un torneo en Italia… y allí les convenció. A la vuelta de Italia lo firmaron", ríe.

Después de ver una veintena de partidos de Lucas Vázquez con sus correspondientes informes, la recomendación de Miguel Santiago fue decisiva para su fichaje. Hubo más nombres durante todos estos años. Uno de ellos, Rodrigo Moreno, no debutó en el primer equipo pero ha hecho una larga carrera internacional: "Fichó como juvenil y en ese mismo año jugó también con el Real Madrid C y el Castilla". También se acuerda de Jota Peleteiro, cedido con una opción de compra que no se ejecutó.

En 2017, Miguel Santiago dejó el club blanco y en los últimos años ha colaborado con el Deportivo de la Coruña, que en mayo regresó al fútbol profesional.