Iago Aspas enarbola la bandera del celtismo en las quejas por los horarios: "Empieza a ser una coña de mal gusto"

Las quejas por el calendario empiezan a ser algo muy habitual en el fútbol español. A principio de temporada era el Atlético de Madrid el que se quejaba de jugar todos sus partidos los domingos a las 21:00. Hace unos días pudimos ver también cómo la Real Sociedad alzaba la voz con un "Para sorpresa de nadie", tras conocerse los horarios de la jornada 27. En esta ocasión lo ha hecho el Celta de Vigo.

El conjunto celeste no está contento con los horarios que les han designado en esta temporada y así lo ha hecho saber su capitán, Iago Aspas, a través de su cuenta de X en referencia a la jornada 28. "Esto empieza a ser una coña de mal gusto", ha escrito en su perfil. El Celta de Vigo tendrá que visitar el José Zorrilla el sábado 15 de marzo a las 14:00. Y con esta, ya van nueve jornadas en las que la hora de comer viene acompañada de un partido para los vigueses.

Pero esa no es la única preocupación de jugadores y aficionados. El Celta parece estar también abonado a los días lectivos. Aunque no es el que más partidos juega los viernes o los lunes, lo cierto es que es uno de los equipos a los que es fácil verle jugar el primer o último partido de la jornada. De los 28 partidos con horario, ya han abierto la jornada en cinco ocasiones y la han cerrado en tres.

A medida que pasa la temporada, aumentan las quejas con los horarios. Encajar el puzle no es sencillo y LaLiga modifica partidos ya designados para intentar favorecer los intereses de los clubes españoles que se mantienen en Europa, así como los que siguen vivos en Copa del Rey o tienen otros compromisos. Y claro, no siempre llueve al gusto de todos. Al respecto, Tebas ya explicó en COPE en 2022 que los horarios se decidían con inteligencia artificial, atendiendo a un histórico de audiencias.

No habrá ningún equipo que considere que haya tenido un calendario perfecto en cuanto a horarios. Sin embargo, el Celta considera que las horas de sus partidos no son las mejores, y Iago Aspas se ha cansado de callar.