Xavi convierte un "quédate" del Bernabéu en un doblete
El técnico sufrió al público rival en octubre. Desde entonces, arrasó en Liga, con libreto de autor, aunque no pudo confirmar sensaciones en Europa.

16 de octubre de 2022. Golpe, para algunos, mortal para el proyecto del Barcelona. El Real Madrid le pasaba por encima en el Clásico del Bernabéu por tres goles a uno y pasaba a liderar el campeonato con tres puntos de ventaja. Para colmo, la situación en Champions invitaba a la catástrofe: las derrotas ante Bayern e Inter como visitantes y el empate frente a los italianos en el Camp Nou les dejaban virtualmente eliminados en fase de grupos. El público del feudo enemigo aprovechaba para pescar en río revuelto y cantaba en tono jocoso un "Xavi, quédate" que ahora, siete meses después, se puede decir que no ha envejecido demasiado bien.
Xavi Hernández ha sabido dar la vuelta a la situación para proclamarse de forma merecida campeón de Liga. No es el primer título de la campaña. También triunfó en la Supercopa de España, aupado en una final en la que pasó por encima del Real Madrid por goleada (1-3). Un doblete sobresaliente, pese a compaginarlo con otras decepciones. Decepciones que, por otro lado, implicaron un duro trabajo dentro del vestuario, para lograr, entre todos, dar la vuelta a la situación.
Así lo planteó Xavi y así salió. El Barcelona ha ganado LaLiga a cuatro jornadas del final con unos guarismos defensivos de época y con una fiabilidad ofensiva suficiente para habituarse a los tres puntos. En este período, luces y sombras, méritos y caídas, rachas y desdichas. El caso Negreira y su imponente impacto en la sociedad. Las caídas europeas. El 0-4 del Camp Nou. Las lesiones de Dembélé, Pedri... Pero también la racha de triunfos. Las porterías a cero. El poderío de Araujo y Christensen. El gol de Lewandowski. En definitiva, el camino de un equipo campeón, que hace balance positivo con una Liga que se recordará como la primera de Xavi Hernández al frente del equipo.
AGOSTO Y SEPTIEMBRE
Liga en volandas y fantasmas europeos
El empate ante el Rayo Vallecano en la jornada inicial alertaba de que LaLiga daría muchos dolores de cabeza. No era nada nuevo, pero sí una señal de que el campeonato nacional no perdona un error. Desde entonces, un sinfín de goleadas cambiaron la cara a este Barça: ante Real Sociedad, Valladolid, Sevilla, Viktoria Plzen, Cádiz y Elche. Solo un traspiés... pero qué traspiés. El sorteo de Champions deparó un grupo complejo con el mencionado Plzen, el Bayern de Múnich y el Inter. Y en el Allianz, el Barça cedió por dos goles a cero, dejando patente que el equipo aún estaba un pequeño paso atrás con respecto a los grandes de Europa.
OCTUBRE
Xavi no se libra de las dudas
No hay caída sin consecuencias. Mientras el Barça seguía cosechando triunfos en Liga, como el de Mallorca o ante el Celta, sufría dos golpes letales en Champions. El Bayern sí era un rival magnánimo, pero la idea era sacar resultados positivos frente al Inter. No llegaron. La derrota en el Giusseppe Meazza, pese a firmar un buen papel, dejaba a Xavi y los suyos sin margen de error. No ganar a posteriori tampoco en el Camp Nou, ya sí que sentenciaba sus opciones.
Tras la doble decepción llegaba el Bernabéu, donde el Barcelona debía mostrar que la regularidad que había mostrado hasta el momento en Liga también era suficiente para lidiar con el eterno rival. No fue así: el Real Madrid fue superior y se colocó en cabeza de la tabla. Y hubo recochineo: "Xavi, quédate". Los triunfos posteriores ante Athletic y Villarreal, tan contundentes como esperanzadores, no sirvieron de aliciente en una visita al Allianz saldada como otra noche negra por el continente (0-3).
NOVIEMBRE
Tranquilidad antes del Mundial
No le quedaba otra al Barcelona que respirar, apretar los dientes y asumir que otro año bailarían con la responsabilidad de dar la talla en Europa League. El triunfo ante el Viktoria Plzen fue insuficiente. No así los logrados ante Valencia, Osasuna y Almería. Los pinchazos del Madrid otorgaron el liderato al Barça antes del Mundial, una barrera psicológica trascendental antes de asumir más de un mes sin competición. Y la emotiva retirada de Piqué, otro factor para dar el do de pecho. Eso sí, lo que nadie esperaba es que aquella ventaja de tan solo dos puntos se dispararía hasta límites insospechados...
DICIEMBRE Y ENERO
La Supercopa como bálsamo
Nochevieja supuso un nuevo frenazo en las aspiraciones azulgranas. El Espanyol cosechó un empate en el Camp Nou, que volvía a apretar la cabeza de la clasificación. Curiosamente, ahora el Barça ha cerrado la Liga precisamente en Cornellà. Crecieron todavía más las dudas con el excesivo sufrimiento ante el Intercity, que estuvo por momentos por delante en la primera eliminatoria copera que jugaba el club, dada su condición de equipo de Supercopa de España.
Ganar al Atlético en el Metropolitano fue el mejor calentamiento ante lo que estaba por venir. Con sufrimiento frente al Betis y contundentes contra el Madrid, los de Xavi se coronaron en Arabia Saudí. Aquel triunfo supuso el primer título para el técnico y una inyección de moral para ir a por todas. Después, otra cadena de triunfos: Ceuta, Getafe, Real Sociedad y Girona.
FEBRERO
Otra pesadilla europea en Old Trafford y llega Negreira
A lo largo de una temporada, todo club que aspire a conquistar títulos sabe que debe afrontar de cara a las dificultades y a toda la presión mediática que se genere a su alrededor. Pero este Barcelona aún no era consciente de la que se le venía encima. Como bien dijo Xavi Hernández en rueda de prensa, la suerte tampoco estuvo de su lado. Prácticamente el rival más difícil, el Manchester United, se cruzaba en su camino en la ronda preliminar de la Europa League.
Los 'Diablos Rojos' superaron al Barça en una pareja eliminatoria, que volvió a poner sobre el mantel la realidad europea culé, incapaz de eliminar a rivales de tronío en los últimos años. Para colmo, asumir gestos como el de Garnacho, que se pavoneó con el triunfo logrado con el ya famoso gesto de las gafas.
Pasa de ronda el equipo grande pic.twitter.com/X4QcV8LlHX
— Alejandro Garnacho (@agarnacho7) February 23, 2023
Aquella derrota hizo mella y el Almería también aprovechó las turbulencias. Derrotas deportivas que se podían subsanar con tres triunfos seguidos ante, nada más y nada menos, que Betis, Sevilla y Villarreal. Pero, desde aquel 15 de febrero, un agente externo entró en juego para agitar violentamente al club: Enríquez Negreira.
La Cadena SER en Barcelona desveló en exclusiva que el Barcelona había pagado millones de euros a Enríquez Negreira, en su día vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, a la par que desempeñaba su cargo en la Federación. El mundo del fútbol, las redes sociales y los medios de comunicación comenzaron entonces una viralización del asunto que dura hasta día de hoy y que de forma inevitable se ha adentrado en el vestuario azulgrana. Pese a que los jugadores y Xavi han tratado de mantenerse al margen, todo el revuelo generado impediría a una plantilla no formada ante la adversidad competir como si nada hubiera pasado.
MARZO
El Barça resiliente y dominador
Un marzo sin Europa, con Copa y con doble Clásico. Puerta grande o enfermería. El Barcelona dejó LaLiga vista para sentencia venciendo en el Camp Nou a un Madrid que llegaba con la firme intención de aún poner las cosas difíciles. Antes, también había vencido en la ida de las semifinales coperas en todo un Santiago Bernabéu. Nadie podía tumbar a este Barça. Ni siquiera lesiones trascendentales como las de Dembélé, Pedri o Christensen o la famosa sanción a Lewandowski hicieron bajar los brazos a Xavi, lanzado a por el doblete nacional. Por el momento, tenía media Liga en el bolsillo...
ABRIL
Sentenciar la Liga y perder la Copa
La Liga del Barcelona estaba pendiente de hacer los deberes cuando correspondía y no dejarse llevar por la desidia. Algo que pasó ante el Girona o el Getafe, fruto también de las consecuencias morales que tuvo la peor noche de la campaña. El Real Madrid se concienció de que el campeonato doméstico estaba perdido y dio todo de sí para remontar el 0-1 del Bernabéu en la vuelta de semifinales en el Camp Nou.
Y tanto que lo hizo. Venció al Barcelona por cero goles a cuatro, obteniendo así un billete para la final, que posteriormente ganaría. La temporada, así, quedaba prácticamente terminada para el equipo de Xavi, necesitado de seguir sumando puntos para que LaLiga se convirtiese en un festejo por todo lo alto y no en una obligación. Qué mejor manera de asimilarlo que con el triunfo ante el Atlético de Madrid, aún aspirante.
MAYO
La primera Liga de Xavi
Y llegó. Era inevitable. Cuestión de tiempo. Pero debía lograrse a lo grande. La goleada ante el Espanyol en Cornellà ha sido el fin de fiesta para un Barcelona que dominó la Liga desde el Mundial hasta el final. Una temporada repleta de regularidad, fortaleza y con la palabra equipo impregnada en las entrañas del vestuario.
Xavi ha encontrado el equilibrio ante las lesiones y las inclemencias. Apostó por los cuatro mediocentros como mejor maquinaria para el equipo. Revivió a jugadores de rol como Kessié y llevó a Christensen a una nueva dimensión. Lewandowski se aproxima al Pichichi y Ter Stegen, al Zamora.
¡El Barça gana su 27ª LaLiga!
— Relevo (@relevo) May 14, 2023
🏆 1928/29
🏆 44/45
🏆 47/48
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🏆 52/53
🏆 58/59
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🏆 17/18
🏆 18/19
🏆 22/23 pic.twitter.com/7Dg1YtvDkD
El primer paso para forjar a un entrenador de élite es creer en que el día a día es el camino. Y este Barcelona, con Xavi de arquitecto, cierra el título con un balance provisional de 27 victorias, cuatro empates y solo tres derrotas. Europa es la asignatura pendiente, pero las conclusiones son positivas: título de Liga y Supercopa. La primera gran clase magistral de un Xavi que también tuvo que lidiar con la inseparable franja psicológica del deporte de élite. En esta Liga, se doctoró con nota.