Xavi se encerró en su 'laboratorio' hasta las tantas de la madrugada
Tras la derrota en el Clásico, el técnico del Barça no quiso perder ni un segundo para analizar lo sucedido.

Tras una primera parte más que notable en el Clásico, el Barça se desplomó en la segunda. En caliente, ni la plantilla ni los más de 90.000 asistentes al Camp Nou entendían del todo qué había fallado para caer con tal contundencia. Más aún teniendo en cuenta la convincente actuación durante los primeros 45 minutos. Esa sensación de confusión se prolongó en Xavi Hernández, que 'obsesionado' por encontrar respuesta a todas sus preguntas, se puso manos a la obra esa misma noche.
El técnico azulgrana no es de hablar mucho justo después de los partidos. No lo hace cuando las cosas salen bien ni tampoco cuando el resultado no es el esperado. Este miércoles no fue diferente. El egarense ha sido jugador y es consciente de que aún con las revoluciones en niveles muy altos no es el mejor momento para intercambiar opiniones con la plantilla.
Tras su rueda de prensa, el preparador enfiló el camino a casa con su coche. Aún quedaba mucha noche por delante. Nada más llegar a su domicilio, Xavi se aisló de todo y se puso a ver el Clásico repetido. Sus ganas por detectar errores no podían esperar. El técnico visualizó de nuevo el envite mientras tomaba notas y empezaba a sacar algunas conclusiones. Su sesión de video se alargó hasta altas horas de la madrugada.
Al día siguiente, el cuerpo técnico tenía una reunión con la dirección deportiva. De ahí que el egarense quisiera llegar a ella con los deberes hechos. Y así fue. Las partes encontraron consenso total a la hora de analizar la situación. Las cuatro bajas sensibles de Christensen, Pedri, Frenkie de Jong y Dembélé jugaron un papel clave, pero también se llegó a la conclusión de que falta talento y creatividad en la parcela ofensiva para decantar la balanza del lado culé en las grandes noches.
En el apartado defensivo, en el club creen que hace falta una figura que imponga su ley en la medular. Dicho en otras palabras, un pivote capaz de frenar los intentos de cabalgada del contrario. En la acción del 0-1, nadie del Barça cortó el peligroso contragolpe blanco en tiempo añadido del primer tiempo.
Pero el diagnóstico va mucho más enfocado en el ataque. Técnicos y dirección deportiva creen que falta calidad en la zona de tres cuartos para añadir valor a las jugadas y también desborde y capacidad goleadores en las tres posiciones de arriba. La línea a seguir está clara y ya se trabaja para obtener el fair play necesario que permita acometer operaciones.