Por qué el Barça necesita un Cazorla y qué fichajes podrían cumplir ese rol

Santi Cazorla es, junto a David Silva, uno de los grandes olvidados del fútbol español. No porque no se hable de ellos, ni mucho menos porque no sean grandes jugadores, sino porque han coincidido en espacio y tiempo con Xavi Hernández y Andrés Iniesta, para muchos los dos mejores centrocampistas de la historia. Pero en lo suyo, y a un escalón inferior, ambos han mantenido un nivel altísimo y un fútbol singular y diferencial. Uno que el Barça de Xavi echa en falta.

El técnico egarense contó en una entrevista en Jijantes que ficharía a Cazorla si fuese más joven y que, junto a Messi, Iniesta y Busquets, es el jugador que más le ha maravillado. Y eso que la ristra de nombres con los que ha compartido vestuario el ex jugador del Barça no es menor. Y la realidad es que Xavi está en lo cierto, de ahí que el pasado curso el club azulgrana ya intentase -hasta el último suspiro- la llegada de Bernardo Silva.

El diagnóstico en el staff técnico: sin Pedri, jugador que lleva dos años lesionándose cuando el Barça se juega los títulos, el invento se cae. O luce mucho menos. El canario es el centrocampista que mejor combina los indispensables que quiere Xavi: se mueve como pez en el agua en situaciones bajo presión, dando tiempo y espacio a sus compañeros, y es incisivo y creativo en el último pase. Ese combo cuesta encontrarlo, y vale mucho dinero.

Esa velocidad en la toma de decisiones es indispensable en un equipo que acumula más del 60% de posesión y que tiende a vivir en campo rival, con el contrario bloqueando la mayoría de pasillos. Y Cazorla, como se aprecia en la secuencia que adjunto, la tiene.

Gavi tiene 18 años y los pecados propios de la juventud. "Me pone la piel de gallina", contó Xavi en Universo Valdano. Su competitividad y mentalidad son otro nivel, pero todavía necesita encontrar la continuidad y, sobre todo, la pausa propia de alguien que vive sin espacios y que está constantemente rodeado de rivales. De ahí que sea importante que el Barça acuda al mercado en busca de un perfil contrastado, que no solo sea importante para Xavi, sino también para Gavi, actuando como guía y faro.

El reto para el Barça de Xavi que el próximo curso tiene que dar el paso definitivo a la hora de construir su identidad, es depender menos de la figura del cuarto centrocampista para no perder estabilidad. Que tres valgan por cuatro. ¿Por qué? Esto sería un avance ya que dotaría al equipo de mayor flexibilidad táctica, permitiría la inclusión de un atacante extra y ayudaría al equipo a estar más seguro en posesión.

Las dos obsesiones de Xavi tras el "no" de Leo Messi al FC Barcelona son un mediocentro y un interior. La figura del lateral, tan cuestionada este curso, deberá esperar (con Koundé) y arriba, a falta de alguna salida, el esqueleto se mantendrá intacto. Esto supone que una línea que ha contado con Busquets, Pedri, Gavi y De Jong, además de Kessie y en menor medida, Pablo Torre, tendrá que reforzarse.

Con la salida de Busquets, la figura del mediocentro es clave, con un Xavi que ha señalado por activa y por pasiva que se necesita a alguien de mucho nivel. Hagan sus apuestas. ¿Y por qué un interior, si el equipo tiene a Gavi, Pedri y De Jong? Porque salvo el canario, no existe un perfil eminentemente creativo y que no pierda balones. De ahí el interés en Bernardo Silva... y Gündogan, que sería un salto de nivel tremendo, por variabilidad, experiencia y liderazgo. Para que De Jong pueda ser De Jong, Xavi necesita encontrar a su Cazorla; el que facilite y acelere.