Alberto Moleiro, ¿el otro Pedri?
Pepe Mel, técnico del Málaga, compara a las dos perlas tinerfeñas a las que dio paso en Las Palmas, sus conexiones y diferencias.

Pepe Mel dio la oportunidad a Pedri y a Moleiro de debutar en el fútbol profesional con la UD Las Palmas. Todavía no habían cumplido los 18 años, pero enseguida muchos ojos se fijaron en ellos. El primero fichó por el Barça y se convirtió en fijo de la Selección para Luis Enrique. El segundo ha debutado con la sub-21 y al cierre del pasado periodo de inscripciones, el presidente del conjunto canario declaró haber rechazado una oferta de 25 millones de euros por el centrocampista. El similar punto de partida ha llevado a la comparación de las dos perlas tinerfeñas, ¿pero realmente se parecen? Mel, actual entrenador del Málaga, y artífice de su alternativa en la élite nos da las claves de dos jugadores muy especiales.
Para comenzar, el técnico madrileño nos explica qué le hizo fijarse en ellos. "Una de las cosas más importantes cuando valoro a un futbolista y, sobre todo si juega en el centro del campo, es que entienda el juego. Para mí entender el juego es dar en cada momento lo que te pide la jugada". A continuación, especifica en qué elementos concretos destaca cada jugador en ese concepto. "Pedri sabe darle pausa, sabe cambiar el ritmo, siempre es una ayuda para un compañero, tiene la muy importante virtud de que alrededor de él todos los jugadores se hacen mejores. En definitiva, entiende el juego, sabe cómo desenvolverse".
Ese entender el juego se refleja en Moleiro de forma distinta. Ahí surgen los primeros matices. "Con Alberto pasa algo parecido, quizá Pedri es más asociativo, más de ayuda, de mantener el balón, de juego Barça; mientras que Alberto Moleiro es un jugador más de definición, de último pase, de desborde. Cuando la pelota la tiene Pedri, sabes que la jugada va a continuar, le da continuidad al juego; mientras que cuando la tiene Alberto es para terminar él o para dar pase definitivo. Son cualidades diferentes".
Insistimos en buscar los puntos clave que marcan el juego de ambos. "Moleiro pisa más área, controla hacia delante y ese centro de gravedad tan bajo hace que sea un jugador muy difícil de detectar, es muy peligroso", mientras que "Pedri está más hecho, le da más pausa al juego y sabe manejar los ritmos".
La pausa como virtud de Pedri. Y la rapidez como sello de Moleiro. "Lo hace todo en velocidad, con la pelota pegada al pie y la cabeza arriba, pero en velocidad", recalca Mel. Y añade: "Moleiro es otro tipo de futbolista, más enganche, de uno contra uno, tiene la virtud de controlar hacia delante siempre y con ese control sobrepasa ya a dos defensas". Después de analizar a ambos, sentencia: "Yo creo que no se parecen".

Diferente llegada a la élite
Al repasar cuál fue el trayecto hacia el primer equipo, también aparecen caminos distintos. "De Pedri se nos comunica que hay un jugador en la cantera de 16 años que pinta muy bien. Yo estaba con Roberto Ríos, mandamos a verlo y también lo vimos nosotros. Los informes eran muy buenos, pero no dejaba de ser un chico que jugaba en césped artificial con niños de su edad. Tenía 16 años y decidí llevármelo a la pretemporada en Marbella con la UD. Recuerdo que ese mes teníamos partidos muy interesantes, jugamos contra el Cádiz o el Granada y el homenaje a Rubén Castro con un Primera como el Betis en el Villamarín. Participó mucho en los tres partidos y fue el mejor. Contra el Betis, le dije al presidente, 'ha sido el mejor', y él me contestó '¿tú crees?'. Le respondí 'sí, sí; no es que haya sido el mejor de Las Palmas, es que ha sido el mejor del partido'. Y tenía 16 años, no era normal. Ahí es donde le digo la famosa frase 'Pedri es millonario, lo que pasa es que él todavía no lo sabe'. Recuerdo que me decía la prensa canaria, incluso dentro del club, que una cosa era un partido amistoso, pero que cuando llegase la Liga...: 'Pepe, no te vas a atrever a ponerlo'. Jugó toda la Liga, desde el inicio. Y ahí está, en el Barça y en la Selección", repite Mel con una sonrisa satisfecha.
Sin embargo, el trayecto de Moleiro fue a otro ritmo. "Moleiro, con la edad de Pedri, hizo conmigo la pretemporada, pero físicamente estaba en desventaja con el resto de jugadores". Su entrenador por entonces nos devela una clave de esa diferencia física. "Pedri me dijo que había estado en Tenerife en una escuela de atletismo. Por ello, era un chico con una capacidad aeróbica grande. Sin embargo, a Alberto en pretemporada le costaba mucho. Se notaba que era un niño al lado de los compañeros, al chocar, al hacer la preparación física, al meter el pie, al ganar duelos… No tenía esa fortaleza para jugar al fútbol profesional. Decidimos darle un año más. Ya el año pasado le subí al primer equipo y empezó a jugar haciéndolo muy bien. El Moleiro actual es otra cosa, pero entonces hubo que esperar".
Jugadores diferentes que nos lleva a preguntarnos si encajan mejor en un determinado estilo. Mel tiene claro que "Pedri ha caído en el equipo ideal, potencia el juego que él hace, favorece sus virtudes". Por su parte, "Moleiro puede jugar en cualquier equipo de puestos altos de la tabla. Es un jugador intuitivo, que favorece al delantero, que hace todo a mucha velocidad y ve el último pase. Eso en el fútbol es oro".
Descarados y valientes, jugadores de calle que disfrutan con el balón. "Te voy a contar una anécdota de Pedri, y con Moleiro pasaba lo mismo. Recuerdo que Roberto Ríos venía a decirme, cuando el entrenamiento había terminado hacía ya una hora, 'sal y dile a Pedri que venga, que todavía está fuera con la pelota'. Era un crío y para él, el fútbol era una diversión. Y luego el club le tuvo que decir más de una vez a Pedri, porque jugaba con sus amigos en la calle, que no podía hacerlo. A un jugador que quieres conservar, que no quieres que le pase absolutamente nada, hubo que decirle 'oye, ya no puedes jugar por ahí con tus amigos por las tardes', remata Mel de nuevo con esa sonrisa del padre que relata travesuras de sus niños.

El futuro
El salto a la fama hace que la gestión de las expectativas sea un punto determinante en jugadores tan jóvenes. Se afronta desde dos perspectivas diferentes. "Pedri ya está en el top, el Barça y la selección española. Quizá solo le falte un poco de gol, y él lo sabe. Para poder luchar por los premios individuales necesita hacer más goles", mientras que "Moleiro está jugando en Segunda y destaca. Tiene muchas virtudes y muchas cualidades, pero está por ver hasta dónde puede llegar."
Ese es el futuro, pero todo parte del atrevimiento en el pasado. "Para poder demostrar que vales, alguien tiene que darte la oportunidad. A mí eso no me da miedo. He tenido a Fede Valverde, a Dani Ceballos, a Fabián, a Lucas Pérez, a Beñat, a Adrián el portero del Liverpool, todos jugaron conmigo siendo unos niños. Pienso que el entrenador se tiene que atrever. Al final saldrían, porque el talento no se puede esconder, pero tal vez tardarían más. Yo cuando veo talento, cuando veo posibilidades en un jugador, no miro la edad".
Y Mel lo resume con esta frase final, "igual que no miro la edad de Rubén Castro, tampoco miré la de Pedri".
Debut con 'La Rojita'
"Las Palmas me lo dio todo. Es una buena apuesta. Tenemos el objetivo de subir a Primera y ya se dará lo que se tenga que dar más adelante. Estoy contento en la UD", confesaba Alberto Moleiro a Relevo en la reciente concentración de la selección española sub-21, donde se estrenó como internacional. "Jugar el Europeo sería un sueño, nunca me imaginé estar aquí, antes pedía autógrafos a Samu Castillejo o Munir cuando era un niño y visitaron Tenerife con la sub-21. Ahora, yo estoy aquí", relata ilusionado. Mientras, en Gran Canaria se aseguraron su continuidad ante un futuro prometedor. Renovado hasta 2026, con una cláusula de rescisión de 30 millones en Segunda y 60 en Primera, quiere seguir creciendo vestido de amarillo.