LALIGA SMARTBANK

El Mirandés de Exteberría es el paraíso para los cedidos

El equipo burgalés supera la decena de jugadores a préstamo y suma su cuarta temporada consecutiva en LaLiga Smartbank.

El Mirandés celebra un tanto en Anduva/LALIGA
El Mirandés celebra un tanto en Anduva LALIGA
Pablo Ruiz

Pablo Ruiz

Las gestas coperas de los humildes sirven para que los clubes más modestos puedan demostrar que la diferencia sobre un campo de fútbol no la marcan los millones de euros de presupuesto. En el recuerdo aún perdura el Mirandés de Pablo Infante que eliminó a tres equipos de Primera en 2012, mientras jugaba cada domingo en los estadios del Grupo II de Segunda B. Del gol de César Caneda en el añadido al Espanyol, al ascenso al fútbol profesional, con una filosofía distinta, que ha hecho que los jabatos reinventen su planificación para sobrevivir entre mastodontes. En Anduva se han ganado el derecho a mirar a cualquier rival a la cara y pelear cada balón con garra, pero sobre todo, con talento. Ha hecho de la necesidad una virtud.

Es imprescindible conocer tus limitaciones para poder potenciar tus puntos fuertes y por Miranda de Ebro están pasando los jugadores que van a ser el futuro del fútbol español. Confeccionando plantillas plagadas de cesiones, los rojillos sirven una vez más de catapulta para los nombres propios de las mejores canteras. Rodrigo Riquelme y Sergio Camello se hicieron mayores en Anduva la temporada pasada mientras crecían de la mano del Mirandés, que selló la permanencia otro año más, al mismo tiempo que sus mejores efectivos volaban hacia el cielo de la Primera. Es un arma de doble filo, pero también es una oportunidad de reunir piezas capaces de desplegar un juego atrevido y vistoso, en el entorno del fútbol profesional.

Igual que Camello y Riquelme, Haissem Hassan, Íñigo Vicente, Brugui o Arroyo, entre otros, han cambiado de destino y obligado a la dirección deportiva a renovarse con joyas criadas en otros clubes, que tienen las potencialidades suficientes como para volver a ilusionar a los jabatos. Por eso, reunir piezas como Raúl García de Haro en punta, junto a jóvenes contrastados como Roberto López u Óscar Pinchi, es una apuesta segura.

El Mirandés siempre es mirado como un candidato a sufrir por la salvación en Segunda, pero al ritmo que imprime el centrocampista César Gelabert no debe haber problemas para lograr el objetivo. Cuando la economía no es comparable al resto de rivales, la dirección deportiva tiene que moverse como pez en el agua por los despachos para cerrar plantillas tan competitivas, como acordes a lo que necesita cada entrenador. El vallisoletano Chema Aragón, al frente de la dirección deportiva, es experto en aprovechar el mercado para darle al técnico Joseba Etxeberría los recursos y así desplegar el éxito en el césped.

Los pilares del proyecto

Las claves de un proyecto suelen basarse en la confianza, la paciencia y dejar trabajar a los que están al frente. Parece muy obvio, pero en todos los clubes no existe la tranquilidad que sí tienen los rojillos para ratificar el trabajo de Etxeberría en el banquillo. El Mirandés tardó siete jornadas en lograr su primera victoria en LaLiga Smartbanken esta campaña, sumando dos puntos de los primeros dieciocho.

A nadie se le escapa que uno de los puntos flacos de una plantilla tan joven puede pasar por no saber gestionar ciertos momentos de los partidos, que te dan los años de experiencia. Por eso cayó en el descuento con un jugador más en el derbi del Plantío o perdió dos puntos en el último segundo ante el Huesca, en un momento en el que la figura del entrenador podía volver a tambalearse, pero la confianza tiene sus frutos.

El Mirandés respira en la mitad de la tabla en este momento, porque ha convertido Anduva en un fortín y cuenta sus últimos cinco partidos por victorias, con la juventud por bandera de unos jugadores que siguen creciendo día a día, contrastando con la veteranía de Manu García o Raúl Navas, que en la línea de tres centrales con Álex Martín y Barbu, equilibran a un equipo, que ya juega de memoria.

Siempre hay valores emergentes de los que Chema Aragón puede tirar para poner en bandeja a Etxeberría y completar una plantilla que, se prevé, que la temporada que viene volverá a estar a la intemperie por la marcha de los cedidos a sus clubes de origen. En lo que eso sucede, los de Anduva siguen bailando en el verde y disfrutando en la grada, con un campo que es historia de gestas y cultivo de estrellas del fútbol nacional.