ENTREVISTA

Antonio Tapia, el profe que se pasó a los banquillos y que basó su doctorado en el fútbol: "Nadie me ha hecho una alineación, yo tenía mis espaldas cubiertas"

El extecnico de Málaga y Betis sigue viendo mucho fútbol y aún espera un nuevo proyecto.

Antonio Tapia escribe en una pizarra de un instituto, en el año 2015. /SUR
Antonio Tapia escribe en una pizarra de un instituto, en el año 2015. SUR
Manolo Nieto

Manolo Nieto

Siempre ha sido, y lo sigue siendo, un caballero del fútbol. Antonio Tapia (Baena, Córdoba, 1959) es una institución del Málaga, club al que quiere y ama y al que ha estado ligado en diferentes facetas. Uno de esos 'hombres de fútbol' de los que escasean. Presume de ser una persona integra y de que nadie le ha hecho una alineación. "Siempre he tenido, también es verdad, las espaldas cubiertas. Yo tenía mi instituto, mi profesión". Y es que siempre ha ido compaginando esas dos facetas suyas, la enseñanza y los banquillos, desde el 1986. Cuando salió del Real Betis, en junio de ese año, defendió su tesis doctoral, lógicamente enfocada al fútbol. Se le ha quedado la espina de no poder responder al proyecto verdiblanco que se le planteó, cuando Manuel Ruiz de Lopera lo fichó, del que guarda un grato recuerdo.

La exigencia de los banquillos y la educación le han restado tiempo de estar con su familia, tiempo que ahora sí tiene para su nieto, aunque sigue viendo mucho fútbol y le encantaría tener un nuevo reto futbolístico. Entre partido y partido, y juego y juego, toca la guitarra y lee mucho. "A mí me gusta tocar la guitarra, estoy aprendiendo la guitarra flamenca, llevo varios años tocando. Y luego, leer sobre temas que a mí me interesan, como temas de historia, de filosofía, de ciencia, de neurociencia y temas vinculados al fútbol. También muchos relacionados con temas de sociología, política y grandes personajes", asegura. Atiende amablemente la llamada de Relevo y nos deja una charla singular, apuntando incluso a quien tienen que elegir en el Real Betis cuando Manuel Pellegrini quiera retirarse de la nave verdiblanca.

Siempre has entrenado en España y en Andalucía, quitando Tenerife. No sé si nunca ha salido la oportunidad de salir y si te lo planteas.

Sí, a mí me hubiese gustado, y todavía no lo descarto, salir fuera, a ligas extranjeras. Y, sobre todo, trabajar con jóvenes, ¿sabes? Es lo que más me podría ilusionar en estos momentos. Volver a entrenar a equipos aquí en España lo veo complicado, no lo veo, dadas las circunstancias. Tú sabes que en la vida son etapas, ¿no? Yo creo que esa etapa en España, concretamente, no se va a dar ni yo estoy especialmente motivado por buscar esa opción. Lo de salir fuera y trabajar con gente joven, incluso con gente joven aquí en España, me lo puedo plantear. O hacer otras funciones como, por ejemplo, asesorar. Lo intenté aquí en Málaga, con Pablo Guedes, estuve con él colaborando en el muy poco tiempo que estuvo y creía que, además, se lo debía. Me pidió que colaborase y, bueno, creo que esa función de colaborar con la experiencia que uno ya ha acumulado tanto a nivel profesional como en la vida, pues, es una opción factible, ¿no? En base al perfil que yo puedo reunir y la edad y demás.

¿Ves mucho fútbol?

Sí. Sobre todo me gusta ver la Primera RFEF, la Segunda división, especialmente. Sigo al Málaga, incluso el juvenil en algunos partidos. Y, bueno, pero también hago otras cosas, El fútbol no es ya mi objetivo prioritario. Entiendo que la vida va pasando y, bueno, ahora dispongo de tiempo para nietos, pues, tengo una relación mucho más cercana, disfruto de ellos.

Hay algo que creo que mucha gente desconoce, esa faceta suya de profesor, no la ha abandonado nunca.

Siempre, sí, sí. Yo terminé en el Málaga, y estando en el primer equipo hice el doctorado. Mi etapa en el Betis concluyó, y en junio defendí la tesis doctoral ya con 51 años, relacionada con el fútbol, los factores que determinan el resultado. Yo entendía que conociendo los factores que determinan el resultado, pues, se puede intervenir. El entrenador tiene la posibilidad, a través del entrenamiento y la dirección de partido, de ser mucho más eficiente. Y también, profundicé sobre la toma de decisión del entrenador durante el partido, que creo que es otro de los factores, para mí, más importantes.

Antonio Tapia, el profe que se pasó a los banquillos y que basó su doctorado en el fútbol: «Nadie me ha hecho una alineación, yo tenía mis espaldas cubiertas»

Y ahora, tanto Málaga como Betis, cuentan con entrenadores con un marcado modelo.

Cuenta con grandes entrenadores, cada uno con su perfil. Manuel Pellegrini, por ejemplo, en el Betis, pues, está marcando su modelo, está dejando su sello, y, bueno, yo estoy convencido de que cuando Manuel dé un paso al lado, el Betis cuenta ahí con un futuro entrenador, que es Fernando (Fernando Fernández, exjugador de Betis y Málaga y actual segundo de Pellegrini), que lo tuve yo como jugador. Y es curioso, en el juvenil era central, y luego terminó jugando en el Betis y en el Málaga conmigo de media punta. Evolucionó, cuando lo normal es ir hacia atrás.

¿Tú ves como entrenador del Betis a Fernando?

Totalmente, totalmente, porque él se ha formado y se está formando muy bien. Creo que Pellegrini ha sido inteligente incorporándolo al cuerpo técnico del Betis y, además, yo lo conozco, porque lo he tenido también como entrenador aquí, como jugador y como entrenador en la cantera del Málaga, llevándolo a uno de los juveniles, y ya pues también se le veía con personalidad. Un entrenador muy decidido, con la idea muy clara. Los entrenadores españoles están muy reconocidos. Y no solo los entrenadores. Se ve al Barcelona ganar con diez jugadores el otro día, de la manera que lo hizo, con jugadores, la mayoría canteranos, jugadores españoles, que yo creo que ese es otro tema que tenemos que poner en valor. Ahí tenemos a Pedri, que es un jugador joven, y tenemos el modelo de cantera del Barcelona, del Betis, por ejemplo, creo que está realizando un trabajo magnífico en la base, el filial empezó líder, luego Pellegrini tiró para el primer equipo de jugadores importantes, como Jesús Rodríguez. También el Málaga, que con Pellicer ha tirado de chavales de aquí.

Tiene toda la pinta de que Fernando será primer entrenador, si no del Betis de otro.

Sí. Fernando ha tenido opciones de salir, pero yo creo que hace bien seguir ahí con el cuerpo técnico de Manuel, seguir aprendiendo, formándose, y creo que tendrá la oportunidad. Espero que le den la oportunidad cuando Manuel decida marchar, ¿no?

Y a Pellicer, ¿cómo lo ves?

Pellicer es la clave del Málaga. Ha sido un acierto total mantenerlo y sin él, difícilmente se hubiese ascendido la temporada anterior. Y sin él, difícilmente se hubiese competido como lo está haciendo. Él ha apostado por los chavales jóvenes y le está dando resultado, Creo que tiene mucho mérito. También desde el club se le ha dado confianza en los momentos difíciles el año pasado. El Málaga este año va a mantener la categoría con tranquilidad, está compitiendo bien.

No es fácil la situación del Málaga

Esperemos que se resuelvan pronto los temas estos judiciales, y que la afición pueda ver a su equipo de nuevo en Primera, incluso en Europa. No es fácil para un club, ¿no? No es fácil para el Málaga estar al máximo nivel con tantos problemas, tantas trabas.

Antonio Tapia, el profe que se pasó a los banquillos y que basó su doctorado en el fútbol: «Nadie me ha hecho una alineación, yo tenía mis espaldas cubiertas»

¿Cómo es un club judicialmente intervenido como el Málaga? ¿Cómo se trabaja?

Hombre, para el entrenador… Yo la experiencia que tengo tanto en el Betis como aquí, evidentemente, sobre todo aquí en Málaga, por ejemplo, cuando he tenido de presidente a Fernando Sanz, el entrenador se siente mucho más arropado, el jugador tiene un referente, el presidente, la propiedad del club. Es como en la familia los padres, ¿no? Cuando faltan los padres, pues hay que recurrir a terceros, abuelos, familiares, hermanos mayores. Entonces, no es fácil, porque el presidente… imagínate el Madrid sin Florentino, sin presidente. Con los egos que hay en el vestuario y los intereses tanto profesionales como económicos que existen actualmente en el fútbol. En el día a día, tú necesitas, a veces , que el presidente llame a capítulo incluso al mismo entrenador, ¿no? Y le ponga las pilas a los capitanes, a la plantilla. Evidentemente, es un inconveniente importante el estar en una situación de inestabilidad como la que tiene actualmente el Málaga.

Ya con perspectiva, ¿cómo han sido tus etapas en el Málaga?

Yo en el Málaga he tenido bastantes etapas. En la primera, la verdad que yo sustituí a Gregorio Manzano en enero y el equipo iba abajo. Hicimos una segunda vuelta muy buena, con prácticamente números de Champions. Se mantuvo. Entonces teníamos una gran plantilla y yo venía del filial. Haber estado en el filial me permitió subir al primer equipo a jugadores que equilibraron, le dieron un punto más de competitividad al equipo. Con la calidad que ya había, pues la verdad que se equilibró. Y luego el segundo año, el equipo no arrancó bien y al final pues me cesaron. Yo aprendo más de las derrotas cuando las cosas no vienen bien dadas. Es donde uno se pone las pilas y a mí me gusta reflexionar y evidentemente que esa temporada algo no hicimos bien. Y al final pues el equipo descendió. Y Fernando Sanz, que lo tuve de jugador en esa etapa, luego fue presidente y me llamó. Yo entrené al Ejido, en Segunda, y al Granada, y después del Granada 74 me incorporó. El equipo ascendió de Segunda a Primera división y entonces ahí tenía yo ya un punto de madurez mayor. Y la confianza que depositó en mí Fernando me permitió hacer cosas. Fernando tenía una cosa muy buena y es que te dejaba hacer. Yo confeccionó la plantilla en base a como yo entendía para mi modelo de juego. Hicimos una campaña fenomenal. Mejoré la forma de jugar, sobre todo con balón. Creo que el tener experiencia con otros entrenadores, por ejemplo con Ismael Díaz, con 'Tolo' Plaza, con una serie de entrenadores con los que trabajé me permitieron crecer. Y esa temporada hicimos un muy buen juego, muy buena campaña y al terminar la temporada pues pensé que era el momento de dejar la puerta abierta y buscar otro proyecto.

Y viene el Betis.

Yo cuando dejé el Málaga no tenía ninguna oferta, pero salió inmediatamente la opción del Betis en Segunda y no me lo pensé.

Volviendo a lo de Fernando, él no es el único. Has tenido a jugadores que ahora son entrenadores.

Una cosa a la que me dedico, también, es a seguir a los futbolistas que yo he tenido y que ahora son entrenadores, como el caso de Michel, en el Girona, de Antonio Hidalgo, en el Huesca, que por cierto, es de los equipos menos goleados, siendo un jugador que reclamaba siempre el potenciar el juego ofensivo. Pero él ha tenido la capacidad, con un presupuesto muy limitado, de ser un equipo muy competitivo, posiblemente de los menos goleados, y que bueno, también hay otros entrenadores.

¿Tú hablas mucho con ellos? ¿Mantienes el contacto?

No, no soy de estar llamando continuamente al personal. A Míchel lo vi en el curso de reciclaje de UEFA Pro, en Madrid, que dio una charla y lo saludé. Pero en ese sentido no, yo lo sigo. Cuando me llaman porque tienen que contactar o yo necesito algún tema, pues hablamos. Pero no soy de estar llamando continuamente. Por ejemplo, Albertillo, Alberto en el Albacete, un entrenador de aquí de la casa que lo hemos tenido y que está realizando un trabajo magnífico. Me gusta ver cómo han evolucionado, porque veo a Pablo Guedes entrenando, conociéndolo como jugador, y sigue siendo el mismo, sigue siendo un entrenador como era como jugador, muy impulsivo y muy preparado. No tuvo suerte aquí en el Málaga, pero bueno, seguro que volverá aquí a España y lo hará muy bien.

Hablando de la época del Betis, tú juegas un Málaga-Betis, le empatáis y desciende, un equipo por el que poco después fichas tú.

Empatamos, correcto. Uno a uno, metió Luque. El Betis tenía que ganar, nosotros no nos jugamos nada. Y bueno, la verdad que empatamos, hicimos lo que teníamos que hacer, intentar ganar el partido, no se ganó, se empató y el Betis tuvo la mala suerte de descender.

Fue una situación cuanto menos curiosa, donde se podía haber especulado mucho, porque después acabas allí.

Eso siempre lo he tenido muy claro. A mí nadie me ha puesto una alineación. El otro día se lo comentaba a uno de los presidentes de aquí, de la zona, que me tuvo como entrenador, y se lo comentaba, a Juan Gambero Culebra. Digo, Juan, yo si de algo puedo presumir es que nadie me ha puesto una alineación. Porque siempre he tenido, también es verdad, las espaldas cubiertas. Yo tenía mi instituto, mi profesión, y bueno, la verdad que en ese sentido… también es verdad que otro año el Betis se mete en Champions ganándole nosotros al Sevilla. Es el último partido de liga. Dejamos fuera de Champions al Sevilla y entra el Betis en Champions. Eso fue mi primera etapa como entrenador, en 2005. Cuando yo paso del filial al Málaga, en el último partido, con Caparrós. Y, bueno, tampoco nos jugamos nada, ¿no? Pero nuestro objetivo era ganar.

Ya, pero el Betis bajó en ese partido por no ganar, y al cabo de la semana fichaste por el Betis.

Sí, incluso Iñaki Goitia había firmado ya por el Betis. Y él habló conmigo y no lo puse, para evitar para cualquier cosa. Iñaki es también una persona muy íntegra. A mí cuando me ofrecen el Betis en Segunda… Que yo podía esperar y haber entrenado en Primera, porque la verdad que aquí en Málaga esa temporada se hizo muy bien. Pero entrenar al Betis o entrenar al Cádiz, entrenar al Málaga, al equipo de donde yo fui jugador del filial y me he criado aquí. Bueno, yo creo que eso es algo que no todos pueden decir, la afición andaluza. Yo tengo un amigo, abogado, que trabaja en Escocia y que es bético. Y la verdad que te emociona. O ahora en Málaga, con la afición, cómo está respondiendo en un momento de dificultad el año pasado en llenar el campo en Primera RFEF. Y esta temporada.

Oye, ¿cómo fue tu etapa en el Betis? ¿Cómo fue aquella época? Que no fue nada fácil.

No, pero yo lo sabía. Era un reto que tenía que asumir y bueno, en enero me cesaron y la relación con Don Manuel, la verdad que entrañable. Hablan de Lopera pero en el cuerpo a cuerpo… Conmigo tuvo un trato siempre exquisito, que en paz descanse. La verdad que le tengo en aprecio y conmigo fenomenal, la afición se portó muy bien también. El equipo, bueno, estábamos ahí, bajamos de la tercera a la cuarta posición y me cesaron, son cosas del fútbol. La verdad que tengo recuerdos entrañables. Trabajé con Merino, con Juan, que le tengo un aprecio especial, también.

Antonio, ¿crees que si no te hubiesen cesado el equipo hubiera subido contigo?

No lo sabemos, porque al final tampoco subió con Víctor Fernández, pero no lo sabemos. El equipo pienso que tenía margen de mejora y quedaba toda una segunda vuelta. La Real y el Hércules ya habían despegado, pero nosotros estábamos ahí, al menos para, yo creo, que hubiésemos entrado en playoffs como terceros, porque estábamos ahí peleando. Pero en fin, es que es difícil. Desde el punto de vista personal, bueno, se acabó.

¿Era una plantilla complicada?

Sí, pero eso nos pagan, y nos pagan muy bien a los entrenadores en estos equipos. Por eso cuando critican a Ancelotti, la verdad, el hombre con ese vestuario, ser tres veces campeón de Europa y estar cuestionado prácticamente en casi todos los partidos. En esos clubes se requiere de entrenadores que sean capaces de manejar esos egos y esos grupos. Y él tiene esa capacidad, ¿no?, de no meterse en muchos charcos con la prensa, no crearse enemigo, y luego saberle sacar a la plantilla rendimiento. Esas calidades y esos egos son difíciles de gestionar.

Entonces con Lopera no tvuo ninguna anécdota desagradable.

No, no, al revés. Lopera es una persona, ya te digo, muy educada, que me sorprendió.

¿Era ese padre protector que usted comentaba antes?

Sí, ya te digo, una relación muy cordial, muy educada, muy respetuosa, y con su anécdota. Él firmaba con un boli morado. Una pluma, una pluma que tenía morada del Gran Poder y luego pasaba por un arco que él tenía en su casa, el hombre. Estas cosas en ningún caso las quiero poner como cosas negativas, porque cada uno tiene su forma de ser. A él le gustaba firmar con el boli morado. En fin, tampoco quiero meterme en detalles, pero es una persona que yo lo aprecio mucho. Me quedé con la espinita de no poder haber conseguido el objetivo. Me queda ese mal sabor de boca porque confiaron en mí y me dieron la posibilidad, y al final pues no pude o no estuve a la altura de lo que ellos necesitaban. Son personas que tienen ese humor que él tenía. Además, era una persona muy inteligente. Forjada en la calle. Hay muchos ilustrados por ahí, pero hay personas inteligentes que no necesitan ir a la universidad para hacer las cosas.

Cambiando un poco. ¿Qué tiene que hacer el Málaga para estar nuevamente en la élite?

Tienen que intentar aprovechar este saltito y meter al equipo en Primera división y tener un club similar a lo que es la Real. Yo creo que la Real Sociedad, Villarreal, Athletic Club, aunque con sus connotaciones. Yo creo que esos modelos. Nosotros tenemos aquí en Andalucía mucha calidad, fíjate lo de Jesús Rodríguez. Yo lo vi porque sigo la Primera RFEF y los primeros partidos del Betis B ya me sorprendía. Me dije, este jugador se parece a Joaquín cuando arrancaba, cuando iniciaba su carrera futbolística y, efectivamente, al poco tiempo ya el míster ha empezado a contar con él y el Betis tiene, y nosotros en Andalucía tenemos, ese talento que hay que intentar potenciar y aprovechar.

Oye, y con el Málaga, ¿qué espinita te has quedado con el Málaga?

Pues es que he hecho de todo en el Málaga. Hombre, yo la espinita es que el primer año me suben al equipo en la segunda vuelta. El último partido de la primera vuelta que jugamos con el Sevilla y yo tiro de chavales jóvenes que había tenido en el filial. Nosotros habíamos ascendido al filial del Málaga, lo ascendimos de Segunda B a Segunda A, y lo mantuvimos dos años en Segunda A. Tenía un grupo de jugadores que mi ilusión era jugar con ellos en Primera, porque el primer año cuando ascendimos yo creía que me iban a dar la oportunidad pero firmaron a Juan de Ramos. Yo pensaba que me podían dar la oportunidad al ascender. Luego mantuvimos la categoría, se fue Juan de Ramos y pensaba que me iban a dar la oportunidad en el primer equipo pero firmaron a Manzano. Arrancó Manzano, el equipo iba muy mal, surgió la posibilidad. Y mi ilusión era, con ese bloque que ascendió de Segunda B a Segunda A haberlo tenido en Primera división. Yo creo que ese fue uno de los grandes errores que se cometió, malvender a una serie de jugadores con un potencial enorme.