Ni el debut de España desvía la atención del "partido del siglo" en Oviedo, marcado por la polémica sobre el recibimiento del bus
El equipo carbayón disputa este domingo ante el Espanyol (18:30) la ida de la final del playoff de ascenso en el Tartiere.

Oviedo.- A las 22:55 del pasado miércoles, se desató la locura en la capital del Principado. Una vez más. Y es que desde el triunfo ante el Andorra en la penúltima jornada de competición regular, que la ciudad de Oviedo está enajenada, en éxtasis por la posibilidad, primero, de jugar un playoff de ascenso y, después, de subir a Primera División.
No hay otro tema de conversación en las cafeterías ovetenses que el posible regreso de su equipo a la élite nacional 23 años después. Durante todo este tiempo, nunca habían estado tan cerca de lograrlo, habiendo sobrevivido en el infierno de Tercera y Segunda B. Es por ello que, cuando el árbitro pitó el final del Eibar-Oviedo, la ciudad se echó a la calle. Miles de personas salieron de sus casas para festejar el 0-2 en Ipurúa y, ya de madrugada, recibir al autobús del equipo en el Tartiere.
A las cuatro de la mañana, los aficionados carbayones prendieron bengalas y fuegos artificiales cuando sus jugadores llegaron al Tartiere procedentes de Eibar. Terminaron en el interior del parking del estadio junto a sus ídolos, pues la seguridad de la instalación se vio sobrepasada por la ilusión de los seguidores asturianos. Tres días después de la gesta, y la posterior celebración, sigue Oviedo en ebullición.
📹 | ¡Hoy Oviedo no duerme!
— SER Deportivos Asturias (@ASERDeportivos) June 13, 2024
🔝 Son las 04:00 de la madrugada y miles de oviedistas esperan la salida de los jugadores tras su llegada al Carlos Tartiere.
🤯 ¡Invasión al parking incluida! pic.twitter.com/7RFXDqQ1ES
El debut de la selección, en segundo plano
Ni el debut en la Eurocopa de la selección española, el sábado, desvió la atención del partido por el ascenso del día siguiente. En las sidrerías de Oviedo, se vio y se sufrió el sábado con el partido de la Roja, sí, pero la parroquia lució los colores de su equipo y no de su país; casi todos, con el 8 de Cazorla a la espalda, cuya figura une como nadie al club carbayón y al combinado nacional.
"Oye, Cazorla vuelve a ir convocado mañana, ¿no?", se escuchó durante el descanso desde detrás de la barra. "Sí, pero no creo que juegue. Carrión se lo lleva para hacer piña. No está del todo recuperado aún", le contestó el camarero a uno de sus más fieles clientes tras beberse de trago, claro, el último culín de su segunda botella de sidra. Dicen en Asturias que hasta la tercera no vas enfiláu, así pues, todavía tenía margen para otra más durante la reanudación.
La tertulia futbolera se alargó hasta el final del partido, cuando la mayoría de los presentes que abarrotaban el local, se marcharon. "¿Quedamos para comer mañana?", preguntó uno de los asistentes que llevaba una camiseta de Cazorla, mientras pagaba la cuenta. "Sí, pero pronto. Es el partido del siglo. Va a haber un recibimiento de los gordos y esto se va a petar", le contestó su compañero antes de despedirse del dueño del local y poner rumbo hacia su casa.
Polémica por el recibimiento del autobús
Precisamente, el recibimiento del domingo ha generado cierta polémica entre los aficionados porque Real Oviedo y la Delegación del Gobierno han decidido tomar ciertas medidas para evitar problemas durante la llegada del autobús. "La ilusión está desbordada y el exceso de entusiasmo lleva a situaciones peligrosas. El otro día fue una locura, con situaciones de riesgo. Y tenemos que tomar medidas: se va a vallar toda la calle y contaremos con una mayor intervención policial", aseguró Jesús Álvarez, jefe de seguridad del club.
Nos van a joder el recibimiento del partido más importante del Oviedo en 23 años https://t.co/E8enttjL5z
— Brouker (@TheBroukerOVD_) June 15, 2024
"El conductor del autobús es un crack, pero se queja de que en esas situaciones no ve. La situación es muy peligrosa. Tratamos conjuntamente con las fuerzas y cuerpos de seguridad evitar problemas, no queremos que nadie sufra un accidente o lesión y no hagamos nada", también dijo el propio Álvarez. La decisión tomada ha despertado las críticas de parte de la afición, descontenta con el vallado durante el recibimiento.
Por su parte, la APARO, asociación de peñas del Oviedo, ha hecho un llamamiento a la calma y ha pedido que los aficionados que "no se interpongan en la trayectoria del autobús" y que "respeten el acotamiento del recorrido" en pos de evitar que la gran fiesta del oviedismo pueda terminar en una desgracia.
Barcelona-Oviedo, en autobús
La ilusión en la afición del Espanyol también es inaudita: en apenas doce horas se vendieron todas las entradas para el partido de vuelta en Cornellà-El Prat. Tampoco fallarán en el Tartiere sus seguidores, que agotaron los boletos que puso a la venta el club en la zona visitante. Sin margen de previsión, porque el conjunto perico confirmó su clasificación el jueves por la noche, y con vuelos a precios desorbitados, para algunos será una auténtica odisea llegar hasta Asturias. Los que van en autocar, pasarán dos noches en él, pues salen a medianoche del sábado y no estarán de vuelta en Barcelona hasta el lunes por la mañana. Menudo trajín.
La mayor parte de la afición del Oviedo también se desplazará en autobús hasta Barcelona para el partido de vuelta. "Los vuelos están a más de 400 euros", cuentan algunos de sus aficionados. Andan haciendo sumas y restas desde la federación de peñas del club carbayón; tienen más del doble de peticiones que de entradas disponibles, pues la ilusión por vivir un ascenso 23 años después ha desbordado la ciudad de Oviedo, que mañana vivirá el partido más importante hasta el momento de su historia en el siglo XXI.